Baby’O: Nostalgia y recuerdos a 6 días del incendio
El Baby’O brindó recuerdos a famosos como John Travolta a Michael Jackson, Elizabeth Taylor, Luis Miguel y Juan Gabriel, entre otros

El Baby’O era un bar
/Archivo y Hanzel Zarate
La noche del miércoles 29 de septiembre, la emblemática discoteca Baby’O, ubicada en la Costera Miguel Alemán del Puerto de Acapulco, Guerrero, quedó reducida a cenizas; ya que tres hombres rociaron gasolina en su interior para prenderle fuego al club nocturno preferido de celebridades nacionales y extranjeras, causando una gran consternación para todos aquellos que vivieron noches de fiesta inolvidables desde hace 45 años. A continuación te presentamos un recuento del antro más “chic” de todos los tiempos, el mejor de México y con fama internacional.
SU HISTORIA: AL INICIO NO FUE EL ÉXITO ESPERADO…
Baby’O fue fundada en 1976 por dos hombres jóvenes amigos: Eduardo Césarman y Rafael Villafañe, que habían pasado sus vacaciones en el Bello Puerto de Acapulco desde que eran niños y debido al encanto y amor que le tenían se unieron, Rafael tenía el terreno y Eduardo puso la inversión, así abrieron la famosa discoteca que nombraron así por una canción del cantante americano Dean Martin “Baby’O”, de 1962.
Baby’O fue fundada en 1976 por dos hombres jóvenes amigos: Eduardo Césarman y Rafael Villafañe, que habían pasado sus vacaciones en el Bello Puerto de Acapulco desde que eran niños y debido al encanto y amor que le tenían se unieron, Rafael tenía el terreno y Eduardo puso la inversión, así abrieron la famosa discoteca que nombraron así por una canción del cantante americano Dean Martin “Baby’O”, de 1962.
El martes 28 de diciembre de 1976 fue la primera noche del recinto, donde la elegancia y el glamour en el invierno del Puerto a todo lo que da, se dice que el primer tema en sonar aquella velada fue el de “Jungle Boogie”, de la banda negra Kool and the Gang, pero no fue el éxito esperado para los jóvenes dueños, ya que empezaron a sufrir la poca afluencia y no había ganancias, ya que sus amigos de 18 años iban con poco dinero y no salía ni para la nómina.
Fue hasta febrero del 77 que el éxito les llegó, ya que los dueños echaron la casa por la ventana con una fiesta de despedida y se convirtió en una noche de fiesta inolvidable, cerraron puertas, abrieron botellas de champaña y barra libre gratis, hasta las 6 de la mañana, siendo un rotundo éxito con su amigos e invitados; la magia y misticismo del lugar los envolvió, que desde esa noche quedaron encantados todos y comenzaron a llevar a amigos y más amigos.
Así comenzó a crecer el que se convertiría en el ícono de Acapulco, la afluencia de mujeres hermosas que venían de Estados Unidos y Canadá, entonces contrataron meseros galanes y preparados que hablaban inglés y logró ser el club nocturno favorito del jet-set, de las celebridades tanto nacionales como extranjeras, de la comunidad judía y de la alta sociedad por su exclusividad, atención y discreción que ofrecía.
No te pierdas: CDMX crea CURP para animales de compañía
LAS FIGURAS NACIONALES E INTERNACIONALES:
Al Baby’O llegaba todo mundo: artistas, empresarios, socialités, hijos de políticos y los mismos políticos. Mencionar los nombres de las figuras de talla nacional e internacional que bailaron, cantaron y disfrutaron del lugar sería interminable: Michael Jackson, Elizabeth Taylor, John Travolta ( bailó en la pista), Glorya Gaynor y Barry White improvisaron sus propios éxitos, mientras que Michael Jordan se olvidó del protocolo y llegó en shorts; Sylvester Stallone, Johnny Depp, Scarlet Johansson, Ryan Reynolds, Burt Reynolds estuvieron ahí.
