Obligan a Zague a hacerse prueba de ADN

La modelo Luz Piedad Martínez, de 39, por fin está viendo la luz, luego de que en 2019 demandó al comentarista deportivo, Luis Roberto Alvez Zague, por la paternidad de su hija. Tras tres años de litigio, por fin un juez de lo familiar determinó que las partes tendrán que realizarse la prueba de ADN para confirmar si el exfutbolista es el padre biológico de la menor. Platicamos con Luz y nos confesó cómo se siente de recibir esta noticia. Además, nos reveló que como en otras ocasiones, los abogados de él quisieron llegar a un acuerdo, pero prefirió esperar la determinación del juez:

“Por fin van a girar unos oficios para que ambas partes nos hagamos la prueba de ADN que tanto tiempo estábamos esperando, solo falta enviar una documentación para que nos puedan dar la fecha, hora y lugar donde se vaya a hacer, y ya me tocará viajar con mi hija para hacernos la prueba, la cual vamos a pagar la mitad cada quien”.

-¿Cómo te sientes?
“Muy feliz, esa es la luz que me faltaba ver al final del túnel, porque al hacerse esa prueba, para mí ya es la culminación de esto; porque en octubre cumplo tres años de que interpuse la demanda y habíamos llegado a varios acuerdos, pero ellos los incumplieron. Yo sé que esta prueba va a salir positiva, yo sé que mi hija es hija de él y que se resolverían muchas cosas legales, y es lo que yo quiero y busco para mi hija”.

-Al escuchar esta noticia y voltear a ver a tu hija, dices: ‘¿Todo valió la pena?’
“Por supuesto, justo hace ratito que fui por ella al colegio y ya había hablado con mi abogado, la vi y dije: ‘Ya podré darle respuestas’; no solo quiero que él diga: ‘Le mando plata para ella’, sino yo quiero que convivan, que hagan ese lazo tan fuerte de padre a hija; siempre he dicho que un juez puede obligar que ayude o reconozca a un hijo, pero nadie lo va a obligar a él a sentir. Yo en el fondo siento que puede pasar y no pierdo la fe de que él quiera convivir con la niña, porque yo quiero que mi hija tenga un padre, aunque sea a la distancia; porque ella ya comienza a crecer y pregunta quién es su papá, y yo le digo que está lejos y que es algo complicado, cosas así. Espero que con esto, él también sabiendo que es su hija, de pronto actúe diferente, eso es lo que más me gustaría que pasara”.

-¿Ya le contaste a ella lo que dijo el juez?
“No, porque está todavía chiquitita, tiene 4 años, entonces aún no entiende mucho de esas cosas, y prefiero no hacerlo; lo único que quiero es cambiarle la historia, no tener que contarle de que tuve que llegar a todo esto con su papá. Para mí ya es un gran avance en este proceso”.

-¿Qué mensaje le mandas a Zague?

“Pues me imagino que él ha de estar supermolesto, la noticia no le va a caer muy bien, ya que es algo a lo que ha huido. Le dije que nos hiciéramos la prueba y dijo que no. En algún momento, él me había dicho que presentáramos a otra niña para que el resultado saliera negativo, y no quise. Creo que esto para él no fue una buena noticia. Yo no soy su enemiga, estoy abierta al diálogo, siempre y cuando mi hija no sea excluida y tenga los beneficios que un padre da”.

“Yo no pude viajar, porque me había dado COVID y todo lo arreglaron mis abogados, ellos asistieron a la audiencia y tenían órdenes de no aceptar nada, ya que en ocasiones anteriores aceptábamos sus convenios y a la mera hora se desaparecían; ahora quisieron proponerle un arreglo y mi abogado no quiso, explicándoles que preferimos irnos por la vía legal y no arreglar nada antes de la audiencia“.

-¿Te gustaría llegar a un arreglo, aunque el juez ya determinó que se la deben hacer?
“Por supuesto que quiero que nos hagan la prueba, sí o sí, porque no quiero que siga esa duda; desde que estaba embarazada quería hacerme la prueba, para que él se diera cuenta que sí es su hija y cambiara su forma de pensar”.

“Pues siempre hay como una reunión previa antes de que entre el juez a la sala, y es ahí donde puedes o no llegar a un arreglo; fue ahí que le dijeron que el abogado de él, le comentó que él estaba autorizado para proponerle un arreglo y mi abogado le contestó: ‘No, muchas gracias’, porque nosotros ya no creemos en ellos”.

“Claro que no, es que el abogado sabía que no tenemos que llegar a un arreglo, a pesar de ser muy benéfico para mi hija, pero nosotros no queríamos arriesgarnos a aplazar la audiencia. Ya estoy cansada, todo esto ya es muy agotador mentalmente; ya no quiero estar en la zozobra o ansiedad, la idea es que todo esto sea en beneficio de mi hija”, concluyó.