Maxine Woodside nos cuenta cuando era modelo, de sus romances ¡y si extraña el sexo!

Amable y distinguida, así es Maxine Woodside, de 68 años, una de las periodistas de espectáculos más reconocidas en nuestro país, quien lleva 27 en primer lugar de audiencia con su programa radiofónico Todo para la mujer. Platicamos con ella y nos contó momentos clave de su vida.

-Maxine, ¿en dónde naciste?

“En la Ciudad de México; mi papá era norteamericano y se vino a vivir al país, donde se enamoró de mi madre, quien nació en Guadalajara. Ambos ya eran divorciados y tenían hijos; después nos tuvieron a mí y a mi hermano Garrett, que en paz descanse”.

-¿A qué edad tuviste tu primer novio?

“Fue a los 14 y se hizo mi esposo y padre de mis dos hijos, Fernando y Alejandro. Nos casamos cuando yo tenía 17, y a los cuatro nos divorciamos, pero jamás me volví a casar. Sí me faltaron galanes en la vida, aunque tuve algunos; sin embargo, ahora me he puesto a pensar que hubiera tenido más novios”.

-Empezaste tu carrera profesional como modelo, ¿cómo iniciaste esa etapa?

[comments]“Siempre andaba de pantalón y sin maquillaje, y mi mamá decía que nunca me iba a casar por andar en fachas. Y bueno, me metieron a una escuela donde preparaban a las mujeres. Un día llegó una señora de una tienda departamental llamada Madame Rostand, que iba a hacer un desfile de modas, y me seleccionó”.[/comments]

-¿Cómo brincaste a los medios?

“Un día de 1970 estaba en Televicentro realizando un comercial, y di el pronóstico del tiempo porque quien lo daba estaba enferma, pero lo hice bien y me quedé en noticiarios; después incursioné en la radio”.

-¿Por qué te divorciaste?

“Es que estábamos muy chavos, y él quería fiesta todo el día y yo no. Además, era ojo alegre, me imagino que me fue infiel, pero fui mensa y por estar en la casa con mis hijos, no me daba cuenta. Un día que se me desapareció, pues se fue tres días a Acapulco, regresó del viaje y ya no entró a mi casa, ya que cambié las chapas y toda su ropa la envolví en unas sábanas y las llevé con mi suegra, a quien le dije: ‘ahí está su niño, no quiero volver a verlo’. Nunca fui sumisa”.

-En ese entonces el divorcio no era bien visto...

“Era fatal, todas mis amigas eran casadas, ¡y ya no se volvieron a juntar conmigo!, era una mala influencia por estar divorciada, aunque no me importó, debía de trabajar para sacar a mis hijos adelante, lo cual estuvo difícil”.

-¿A los cuántos años te volviste a enamorar?

“Después de él, tuve una relación bastante larga, de 25 años, con un empresario, sin embargo, terminamos hace 10 porque el amor se acabó. Nunca nos casamos, cada quien vivía en su casa. Considero que por eso duramos tanto (ríe)”.

-¿Has llegado a sentirte sola en tu casa?

“Para nada, soy feliz estando así. Hay muchas amigas que me comentan: ‘te voy a presentar a un galán que es muy lindo’, y entonces empiezo a cuestionarles que cómo es, pero la verdad no tengo ganas de conocer a ninguno, ya lo pasado, pasado; ya lo tuve, lo viví y ya no quiero”.

-¿Pero no falta el apapacho, beso y abrazo?

“No me hacen falta, los tengo a montón por parte de mis nietos, amigos e hijos”.

-¿No extrañas el sexo?

“Ay, no, ya no, gracias; esa etapa quedó atrás”.