Al Baby’O llegaba todo mundo: artistas, empresarios, socialités, hijos de políticos y los mismos políticos. Mencionar los nombres de las figuras de talla nacional e internacional que bailaron, cantaron y disfrutaron del lugar sería interminable: Michael Jackson, Elizabeth Taylor, John Travolta ( bailó en la pista), Glorya Gaynor y Barry White improvisaron sus propios éxitos, mientras que Michael Jordan se olvidó del protocolo y llegó en shorts; Sylvester Stallone, Johnny Depp, Scarlet Johansson, Ryan Reynolds, Burt Reynolds estuvieron ahí.
De los latinos, todos: Luis Miguel, Ricky Martin, Cristian Castro, Enrique Iglesias, Chayanne, Alejandra Guzmán, Paulina Rubio, Eiza González, El Buki y hasta el fallecido Juan Gabriel, Verónica Castro era cliente frecuente, su casa está a tres minutos y no fallaba una visita al menos cada mes; Andrés García fue visto con sus hijos Andrés y Andrea, mientras que Carlos Slim Jr. que tenía el privilegio de ser cliente pero también de practicar su gusto en las tornamesas se convertía en improvisado DJ. La magia del Baby’O es que nunca se sabe lo que pasa adentro, lo que pasa ahí, ahí se queda.
Obviamente Luis Miguel fue fan número del Baby ´O, ahí llegó con Aracely Arámbula y también con Kate del Castillo y demás conquistas, incluso grabó una emblemático capítulo de su bioserie en la discoteca en compañía de sus amigos de juventud Miguel Alemán jr. Y El Burro Van Rankin.
Todos los hijos de los presidentes en turno, desde el gobierno de José López Portillo ahí han estado, como el hijo de Peña Nieto, según dicen, sacando moneditas para pagar la cuenta durante los festivales Acapulco organizados por Televisa al mando de Raúl Velasco, el Hard Rock y el Baby’O fueron imagen del evento. La cena era en el Hard Rock y la fiesta en el Baby’O. Los cantantes y conductores que se presentaban durante el día tenían que llegar ahí en la noche para la alfombra roja.
PROTOCOLOS DE VESTIMENTA:
A diferencia de otros destinos turísticos como Puerto Vallarta, Cancún y Los Cabos donde los asistentes pueden ir a los antros en bermudas, playeras y sandalias, Baby’O se esforzó por preservar el glamour y la magia de antaño que lo caracterizó ya que ha sido la cuna de la moda, por eso exigía a sus clientes cumplir con un código de vestimenta elegante, formal, camisas, pantalones y zapatos de vestir.
A diferencia de otros destinos turísticos como Puerto Vallarta, Cancún y Los Cabos donde los asistentes pueden ir a los antros en bermudas, playeras y sandalias, Baby’O se esforzó por preservar el glamour y la magia de antaño que lo caracterizó ya que ha sido la cuna de la moda, por eso exigía a sus clientes cumplir con un código de vestimenta elegante, formal, camisas, pantalones y zapatos de vestir.
Además de contar con su sistema de cadeneros que hacían valer todo el cumplimiento de los requisitos del lugar, por ejemplo no aceptaban a los clientes en sandalias, ni tenis, ni bermudas y jeans, no hombres solos o grupos de puros hombres, solo con parejas o grupos mixtos, mujeres solas si o grupos de mujeres también y sólo con reservación previa. Para mantener la exclusividad y discreción del lugar no dejaban pasar a los guaruras de los clientes y ni tomar videos y fotos del lugar y los demás clientes, solo en tu mesa y de tu grupo.
LAS FIESTAS TEMÁTICAS:
El Baby’O ha sido también cuna de la moda, ya que el glamour y el estilo estaba presente desde que abría sus puertas hasta que cerraba, se llevaban a cabo fiestas como pijamadas donde las mujeres lucían sus más sexis atuendos, desfilaban desde las celebridades en baby doll, ligueros, shorts, negligés y tangas y hasta los hombres de todos los ámbitos empresarial, del jet-set y famosos, en pijama, bóxer o ropa interior, donde se armaban un ambiente único y todos con sus tragos.
