Al perder exclusividad en Televisa, Aarón Hernán se fue a La Casa del Actor
El primer actor de 88 años dejó su casa en 2018.
Al perder exclusividad en Televisa, Aarón Hernán se fue a La Casa del Actor
/Alejandro Pasos
Aarón Hernán, de 88 años, quien cuenta con una trayectoria de más de 60, desde mediados de 2018 decidió irse a vivir a La Casa del Actor, en la CDMX, debido a que se quedó sin trabajo y además le quitaron su exclusividad en Televisa.
Platicamos con el primer actor, quien nos contó que aunque en un principio llegó con su esposa Oli, ella decidió regresar con su familia y él eligió quedarse.
-Don Aarón, ¿cómo está?
“Muy bien; así como me ves, me siento”.
-¿Cómo es su vida en La Casa del Actor?
“Pues de pura felicidad”.
-¿Por qué decidió venirse a vivir aquí?
“Mi memoria ya no es la misma de antes, además me quedé sin trabajo en Televisa cuando la economía empezó a venirse para abajo en todos lados”.
-¿Su esposa dónde está?
“Vivía antes aquí, pero ahora Oli vive con uno de mis hijos; se fue hace tiempo, así lo quiso porque ya no se sentía a gusto, y yo decidí quedarme aquí. Aunque nos vemos muy seguido, la extraño mucho”.
-¿Y por qué usted no se fue con su familia?
“Mis hijos no deseaban que estuviera aquí, querían que viviera con ellos, pero ya tienen su vida hecha y no quiero ser una carga. Además aquí me puede salir trabajo, una película donde
necesiten viejitos, yo podría hacer el papel”.
-¿Cómo está de salud?
“Bien, con los achaques de la edad, pues la energía no es la misma, ni los movimientos del cuerpo, pero me siento bien”.
-¿Se siente solo?
“No, estar con compañeros es un estímulo diario, recordamos vivencias pasadas, tenemos bohemias cada ocho días, vienen cantantes y armamos la fiesta. Además mis hijos y mis nietos vienen a verme cada que pueden, somos muy unidos”.
-¿Cómo vive esta etapa de su vida?
“Me ha ido muy bien, estoy muy contento de vivir aquí”.
-¿En este momento cuál es su deseo?
“Seguir amando la carrera de actor, la extraño y espero hacer algo pronto”.
-¿Le teme a la muerte?
“No, le temo al dolor y ojalá que nunca caiga en una enfermedad incurable, porque ahí sí ya no se puede hacer nada”, finalizó.
