Novio de Livia Brito podría pasar hasta 60 años en prisión
Mariano Martínez, novio de Livia Brito podría ir a prisión
Luis Marín
Un diseñador de imagen acusa a la pareja de Livia Brito de querer quitarle la vida.
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La semana pasada se dio a conocer el caso de Enrique Hernández, de 26 años, un joven de origen venezolano radicado en México, quien ha trabajado con algunas celebridades como asesor de imagen, y quien asegura que vivió momentos de angustia al ser privado de su libertad por más de 4 horas, supuestamente por Mariano Martínez, actual pareja de Livia Brito, de 35, y del primo de éste, de nombre Cipriano Silva. Platicamos con el joven, quien visiblemente afectado nos dijo que teme por su vida a pesar de haber interpuesto una denuncia ante las autoridades.
-Platícanos de ti, ¿quién eres?
“Me llamo Enrique Hernández, soy venezolano, pero radico en México desde hace dos años. Trabajo como asesor de imagen y los fines de semana tengo un segmento de moda en el programa matutino Venga la alegría, de TV Azteca”.
“Me llamo Enrique Hernández, soy venezolano, pero radico en México desde hace dos años. Trabajo como asesor de imagen y los fines de semana tengo un segmento de moda en el programa matutino Venga la alegría, de TV Azteca”.
-Hace unos días viviste una pesadilla, nos puedes contar qué fue lo que pasó...
“Un hombre de nombre Mariano Martínez, conocido como el novio de Livia Brito, me contactó a través de Instagram para conocer mi trabajo, me propuso una posible alianza para trabajar con su novia (Livia). Lo vi como una gran oportunidad porque estoy empezando en esto”.
-¿Luego qué pasó?
“Me citó el martes 14 de junio, en el departamento donde él vive con Livia (Brito). Estuve cerca de 40 minutos conversando, le mostré parte de mi trabajo, es importante mencionar que Livia nunca estuvo presente”.
“Me citó el martes 14 de junio, en el departamento donde él vive con Livia (Brito). Estuve cerca de 40 minutos conversando, le mostré parte de mi trabajo, es importante mencionar que Livia nunca estuvo presente”.
-¿Qué paso?
“Al siguiente día, a las 2 de la tarde, él me escribe: ‘hola, necesito mis documentos’. Yo no le entiendo y le digo: ‘¿qué documentos?’, y me manda una nota de voz donde dice: ‘es que fíjate que estoy buscando mi identificación, y no consigo mis documentos, revisé mis cámaras y se ve que se traspapeló en tu mochila’”.
“Al siguiente día, a las 2 de la tarde, él me escribe: ‘hola, necesito mis documentos’. Yo no le entiendo y le digo: ‘¿qué documentos?’, y me manda una nota de voz donde dice: ‘es que fíjate que estoy buscando mi identificación, y no consigo mis documentos, revisé mis cámaras y se ve que se traspapeló en tu mochila’”.
-¿Tu roomie revisó tu maleta?
“Sí, lo hizo y me llamó para decirme que no había nada”.
-¿Se pudo haber traspapelado algo?
“No lo sé, pero yo llevé mi maleta con prendas con las que trabajo y saqué todo, por eso le dije: ‘no estoy en casa, voy a hablar con mi roomie (compañera de cuarto) para que revise’, pero me dijo que no había nada. Le escribo a Mariano, y le digo: ‘¿estás seguro?, porque me dice mi roomie que no está’, y él me dijo: ‘sí, sí, ahí está’; él lo daba por hecho”.
“No lo sé, pero yo llevé mi maleta con prendas con las que trabajo y saqué todo, por eso le dije: ‘no estoy en casa, voy a hablar con mi roomie (compañera de cuarto) para que revise’, pero me dijo que no había nada. Le escribo a Mariano, y le digo: ‘¿estás seguro?, porque me dice mi roomie que no está’, y él me dijo: ‘sí, sí, ahí está’; él lo daba por hecho”.
-¿Qué hiciste?
“Le dije: ‘voy a ir a mi casa a revisar yo mismo pero necesito que también me mandes esos videos que dices para ver esos documentos’”.
“Le dije: ‘voy a ir a mi casa a revisar yo mismo pero necesito que también me mandes esos videos que dices para ver esos documentos’”.
-¿Qué pasó después?
“Llegué a mi casa, revisé mis cosas y nada, y me escribe: ‘ya estoy aquí afuera (de su departamento)’. Salgo, y le explico que no hay nada; y me dice: ‘mi primo está en mi oficina en División del Norte, está con la laptop revisando el video, vamos’. Le dije: ‘sí, está bien’”.
“Llegué a mi casa, revisé mis cosas y nada, y me escribe: ‘ya estoy aquí afuera (de su departamento)’. Salgo, y le explico que no hay nada; y me dice: ‘mi primo está en mi oficina en División del Norte, está con la laptop revisando el video, vamos’. Le dije: ‘sí, está bien’”.