El Baby’O ha sido también cuna de la moda, ya que el glamour y el estilo estaba presente desde que abría sus puertas hasta que cerraba, se llevaban a cabo fiestas como pijamadas donde las mujeres lucían sus más sexis atuendos, desfilaban desde las celebridades en baby doll, ligueros, shorts, negligés y tangas y hasta los hombres de todos los ámbitos empresarial, del jet-set y famosos, en pijama, bóxer o ropa interior, donde se armaban un ambiente único y todos con sus tragos.
Tanto acapulqueños, nacionales, americanos y europeos llegaban a la más esperada de todas, la tradicional fiestas de togas, que se llevaba a cabo cada año, pues esta fecha era la ideal para lucir prendas al estilo romano, con túnicas, tacones altos y guirnaldas como uno de los mejores accesorios y a las cuales las celebridades disfrutaron al máximo. Otras de las más esperadas era la del 31 de diciembre donde año tras año fueron fiestas inolvidables y recibían el año o lo iniciaban y se prolongaban hasta la tarde del 1 de enero y no se diga la del sábado de de la final del Abierto Mexicano de tenis, de las más concurridas.
LA MÚSICA
Otra de las experiencias mágicas de esta discoteca eran los palomazos. Las grandes figuras llegaban, estaban felices y el lugar se convertía en un karaoke de lujo. Ahí se ponía música en español e inglés de todas las épocas, desde los Bee Gees hasta Belinda con Sapito y Danna Paola con Oye Pablo, nunca música de banda o grupera ni baladas, a menos que un clientazo hiciera una petición especial. La música iba cambiando conforme se fueran poniendo “contentos”. Se caracterizaba por ser la discoteca con el mejor equipo de audio, video e iluminación de México, de hecho apenas hace 4 meses se había cambiado todo el equipo con iluminación robótica.
Otra de las experiencias mágicas de esta discoteca eran los palomazos. Las grandes figuras llegaban, estaban felices y el lugar se convertía en un karaoke de lujo. Ahí se ponía música en español e inglés de todas las épocas, desde los Bee Gees hasta Belinda con Sapito y Danna Paola con Oye Pablo, nunca música de banda o grupera ni baladas, a menos que un clientazo hiciera una petición especial. La música iba cambiando conforme se fueran poniendo “contentos”. Se caracterizaba por ser la discoteca con el mejor equipo de audio, video e iluminación de México, de hecho apenas hace 4 meses se había cambiado todo el equipo con iluminación robótica.
Típico de toda discoteca, el cliente hacía una petición de algún hit pero como suele suceder, el DJ, no pelaba, son tan divas como cualquier estrella de cine, aunque si llega un cliente que paga 80 mil pesos ,pues sí, ahí le ponían lo que pedía. Mijares, Belinda o El Buki entre muchos otros, cantaron en esa pista sus propios éxitos. Incluso el Costeño dio un show gratis durante 20 minutos. No hay protocolos en ese sentido pero es un antro de amigos de mucho dinero, de muchos amigos famosos, en ningún otro lado pasa lo que en el Baby’O, por eso todo mundo quería llegar y vivir la experiencia.
LAS BEBIDAS, LA COMIDA, LOS PRECIOS
El Baby´O no fue un lugar accesible para todos. El precio del cover era el mismo, variaba de acuerdo a la ocasión; costaba desde 100 pesos hasta 4 mil pesos en fin de Año. Las fechas emblemáticas eran precisamente el 31 de diciembre y la final del Abierto de tenis que se realiza en febrero o marzo. La noche de la final del abierto era la mejor de todas.
El Baby´O no fue un lugar accesible para todos. El precio del cover era el mismo, variaba de acuerdo a la ocasión; costaba desde 100 pesos hasta 4 mil pesos en fin de Año. Las fechas emblemáticas eran precisamente el 31 de diciembre y la final del Abierto de tenis que se realiza en febrero o marzo. La noche de la final del abierto era la mejor de todas.
El costo de las bebidas va desde los 12 mil pesos por una botella de Johny Walker azul; una botella de 3/4 de Bacardi blanco costaba 3 mil 800 pesos mientras que en una tiendita cuesta alrededor de 180 pesos; una sola copa de perla negra 340 pesos. La bebida de la casa: El baby mango, ahí nació por creación de un ex gerente llamado Rodolfo III. La receta: una mezcla de hielo frappe, jugo de mango, vodka, miguelito y chamoy. Una jarra costaba mil 500 pesos.
