¿Tu lomito tiene comportamientos agresivos? Aprende las causas y cómo evitarlos
Si tu peludo tiene conductas agresivas, lo más frecuente es que entres en negación. Es horrible enfrentarse al hecho de que tu mejor amigo es peligroso. Pero negarlo no va a resolver nada y solo hará que el problema crezca si no es atendido.
Echarle la culpa a la vecina que lo asusta con la escoba o a los niños de la cuadra que lo molestan tampoco va a solucionar el problema.
Claro que no está padre que lo asusten y molesten, pero no se trata de encontrar al culpable, sino la solución. Además de la tristeza y daño que puede generarte, no atender el asunto te puede meter en problemas legales.
Una vez que aceptes que tienes un problema, lo siguiente será evaluar los recursos con que cuentas para hacerle frente. Yo te podría decir que contrates un etólogo y psicólogos para toda la familia, además de medicamentos antiestrés y que no haga menos de tres horas al día de ejercicio.
Pero eso querría decir que tienes tiempo, dinero y energía suficiente para hacer todo eso. Por lo que te presento cuatro opciones para que escojas la que se adapte a tus recursos:
- Cambio de contexto: Controlar el espacio en el que se desenvuelve para que no tenga contacto con posibles detonantes ni con posibles víctimas de su agresión.
- Un nuevo hogar: Si no tienes el tiempo, el dinero y la energía suficiente para atenderlo, a la mejor hay alguien que sí. Es posible que tú seas parte de los factores que lo detonan. Esta nunca es la opción favorita y debes asegurarte de que en su nuevo hogar tienen toda la información respecto al problema que van a enfrentar.
- Sacrificio: Auch, ni quisiera ponerlo, pero a veces es la única opción segura o caritativa aceptable.
- Tratamiento: Enseñarle estrategias de comportamiento y adaptación.
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Signos de agresividad
La agresividad es un comportamiento adaptativo que se supone que les ayuda a conseguir lo que quieren o que les ayuda a escapar o evitar aquello que no quieren, a lo que le tienen miedo o que los amenaza. Los signos de la agresividad pueden ser:
- Morder
- Gruñir
- Tirar la mordida
- Enseñar los dientes
- Ladrar de forma amenazante
- Caminar rígido
- Erizar el pelo del lomo
- Cola alta
- Pupilas dilatadas
- Boca cerrada antes de un ataque activo
Sin embargo, morder, que es la expresión más clara de agresividad, puede tener varias razones:
- porque no sabe jugar o
- porque está amenazando o advirtiendo.
Clasificación de agresividad
La agresividad se clasifica en relación con su desencadenante:
- Territorial: Cuando protege su territorio de otros animales o personas.
- Protección: Cuando se defiende a sí mismo o a sus seres queridos de una amenaza percibida.
- Miedo: Cuando se siente amenazado o asustado.
- Juego: Cuando juega de forma demasiado brusca.
- Frustración: Cuando no puede conseguir lo que quiere.
Causas de la agresividad
Factores genéticos: Hay genes que regulan la liberación y acción de neurotransmisores, como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina que están involucrados en una variedad de funciones, incluyendo el ánimo, la agresión y la ansiedad. O en las interacciones sociales, incluyendo la agresión y la dominancia.
El desarrollo cerebral anormal puede aumentar el riesgo de agresión. La presencia de estos genes no garantiza que sean agresivos, pero tendrán una predisposición genética a mostrarse agresivos en respuesta a ciertos desencadenantes, como el miedo, la ansiedad o la frustración.
Factores ambientales: La exposición a situaciones traumáticas, como el maltrato o el abandono también aumenta el riesgo de agresividad.
Factores de aprendizaje: Puede aprenderse por observación o por refuerzo positivo.
Aprende a corregirlo
Si ya tienes un caso de agresividad, es importante buscar ayuda profesional. Un etólogo puede evaluar el caso y desarrollar un plan de tratamiento personalizado. El tratamiento puede incluir:
Modificaciones de conducta: El etólogo puede enseñarte cómo modificar el comportamiento del animal para que sea menos agresivo.
Fármacos: En algunos casos, los fármacos pueden ayudar a controlar la agresividad.
Prevención
Desde antes de su nacimiento es importante evitar el apareamiento endogámico. Los animales que se reproducen endogámicamente tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades hereditarias, problemas de desarrollo y problemas de comportamiento.
Una vez que tu peludo ha llegado contigo la mejor manera de prevenir las conductas agresivas es proporcionar una educación y socialización adecuadas. Se debe exponer desde una edad temprana a diferentes personas, animales y situaciones para que aprenda a interactuar de forma positiva y sin miedo.
Otra recomendación es proporcionarle suficiente ejercicio y estimulación. Si están aburridos y estresados son más propensos a la agresividad.
Cuando la agresividad es causada por estrés entonces se vuelve importante gestionarlo. Los signos de estrés son:
- Jadeo rápido leve o profundo forzado
- Falta de atención o concentración
- Patas sudorosas
- Bostezar
- Hiperactividad
- Mayor frecuencia de idas al baño
- Vómitos y diarrea
- Estirarse (cuando no se acaba de levantar)
- Sacudirse como si acabara de salir del baño
- Confusión
- Automutilación (por ejemplo morderse la cola)
- Lamerse de manera excesiva (acicalarse), dormir en exceso.
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