Isabel Martínez 'La Tarabilla' confesó que nunca se casó por culpa de su papá

Isabel Martínez ‘La Tarabilla’ confesó que nunca se casó por culpa de su papá

Isabel Martínez la tarabilla

Esteban Sánchez y Cortesía de la actriz | ‘La Tarabilla’ confesó porqué nunca se casó con ‘Pompín’ Iglesias.

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Esteban Sánchez y Cortesía de la actriz

'La Tarabilla' confesó porqué nunca se casó con 'Pompín' Iglesias.
Esteban Sánchez y Cortesía de la actriz

“Cuando mis novios me pedían matrimonio, los dejaba”, reveló.

Isabel Martínez ‘La Tarabilla’, de 74 años, quien es recordada por sus carismáticos personajes y por haber sido la novia eterna de Pompín Iglesias (q.e.p.d.), nos abrió su corazón para contarnos cómo se dio el amor con el comediante, además de curiosas anécdotas de su carrera artística:

Isabel Martínez 'La Tarabilla'
Esteban Sánchez y Cortesía de la actriz | La actriz de 74 años participó el año pasado en la serie ‘Lorenza, bebé a bordo’ de Televisa.

- Doña Isabel, ¿dónde nació?

“En Acapulco, Guerrero, el 4 de noviembre de 1945”.

-¿Sus papás a qué se dedicaban?

“Mi papá, Melesio Martínez, era ingeniero de caminos; y mi mamá, Carmen Moreno, ama de casa”.

-¿Cuántos hermanos tuvo?

“Éramos seis hermanas y un hermano; Yo fui la mayor. Todos nacieron en diferentes estados, por el trabajo de mi papá”.

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Esteban Sánchez y Cortesía de la actriz | “Fui la mayor de 6 hermanas y un hermano; todos nacimos en diferentes estados, debido al trabajo de mi papá”.

-¿Entonces estuvo de escuela en escuela?

“Sí, pero cuando yo tenía 10 años nos establecimos en la Ciudad de México. Mi papá ya no quería que estuviéramos de escuela en escuela, y nos dijo: ‘Les voy a dar una carrera corta, porque yo no puedo pagar mucho; si quieren estudiar algo más, primero estudien un oficio’”.

-¿Usted qué estudió?

“Me estaba formando de contadora en el Instituto Monterrey, pero unos días después de cumplir 16 años, llegó gente del banco, hicieron unos exámenes y me contrataron, entonces ahí trabajé cinco años”.

-¿Qué pasó después?

“Pues decidí renunciar y me fui a trabajar a una editorial”.

-¿Y cómo llegó a ese trabajo?

“Mi hermana Paty empezó a trabajar ahí y le comentó al dueño que yo acababa de renunciar al banco, y entonces él le dijo: ‘Llámala mañana’, y al otro día inicié. Estuve 10 años ahí, pero después decidí ser actriz”.

-¿Cómo fue que le llamó la atención la actuación?

“Porque empecé a estudiar teatro. En todos los teatros del Seguro había clases gratis, yo ahí comencé a estudiar; mi hermana Paty y yo nos íbamos todos los días después del trabajo”.

-¿Cuántos años tenía en ese entonces?

“Más de 20. Íbamos a las rancherías a dar funciones; ahí descubrí mi vocación. Hubo un concurso y participé en Antígona, de Sófocles. No me pagaron, pero me aplaudieron de pie, aunque yo no sabía que era a mí, hasta que me empujó el maestro. Cuando terminó todo, el director de teatro José Luis Ibáñez se subió al escenario y le dijo al maestro: ‘Quiero hablar con tu ‘Antígona’”.

- ¿Luego qué ocurrió?

“Me dio una beca en su escuela, ahí estudié otro año; entonces mi hermana y yo de repente dijimos: ‘Vamos a hacer la carrera’. Trabajábamos de 9 de la mañana a 5 de la tarde, y nos íbamos a las clases de 6 a 8. Paty empezó a trabajar en la W, pero yo no me animaba porque era la jefa de la familia”.

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“Un día, sentada en la escalera, llegó mi mamá y me dijo: ‘Bueno, mujer, ¿qué cargas?’, eso traducido: ‘¿Qué te pasa?’, y le dije: ‘Ay, mami, yo sé que es muy difícil, que no puedo, que no estamos en la situación, pero yo quisiera tener el valor de Patricia para dejar la editorial e irme a buscar lo que me apasiona’”.

-¿Ella qué le respondió?

“¿Y de qué te apuras?, tú en ningún lugar te mueres de hambre’. Al otro día renuncié a la editorial y empecé a hacer doblaje y radio”.

-¿Cómo qué cosas hizo?

