Jennette McCurdy habla sobre su batalla contra la anorexia y la bulimia
La exestrella de iCarly confesó que sufrió de trastornos alimenticios a causa de su madre.
Desde hace ya algún tiempo, Jennette McCurdy ha hablado sobre la difícil relación que sostuvo con su madre, sin embargo en sus más recientes declaraciones la hizo responsable de los trastornos alimenticios que sufrió cuando apenas era una adolescente.
La exestrella de Nickelodeon reveló a la revista People que mientras protagonizaba la famosa serie de iCarly, luchó en secreto contra la anorexia y la bulimia, algo que fue motivado por nada más y nada menos que su madre, Debbie McCurdy.
Jennette aseguró que a la edad de 11 años su madre le presentó la alimentación restrictiva; incluso la enseñó a contar las calorías que consumía a diario: “Mi mamá dijo que podía enseñarme a contar calorías y que podíamos ser un equipo, pero que tenía que mantenerlo en secreto. Pensé que era una oportunidad para ella y yo estuviéramos más unidas”, dijo en la charla.
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McCurdy seguró que llegó un momento donde vivía con mil calorías al día y que en ocasiones trataba de consumir menos para que su mamá se sintiera orgullosa de ella. Asimismo, reveló que nadie en el set sabía que ella estaba luchando contra este desorden, pues había decidido mantenerlo en privado: “Irónicamente, la marca de mi personaje es que le encanta la comida… Tenía escenas en las que se suponía que debía estar comiendo y tenían un balde para escupir, pero me aterrorizaba que todavía quedaran calorías en mi cuerpo”, agregó.
Todo se complicó cuando cumplió 18 años y su madre fue diagnosticada con cáncer por segunda vez, fue ahí cuando se refugió en la comida y consumía todo lo que tenía a la vista. El peor momento de su enfermedad llegó en 2013, cuando su mamá perdió la batalla, entonces Jeanette comenzó a purgarse y confesó que llegaba a vomitar hasta 10 veces al día: “La bulimia se apoderó de mi vida muy rápidamente… Era un trabajo de tiempo completo, así que no había espacio para lidiar con los problemas o llorar a mi mamá”, declaró.
La joven de ahora 29 años, señaló que hubo dos momentos claves en los que se dio cuenta que debía pedir ayuda, uno de ellos sucedió en la casa de Miranda Cosgrove, y es que se encontraba vomitando en el baño de su compañera cuando se desmayó. El segundo fue en un avión, pues perdió un diente debido a que los ácidos del estómago habían desgastado el esmalte.
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