-¿Hasta ese momento no tenías miedo de hacia donde iban las cosas?
“No, nada. Llegamos a la supuesta oficina, estaba su primo y Mariano me empieza a decir: ‘la cosa está así: en mi casa había una mochila con dinero, tú fuiste, tiene que aparecer o te desaparecemos a ti’”.
“No, nada. Llegamos a la supuesta oficina, estaba su primo y Mariano me empieza a decir: ‘la cosa está así: en mi casa había una mochila con dinero, tú fuiste, tiene que aparecer o te desaparecemos a ti’”.
-¿Qué dijiste?
“Le dije: ‘no entiendo, tú me dijiste que íbamos a ver un video, porque se traspapelaron tus documentos, ¿por qué ahora sales con que es dinero?’ Me dijo: ‘aquí nadie es estúpido, o aparece mi dinero o desapareces tú’”.
“Le dije: ‘no entiendo, tú me dijiste que íbamos a ver un video, porque se traspapelaron tus documentos, ¿por qué ahora sales con que es dinero?’ Me dijo: ‘aquí nadie es estúpido, o aparece mi dinero o desapareces tú’”.
-¿Te sentiste amenazado?
“Por supuesto. Su primo Cipriano me amarró muy fuerte de pies y de manos con una cuerda, me puso un cuchillo en la cara, en la espalda, me desabrocharon el pantalón... y me dijeron: ‘no intentes hacer algo, porque no vas a salir de acá’”.
-¿Pensaste que te iban a matar?
“Claro. Mariano me quitó mi celular, y le escribió a mi roomie haciéndose pasar por mí, y le dijo que mandaría a alguien por unas cosas, se fue como cuatro horas”.
“Claro. Mariano me quitó mi celular, y le escribió a mi roomie haciéndose pasar por mí, y le dijo que mandaría a alguien por unas cosas, se fue como cuatro horas”.
-¿Qué hizo en ese tiempo?
“Ahora sé por las cámaras del edificio donde yo vivía, que Mariano fue a mi departamento, se ve cómo entra sin nada y cómo sale minutos después con una mochila mía donde se llevó cerca de 60 mil pesos y prendas mías, entró a mi departamento a robar”.
“Ahora sé por las cámaras del edificio donde yo vivía, que Mariano fue a mi departamento, se ve cómo entra sin nada y cómo sale minutos después con una mochila mía donde se llevó cerca de 60 mil pesos y prendas mías, entró a mi departamento a robar”.
-¿Qué pasó al regresar?
“Me dijo: ‘discúlpame, vamos a cenar’, mandó a que me desataran y me entregó mi celular. Pienso que la intención de ellos era, que en las cámaras del edificio, me vieran salir por mi propio pie, subirme a su auto sin forcejeo ni nada, pero levantó mis sospechas que su primo tomara un cuchillo y un mecate, ¡me iban a matar!”.
“Me dijo: ‘discúlpame, vamos a cenar’, mandó a que me desataran y me entregó mi celular. Pienso que la intención de ellos era, que en las cámaras del edificio, me vieran salir por mi propio pie, subirme a su auto sin forcejeo ni nada, pero levantó mis sospechas que su primo tomara un cuchillo y un mecate, ¡me iban a matar!”.
-Qué fuerte...
“Salimos del departamento, el auto estaba afuera del lado derecho y yo corrí al lado contrario; empujé al de seguridad y le dije: ‘me tenían secuestrado’, y corrí. En una equina estaba un policía, llegué con él en shock, y le dije que estaba secuestrado”.
-¿La policía qué hizo?
“Trató de tranquilizarme, y me fui a denunciar esa misma noche al Ministerio Público, me hicieron exámenes toxicológicos, revisaron mis heridas de las marcas de la cuerda en brazos y piernas. La Fiscalía tiene todas las pruebas, los videos del edificio donde me tenían y los rastros de lesiones”.
“Trató de tranquilizarme, y me fui a denunciar esa misma noche al Ministerio Público, me hicieron exámenes toxicológicos, revisaron mis heridas de las marcas de la cuerda en brazos y piernas. La Fiscalía tiene todas las pruebas, los videos del edificio donde me tenían y los rastros de lesiones”.
-¿Temes por tu seguridad?
“Claro, si algo me llegara a pasar, responsabilizo a Mariano Martínez y a su primo Cipriano Silva”.
-A Livia Brito que le dirías...
“No, no la puedo culpar a ella porque nunca la vi, quizás su novio la utilizó o al menos su nombre, para acercarse a mí, pero a ella no la culpo. Ojalá que tenga cuidado, quizás también corra un riesgo”, finalizó.
“No, no la puedo culpar a ella porque nunca la vi, quizás su novio la utilizó o al menos su nombre, para acercarse a mí, pero a ella no la culpo. Ojalá que tenga cuidado, quizás también corra un riesgo”, finalizó.
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