Meghan Markle, la royal que rompió el protocolo real británico en más de una ocasión
En nuestro martes de TVNotas en colaboración con La-Lista te contamos que la esposa del príncipe Harry se rebeló en más de una ocasión contra las estrictas normas de la familia real británica.
Instagram: @sussexroyal
Meghan Markle nació el 4 de agosto de 1981 en Los Ángeles, California, donde inició su camino hacia el estrellato como actriz. Poco a poco se convirtió en un rostro conocido en Hollywood, especialmente por su papel en la popular serie Suits. Sin embargo, saltó a la fama mundial cuando su romance con el príncipe Harry, el hijo menor de Lady Di y el príncipe Carlos, se hizo público en 2016.
En 2018, al casarse con Harry, Meghan abandonó sus aspiraciones cinematográficas para integrarse a la familia real británica, un mundo regido por estrictas normas y protocolos. A pesar de sus intentos por adaptarse, encontró difícil ajustarse a las rígidas reglas del Palacio.
En una entrevista con Oprah Winfrey en marzo de 2021, reveló que nunca logró adaptarse completamente, pues tuvo que renunciar a la libertad a la que estaba acostumbrada.
Incluso confesó que, al comenzar su relación con Harry, desconocía prácticamente todo sobre la familia real británica y sus protocolos. Por lo que tuvo que tomar clases para aprender cómo comportarse frente a la reina Isabel II.
En el documental que hicieron para Netflix titulado Harry y Meghan, la exactriz describe con detalle su primer encuentro con la abuela de su novio en octubre de 2017. “Estábamos en el coche e íbamos a Royal Lodge a almorzar, y él me dijo: '¡Oh!, mi abuela está aquí y va a venir después de la misa. Sabes cómo hacer una reverencia, ¿verdad?’ Y entonces pensé que era una broma”, recordó la duquesa de Sussex.
Así que su desconocimiento –o quizás rebeldía– la llevaron a romper, en más de una ocasión, las estrictas reglas y protocolos de la familia real británica.
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Las veces que Meghan Markle rompió el protocolo real
A pesar de haber tomado clases para adaptarse a su nueva vida como esposa del príncipe Harry, no lo consiguió del todo. Meghan Markle rompió en numerosas ocasiones las estrictas normas de la familia real.
Por ejemplo, el 27 de noviembre de 2017, cuando anunciaron su compromiso en los jardines del palacio de Kensington, Meghan usó un abrigo de la firma Line the Label y zapatos de Aquazzura, pero los expertos en realeza notaron que le faltó algo: unas medias color carne que son el complemento estilístico primordial en las normas de protocolo de la reina Isabel II.
No fue la primera vez, tampoco usó medias en los premios Endeavour Fund en febrero de 2018 y en otras salidas informales, quizás Meghan intentaba modernizar el estricto protocolo de la abuela de Harry.
La exactriz también rompió el protocolo real en diciembre de 2018, cuando llegó vestida de negro a la tradicional misa de Navidad celebrada en la iglesia de Santa María Magdalena en Sandringham. Según las reglas de la familia real, el negro está reservado para eventos fúnebres.
La tradición real exige que las mujeres de la monarquía usen faldas o vestidos en actos públicos, pero Meghan Markle optó por pantalones, desafiando esta norma. Kate Middleton también ha usado pantalones en actos públicos, pero con menor frecuencia.
Meghan tampoco podía cruzar las piernas, pues así lo indica el protocolo real, pero ella decidió ignorarlo cuando disfrutaba de los juegos Invictus de 2022 en La Haya, Holanda.
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Si hablamos de muestras de afecto, sería imposible hacerlo frente al público y las cámaras. Pero la ahora empresaria desafió esta regla y besó a su esposo en un evento de caridad en julio de 2018.
Uno de sus últimos desafíos al protocolo real ocurrió durante el tributo a la reina Isabel II en Escocia, tras su fallecimiento. Meghan sorprendió al darle un abrazo a una joven que se lo pidió, un gesto prohibido por las normas de la familia real. Ella decidió seguir sus propias reglas, pues al final ya no forma parte de la familia real británica.
La-Lista de “transgresiones” que realizó Meghan Markle fueron notables, pero no únicas. Su suegra, Diana de Gales, también desafió las estrictas normas de la monarquía, sin mucho éxito. La familia real británica sigue siendo una de las monarquías más exigentes en cuanto a protocolo, y parece ser que así seguirá hasta el fin de los tiempos.
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