Se dice que la mejor pizza de Acapulco es la que se servía en el Baby’O, preparada a la leña. La comida no era cara, y sí muy buena: la carne con chile, los chilaquiles eran para chuparse los dedos. La bebida estandarte era el vaso de un famoso polvo sabor chocolate con leche. Los clientes a las 4-5 de la mañana pedían su jarra sin fallar.
LAS LOCACIONES:
Debido a su fama internacional sirvió de escenario perfecto para gran cantidad de telenovelas, series, videos musicales y películas: Entre las que destacan, “Muchachitas”, “Acapulco, cuerpo y alma”, “Amigas y rivales”, las primeras dos temporadas de el reality show “Acapulco Shore”, la primera temporada de “Luis Miguel: La Serie” y la última vez que se usó de locación fu para e la serie de “40 y 20” donde “La Toña” (Michelle Rodriguez) salió bien borracha del antro favorito de Luis Miguel y donde quedó inmortalizado el emblemático antro chic de Acapulco.
Debido a su fama internacional sirvió de escenario perfecto para gran cantidad de telenovelas, series, videos musicales y películas: Entre las que destacan, “Muchachitas”, “Acapulco, cuerpo y alma”, “Amigas y rivales”, las primeras dos temporadas de el reality show “Acapulco Shore”, la primera temporada de “Luis Miguel: La Serie” y la última vez que se usó de locación fu para e la serie de “40 y 20” donde “La Toña” (Michelle Rodriguez) salió bien borracha del antro favorito de Luis Miguel y donde quedó inmortalizado el emblemático antro chic de Acapulco.
DESDE LA PANDEMIA HASTA EL DÍA DEL INCENDIO.
Baby’O fue la primera discoteca en cerrar sus puertas debido a la pandemia, dos semanas antes que todos los demás, la última noche del puente de marzo. Rafael Villafañe, estaba en la India donde estaba muy fuerte el contagio por covid, logró salir gracias a la embajada porque ya estaban en cuarentena, espantado, le dijo a su socio que tenían que cerrar ya porque venía fuertísimo el tema de los contagios.
Baby’O fue la primera discoteca en cerrar sus puertas debido a la pandemia, dos semanas antes que todos los demás, la última noche del puente de marzo. Rafael Villafañe, estaba en la India donde estaba muy fuerte el contagio por covid, logró salir gracias a la embajada porque ya estaban en cuarentena, espantado, le dijo a su socio que tenían que cerrar ya porque venía fuertísimo el tema de los contagios.
A partir de la pandemia fue la única discoteca de Guerrero a la que el gobierno le inyectó recursos para seguir pagando a los empleados; el Baby no era sólo el lugar de la diversión, símbolo de la vida nocturna y del glamour de lo que alguna vez fue el destino turístico más importante del país, era el ícono de Acapulco. En Baby había 80 empleados. A partir del 2002 sólo se abría de jueves a sábado; antes todos los días.
Hoy día, el turismo estadounidense si acaso es del 10%, el resto el turismo nacional, en su mayoría jóvenes pero con poco poder adquisitivo. Aún no se sabe si Baby’O será rehabilitado, Lalo Cesarman, uno de los dueños, dijo que evaluarán si vale la pena volverlo a abrir o no. Aunque en reunión con empresarios locales trascendió que están planeando su reapertura en diciembre, si no sucede será un golpe muy fuerte para Acapulco porque es ícono del destino.
No habían abierto desde hace 1 año, 7 meses. Las pérdidas fueron millonarias, aún cuando tuvieron el apoyo del gobierno. Como pensaban reabrir invirtieron alrededor de 4 millones en equipo nuevo. Los servicios y los impuestos se siguieron pagando . Hace unos meses a los empleados operativos les dieron las gracias para que buscaran trabajo en otros lados y cuando mejorara la situación, tendrían las puertas abiertas. Hoy, debido al incendio provocado el pasado 29 de octubre, alrededor de las 21:30 horas es incierto el futuro de la diversión nocturna en Acapulco, en el lugar donde las paredes forradas de arena de mar, guardaron tantas y tantas historias.