Esposa de Pablo Lyle hace duras confesiones de su vida sin él: “Mi familia dejó de ser eso que éramos”
Ana Araujo reapareció para contar cómo ha sido su vida sin el actor, quien se encuentra preso en EU.

Ana Araujo confesó lo que ha hecho para salir adelante en esta situación
/Instagram: @anaaraujof, @pablolyle
- La esposa de Pablo Lyle ha sacado adelante a sus hijos sin el actor. Vende donas y tiene sucursales en Mazatlán.
No solo la vida de Pablo Lyle cambió drásticamente luego de que el actor se viera involucrado en un incidente de tráfico en 2019 en Miami, con un hombre que lamentablemente falleció luego del hecho.
Esto le trajo un largo juicio al actor, y al final recibió 5 años de cárcel, 8 de libertad condicional y 100 días de servicio comunitario.
En este duro camino han estado sus hijos y su esposa desde México, lidiando no solo con su ausencia, sino con la vida diaria para salir adelante.
Precisamente quien contó de viva voz cómo ha sido estar sin Pablo Lyle, fue su esposa Ana Araujo en un pódcast en el que compartió lo difícil que ha sido asimilar que perdió su estabilidad familiar de un momento a otro: “Veníamos de un viaje familiar, pasa un suceso y mi vida cambia de repente. Lo que me costó mucho aceptar es que a partir de ese suceso, mi familia dejó de ser para siempre eso que éramos, en ese viaje”.
Y continuó: “Ya nunca volvimos a vivir todos juntos. Ya nunca pudimos estar tranquilos juntos todos, nos embarcamos en una situación distinta de la vida. Yo lloraba porque cuando yo veía los viajes de las familias, como que yo decía: ‘Yo tenía eso, ya nunca más va a volver a ser’”.
Sin embargo, Ana tomó fuerza por sus hijos y decidió seguir adelante: “En cuanto aprendí a aceptar que eso ya no iba a ser para mí, fue cuando empecé a poder voltear a ver. Dejar de ver para atrás lo que tenía y volver a ver enfrente, ver un mundo de posibilidades y nuevas maneras de ser, de vivir, de experimentar y ver todas estas nuevas bondades que ya había para mí en este nuevo camino”.
“Cuando yo me quedo sin nada y nada más con mis hijos y digo: ‘¿Ahora de qué vamos a vivir, cómo les doy de comer?’… Cuando me planteé cómo mis hijos pueden estar bien (dije): ‘Estando bien yo’, porque luego empiezan como problemas o situaciones donde dices: ‘Voy a llevar a los niños a terapia’ y fue lo primero que yo pensé, pero fue muy claro para mí cuando me dijeron: ‘No, si tú estás bien, tus hijos van a estar bien’… lo intenté de esa manera y me di cuenta que sí”.
Ana reconoció que ha logrado continuar gracias a su red de apoyo en Mazatlán, Sinaloa. Ahí tiene un negocio de postres: “Algo muy importante para mí fue el apoyo familiar, amigos, toda la gente que te está apoyando en tu nuevo comienzo. Para mí es como bien importante y fue la clave… Hablando de mi negocio me ha costado tanto trabajo crecerlo y sobrevivir de él. Ahorita que me presentaron como empresaria dije: ‘es mi sueño ser empresaria’. Sueño con ser esa persona. Me ha costado un montón porque donde pones tu energía es donde va a ir ese crecimiento. En mi caso, mi energía está puesta en mis hijos, mi dinero está puesto en mis hijos, en su felicidad, en su tranquilidad, en su bienestar, en su salud mental… Mi negocio ha crecido bien lento y me ha costado un montón”, finalizó.