“Entré de extra a El Tenorio Cómico, en el Teatro Ferrocarrilero; ahí estaba Lupita Pallás, y un día uno de los cómicos se acercó a saludarla y comentó: ‘Qué bonita muchacha, qué bonita muchacha”.

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Esteban Sánchez y Cortesía de la actriz | “Le pido a la vida que mi familia esté bien, que ya no se muera nadie y que yo pueda seguir trabajando”.

-¿Era Pompín?

“Sí, ahí empecé a platicar con él. Me decía Lupita: ‘Pompín es un hombre muy decente, está interesadito en ti. Es buena persona, pero de todos modos ten cuidado’”.

-¿Cuántos años tenían entonces?

“Yo 26, y él 46. Nos hicimos muy cuates, vivía por la misma colonia que yo. Conoció a mi mamá y luego nos invitó a su casa, aún vivía su mamá. Él se había divorciado cinco años antes y vivía con sus dos hijos”.

-¿Él se quedó con sus hijos?

“Sí, pues a Pompín lo engañó su esposa, y el que se dio cuenta fue el hijo (Pompín III ), y él la corrió porque la encontró en la cama de su papá. Él es muy buena persona. Su otro hijo, Manuel, se murió de un pasón, pero ambos fueron muy buenos hijos”.

-¿En qué momento se enamoró de Pompín?

“A mí me gustaba mucho. Yo lo conocía porque lo llegué a ver actuar y siempre me impresionó mucho su elegancia, él para trabajar siempre salía de esmoquin negro; además lo admiraba como comediante, porque hacía un humor blanco y muy respetuoso”.

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Esteban Sánchez y Cortesía de la actriz | En 1980 los comediantes fueron pareja durante más de 30 años.

-¿Y en qué momento se hicieron novios?

“No hay un momento, se fue dando. Después de El Tenorio Cómico coincidimos en otra obra. Desde entonces yo me hice más famosa por ser la novia de Pompín, que como actriz”.

-¿Quién le puso ‘La Tarabilla’?

“Estábamos trabajando en un musical: Lolita está embarazada, se busca al causante; eran puros sketches, pero en una función, yo, a punto de entrar al escenario, me dijeron que el avión había dejado a los bailarines, que improvisara; salí y Roberto Cobo no sabía lo que pasaba, entonces para hacer tiempo empecé a hablar a mil por hora. Todo lo iba improvisando para hacer tiempo, y es que cuando me pongo nerviosa, hablo de más”.

-¿Y entonces?

“La gente se empezó a reír porque iba en chin$%, y Cobo, al no saber lo que pasaba, de repente gritó: ‘¡Ya!’, y dijo: ‘Ésta no es ‘La Mujer Maravilla’, es ‘La Mujer Tarabilla’’, y se vino el aplauso. Cuando acabó la función, el productor dijo: ‘Ese personaje se queda en la obra’”.

-Si él ya le decía “mi mujer”, ¿por qué nunca se casaron?

“Mi papá era muy mujeriego, y no me gustaba que fuera así, y de hecho, yo tuve muchos novios; recuerdo que fui novia cinco años de un hombre que yo creía que amaba con pasión, pero el día que me dijo que se quería casar, ya no aguanté ni que me diera un beso. A todos los que me pedían matrimonio, los dejaba de querer, no me quería casar; pero de repente conocí a Pompín y él no fue encimoso, supo llegarme. De pronto empezó a decirme: ‘Mi vida’, y para mí eso era suficiente”.

-¿Alguna vez le pidió matrimonio?

“No, no; lo decía, pero de broma. Él estaba muy curado de espanto por lo de su exmujer”.

-¿Cada quien vivía en su casa?

“Sí, yo nunca dejé a mi mamá ni a mi papá, siempre viví en esta casa. Él nos dejó nuestra casa para todos sus hijos. Ahorita ya sólo vivimos Paty y yo”.

-¿Nunca quiso convertirse en mamá?

“No, y la razón es que dicen que duele mucho y yo soy muy cobarde; no quise tener hijos por miedo al parto”.

-¿Su mamá no le decía que se casara o que tuviera hijos?

“Sí, me decía: ‘Yo te los cuido’, y yo le respondía: ‘Ay, no’”. -¿Cómo vivió los últimos meses junto a su querido Pompín? “Sufriendo mucho, terminé muy cansada; falleció de enfisema pulmonar. Luego de eso me llevó la tristeza”.

-¿Usted lo cuidó?

“Sí. Yo iba a su casa, le hacía la comida y estaba al pendiente de él. Ya tiene 14 años que murió, y después de tanto dolor, ahorita ya puedo hablar de él”.

-A estas alturas, ¿qué le pide a la vida?

“Que mi familia esté bien, que ya no se me muera nadie, que pueda seguir trabajando”, finalizó.

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