Espinoza Paz confiesa que un oficial lo ayudó a cruzar a Estados Unidos sin papeles

Uno de los cantautores de banda y norteño, más exitoso e importante del momento, Espinoza Paz sorprendió al confesar algunos de los pasajes más complicados de su vida, entre ellos, uno donde tuvo que cruzar la frontera con Estados Unidos, sin papeles, aunque contó con la ayuda de un guardia de seguridad de migración.

En entrevista para el canal de Yordi Rosado, el famoso Espinoza Paz contó que debido a varias situaciones, ha tenido que cruzar la frontera como ilegal, tres veces, operó una de ellas se le quedó más marcada, debido a un acto noble que tuvo el personal de migración, quien le permitió la entrada al país, pese a no contar con papeles.

De acuerdo con el famoso, todo ocurrió cuando intentó cruzar por tercera vez, después de que su madre perdiera la vida. El músico de 40 años de edad explicó que su padre, quien sí contaba con la residencia norteamericana, lo esperó del otro lado, con la esperanza de que él pudiera cruzar.

“Nos dejaron con un señor que no conocíamos, fue como ‘ahí están los niños, pásenlos’. Eso hacen las familias mexicanas por salir adelante”, inició el mexicano Espinoza Paz.

“Cruzamos por el túnel, mi papá nos estaba esperando, entonces logramos cruzar y llegamos a un retén; luego el migra nos pidió los papeles y vio todo el cochinero que teníamos, pero no contábamos con papeles”, agregó.

Acto seguido, Espinoza Paz explicó que un elemento de migración los comenzó a cuestionar sobre qué hacían ahí, además de preguntar si tenían forma de comprobar que el padre del músico era realmente su progenitor, los cuestionó a todos por su madre, lo que sin dudas generó tristeza y llanto.

“El migra preguntó quién era el papá y le dijo ‘si no me demuestra que son tus hijos te voy a quitar la residencia’. Cuando comienzan a preguntar, mi hermana Fabiola, empezó a llorar porque habían preguntado por mi mamá, todos comenzamos a llorar porque acaba de morir, mi hermana estaba enfurecida mientras le gritaba al oficial”, explicó.

Sin embargo, no fue hasta minutos después que el oficial se ‘hizo de la vista gorda’ y los dejó cruzar sin más preguntas y sin que tuvieran los papeles, algo con lo que el mexicano se sintió muy agradecido. “Un migra se va a la perrera y al vernos destrozados, con ilusiones y ganas de salir adelante, se regresó y nos dice ‘no sé por qué estoy haciendo esto, pero váyanse ya’ y nos dejó cruzar”.