Gaby Rivero no quiere ser abuela, aunque disfruta ser una buena suegra
¡Una suegra alivianada! Gaby Rivero ayudó a amueblar el departamento de su hija menor y su novio.
La actriz Gabriela Rivero, de 57 años, se encuentra feliz en esta nueva etapa de su vida: ¡la de suegra! Y es que luego de que su hija menor, Maya, de 21 años, comenzara un noviazgo en octubre de 2021 con Patricio de Rodas, hijo del también actor Leonardo Daniel, de 67, los jóvenes han decidido dar otro paso en su relación y comenzaron a vivir juntos. Ante esto, Gaby nos cuenta cómo ve esa relación:
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-Gaby, ¿cómo te sientes ahora que tu “bebé” ya se fue a vivir con su novio?
“Estoy muy contenta de que hayan decidido dar ese paso, los veo muy compenetrados y se cuidan mucho, me quedo tranquila porque, ahora que termine la novela, yo me regreso a Miami y me gusta que Maya se quede con él porque sé que Patricio la cuida mucho”.
-Y sí es un gran paso...
“Es la primera vez que Patricio (de 22 años) vivirá fuera de su casa y le servirá mucho porque Maya desde los 17 se fue a vivir a Europa un rato y luego se vino a México sola a estudiar en el CEA, ha tenido más experiencia y eso les va a ayudar a madurar”.
“Es la primera vez que Patricio (de 22 años) vivirá fuera de su casa y le servirá mucho porque Maya desde los 17 se fue a vivir a Europa un rato y luego se vino a México sola a estudiar en el CEA, ha tenido más experiencia y eso les va a ayudar a madurar”.
-Están muy chavitos...
“Sí, los veo un poco jóvenes, pero me imagino que irán aprendiendo y ojalá la convivencia y la rutina no afecten su amor, porque a veces el día a día, la rutina y los problemas que tienen que solucionar son retos para la relación. Nunca se han peleado, nunca los he visto discutir, es increíble cómo se ríen y se complementan, están muy ilusionados con la nueva aventura, ojalá les vaya muy bien”.
“Sí, los veo un poco jóvenes, pero me imagino que irán aprendiendo y ojalá la convivencia y la rutina no afecten su amor, porque a veces el día a día, la rutina y los problemas que tienen que solucionar son retos para la relación. Nunca se han peleado, nunca los he visto discutir, es increíble cómo se ríen y se complementan, están muy ilusionados con la nueva aventura, ojalá les vaya muy bien”.
-Además, se ve que Maya es un dulce...
“No te creas, tiene su carácter, cuando algo no le gusta lo dice, pero sí es dulce y muy cariñosa”.
“No te creas, tiene su carácter, cuando algo no le gusta lo dice, pero sí es dulce y muy cariñosa”.
-¿Que Patricio sea hijo de Leonardo Daniel te da más confianza?
“Totalmente, Leonardo es un tipazo, tiene una familia super linda y él es super dulce, siempre está al pendiente de Patricio y ahora de Maya, lo cual también me tiene muy contenta porque ella encontró a esta familia que es unida, que les gusta convivir en armonía y que se apoyan en todo”.
“Totalmente, Leonardo es un tipazo, tiene una familia super linda y él es super dulce, siempre está al pendiente de Patricio y ahora de Maya, lo cual también me tiene muy contenta porque ella encontró a esta familia que es unida, que les gusta convivir en armonía y que se apoyan en todo”.
-Tu esposo, Kiko, ¿qué piensa de esta decisión de su hija menor?
“Él es mucho más abierto que yo, no tiene broncas, mientras se lleven bien, se cuiden y se respeten, no tiene problema”.
-Supimos que les diste algunos regalitos para su nidito de amor...
“Sí, les regalé lavadora, secadora y un sofá cama que habíamos comprado”.
“Sí, les regalé lavadora, secadora y un sofá cama que habíamos comprado”.
-¿Qué consejo les diste?
“Les dije que compartan la mitad de los gastos, eso les da autoridad e independencia a ambos. Es importante que ambos tengan los mismos derechos y la misma voz y voto en la casa”.
“Les dije que compartan la mitad de los gastos, eso les da autoridad e independencia a ambos. Es importante que ambos tengan los mismos derechos y la misma voz y voto en la casa”.
-Además, viniendo los dos de matrimonios estables, es más fácil aprender con el ejemplo...
“Así es. Kiko y yo tenemos 30 años juntos y a pesar de que nos separamos físicamente por los trabajos y a pesar de que nos damos libertad, la distancia no nos separa, todos los días estamos pendientes el uno del otro. Respiran amor en su casa y eso se refleja en su relación”.
“Así es. Kiko y yo tenemos 30 años juntos y a pesar de que nos separamos físicamente por los trabajos y a pesar de que nos damos libertad, la distancia no nos separa, todos los días estamos pendientes el uno del otro. Respiran amor en su casa y eso se refleja en su relación”.
-¿Has pensado en ser abuela pronto?
“¡Ay no, no me gustaría! Apenas están aprendiendo a vivir, a cuidarse cada uno por su parte, no creo que estén listos para ser papás, para nada, ni Gala, que ya tiene 28, creo que esté lista para hacerme abuela. Me va a fascinar cuando suceda, pero cuando estén listas”.
“¡Ay no, no me gustaría! Apenas están aprendiendo a vivir, a cuidarse cada uno por su parte, no creo que estén listos para ser papás, para nada, ni Gala, que ya tiene 28, creo que esté lista para hacerme abuela. Me va a fascinar cuando suceda, pero cuando estén listas”.
-¿Con tus hijas has hablado de los cuidados que deben tener respecto a su sexualidad?
“Esa parte sí la tienen muy platicada, yo fui la primera en llevar a Maya al ginecólogo cuando decidió tener una vida sexual activa, a mí me gusta que hablemos de todos los temas abiertamente para que las pueda aconsejar”.
“Esa parte sí la tienen muy platicada, yo fui la primera en llevar a Maya al ginecólogo cuando decidió tener una vida sexual activa, a mí me gusta que hablemos de todos los temas abiertamente para que las pueda aconsejar”.
-¿Cómo eres como suegra?
“Estoy contenta con los tres, Lara tiene un novio argentino con el que lleva ya dos años y Gala anda con un colombiano con el que ya adoptó a un perro. Lo más importante es que sean felices. Es más fácil tener una buena relación con tus hijas. Si eres una suegra latosa, no van a querer estar contigo”, finalizó.
“Estoy contenta con los tres, Lara tiene un novio argentino con el que lleva ya dos años y Gala anda con un colombiano con el que ya adoptó a un perro. Lo más importante es que sean felices. Es más fácil tener una buena relación con tus hijas. Si eres una suegra latosa, no van a querer estar contigo”, finalizó.