Alejandra Ávalos confiesa que el tratamiento de cortisona le cambió la vida: “¡No estaría viva!”

Alejandra Ávalos, de 53, es una artista completa, pues desde muy joven recibió una educación integral de canto, baile y actuación al entrar al CEA, de Televisa, y ya va a cumplir 40 años de trayectoria. Platicamos con ella y nos abrió su corazón para contarnos algunos momentos difíciles que ha pasado, tanto en lo personal, como en temas de salud:

-Alejandra, cuéntanos, ¿dónde naciste?
“Nací en la CDMX, en la colonia Roma. Viví mis primeros años aquí y luego nos fuimos a Campeche, donde mi padre tenía escuelas y algunas construcciones para el gobierno, durante algunos años estuvimos ahí; luego nos fuimos a Monterrey y más tarde regresamos a México”.

-¿Cómo recuerdas tu infancia?
“Tuve una vida familiar como cualquier otra, con mis papás (q.e.p.d.) y mi único hermano; éramos unos niños que se la pasaban jugando todo el tiempo”.

-¿Cómo eras en la escuela?
“Siempre fui buena estudiante, porque mi familia me ayudó a forjarme en el nivel de excelencia; había cosas que no podía y me metían en clases particulares para salir adelante”.

-¿Estudiaste alguna carrera?
“Sí, empecé a estudiar Ciencias y Técnicas de la Información, pero no la concluí y lo lamento, pero no tenía tiempo”.

“Así es. Desde niña tuve el anhelo de llegar a la televisión, y primero descubrí que tenía talento para cantar, ya después fui absorbiendo
otras disciplinas”.

-Platícanos, ¿cómo fueron tus inicios en el medio artístico?
“Todo comenzó gracias al concurso de La voz de El Heraldo de México, en el que yo no participé, pero iba acompañando a una amiga y en una de las eliminatorias les pedí que me dejaran cantar”.

-¿Y qué te dijeron?
“Aceptaron y el organizador y conductor del concurso me vio que tenía talento; de ahí, en 1984, fui a dar al Centro de Capacitación Artística, de Televisa”.

-¿Cómo llegaste a alcanzar la fama?
“Solita se fue dando, nunca me imaginé qué alcances iba a tener haciendo lo que me apasiona”.

-¿Qué precio pagaste por la fama?
“Tiempo de pasar con mi familia, con mis parejas, con mi hija, con mis amigos, grandes momentos con mis seres queridos; desvelos, sacrificios con la comida”.

-Ahora que mencionas cuestiones personales, te has casado tres veces...
“Sí, primero me casé con mi compañero actor, Fernando Ciangherotti, duramos cuatro años y medio (1988-1992) y no tuvimos hijos”.

-En su momento causaste un gran revuelo porque saliste con Luis Miguel (en los 90)...
“Eso fue cuando terminó mi primer matrimonio; salíamos porque había una gran admiración mutua, profesional, pero no quería involucrarme con nadie; si no hubiera estado en duelo, tal vez le hubiera hecho caso a Luis Miguel. Además, nunca me gustó tener una relación efímera, y al ver que era tan asediado, no quise darme esa oportunidad y que me rompiera el corazón”.

-Luego vino tu segundo matrimonio...
“Sí, en 1996, con el italiano Giovanni Benaglio, con el que tuve a mi hija Valeria; con él duré como tres años y medio”.

-¿Por qué terminó esa relación?
“Comenzamos a tener problemas y preferimos que nuestra hija creciera en un ambiente más tranquilo; yo me quedé con su custodia y él la veía cada verano, todo el tiempo ha tenido contacto con ella”.

-¿A qué se dedica tu hija?
“Valeria estudió Comunicación, se mudó a Nueva York y trabaja allá; está muy feliz y tiene su pareja. Me siento muy orgullosa de ella y la veo contenta disfrutando de sus logros”.

-Luego viene tu tercer matrimonio con Alejandro Marcos (2001-2002)...
“Así es, pero cuando no estás en una armonía con alguien y hay faltas de respeto, viene la violencia, por eso decidí separarme”.

-¿Te gustaría volver a encontrar el amor?
“Claro, porque me gusta mucho el amor. No he socializado con nadie por miedo a la pandemia, pero espero que llegue esa persona”.

-Mencionaste que el precio de la fama también ha sido sacrificarte con la comida...
“Es que siempre procuré mi cuerpo, mi salud, mi arreglo, para tener una imagen impecable y ser atractiva, y porque siendo figura pública estás bajo una lupa”.

-¿Has tenido problemas en ese sentido?
“En los últimos veinte años he luchado con mi salud, pues mi metabolismo se ha visto afectado por tratamientos con cortisona”.

-¿A qué se debió esto?
“La primera vez no podía cantar porque tenía laringitis; me recomendaron inyectarme cortisona, pero me pasé de dosis y mi metabolismo tronó”.

-¿Qué consecuencias tuviste?
“Dejó de funcionar mi sistema renal, subí veinticinco kilos en una semana, retuve líquidos y me inflamaba”.

-¿Después tuviste más problemas?
“Tuve accidentes, iba al hospital y me inyectaban cortisona; los últimos cinco años tuve cinco veces neumonía, una vez influenza y COVID; diversas causas afectaron mis pulmones y mi corazón, operaciones de emergencia, como cuando me explotó la matriz por un mioma que creció demasiado; si no me hubieran inyectado cortisona, no estaría viva”.

-¿Y eso ha afectado tu peso?
“Exacto, no he bajado demasiado, pero lo que me queda es resarcir ese daño, tratando de comer bien”.

Sí, sobre todo para alguien que es muy exigente consigo misma; si no hubiera sido por eso, yo sería la misma de siempre. Al final, la gente hace comentarios sin saber, pues piensan que no te cuidas”.

“Claro, porque no podía desmentir todas y cada una de las notas al respecto. Durante diez años me dio esa tristeza que te abate y te pones a pensar si sigues con esto o ya no; sin embargo, el estar en el medio artístico siempre ha sido mi vida y seguí adelante”.

“Es un año de revelaciones para mí, ahora este tema es el reinicio de un camino en la balada”.

“Maravillosa, es una de las mejores experiencias y la atesoraré. Me gusta cocinar y presumir que heredé la sazón de mi mamá”, finalizó.