Submarino perdido: Alan Estrada ya había advertido sobre las fallas que tenia el sumergible
En 2022 el también actor y director contrató un tour por los restos del Titanic y lo documentó en su canal de YouTube.

En redes creen que el mexicano busca sacar provecho de lo sucedido.
/Youtube @alanxelmundo / Twitter: @OceanGate Expeditions
- Durante su viaje, se presentó fallas en la comunicación y en las luces del submarino
En las últimas horas, la desaparición del submarino Titán ha acaparado la atención de todos los medios digitales e impresos y es que el 18 de junio cuatro personas y el piloto del submarino, bajaron al océano Atlántico en busca de los restos del Titanic, pero a una hora y 45 minutos de sumergirse se perdió la comunicación.
OceanGate Expeditions es el nombre de la empresa que ahora es tendencia en Twitter y se dedica a ofrecer excursiones hasta el lugar donde yacen los restos del Titanic, experiencia que ya se ha ofrecido y han tomado otras personas y en el que nunca se había suscitado la pesadilla que hoy es noticia mundial.
Al menos no la de perderse en el océano, pues el viajero Alan Estrada, vivió una experiencia similar al visitar los restos del legendario barco y dónde afortunadamente documentó el viaje, y constató que su final pudo haber sido como el del pasado lunes y por el cuál ahora se lleva un rescate con menos de 24 horas para poder salvar a los tripulantes del sumergible.
Alan Estrada fue uno de los primeros civiles en viajar a bordo del sumergible Titan
El youtuber, conocido por su canal de viajes, Alan por el mundo, confirmó a través de su cuenta de Twitter que él mismo vivió la experiencia que ofrece la compañía OceanGate Expeditions por un costo de US$250 mil en el verano boreal de 2022.
En ese momento, durante su descenso junto al piloto Scott Griffith, co-piloto PH Nargeolet y los turistas Ron y Chelse pasó momentos de terror porque el submarino perdió comunicación durante más de una hora.
Durante su descenso junto al piloto Scott Griffith, co-piloto PH Nargeolet y los turistas Ron y Chelse pasó momentos de terror porque el submarino perdió comunicación durante más de una hora.
Y en la insistente búsqueda de recuperar la comunicación después de mucho tiempo se escucha decir: “Un último intento”, del piloto Griffith. Para ese momento, Titán ya se encontraba a 2 mil metros de profundidad y los riesgos de continuar sin comunicación con el exterior eran cada vez más grandes, así que los dirigentes tuvieron que comenzar un protocolo que consistía en interrumpir el descenso para poder regresar a la superficie con seguridad.
Afortunadamente y casi de sorpresa, la comunicación volvió y pudieron visitar los restos del Titanic. Sin embargo, en redes apuntan que su experiencia fue una advertencia, pues el submarino tenía algunos problemas, pues incluso aseguró: “es un sumergible experimental y los riesgos existen”.