Juan “El elegante” Martínez quiere noquear a los delincuentes de la CDMX
“Quiero llegar a ser un buen mando, un buen elemento, de la Secretaría de Seguridad Cudadana, que hablen de mí por haber llegado lejo en la policía”

Juan “El elegante” Martínez quiere noquear a los delincuentes de la CDMX
/Mancera, Manterola, Mejía, Morales y Ordóñez
Combatir la delincuencia en las calles, resguardar la seguridad de la ciudadanía y conectar jabs de zurda y ganchos de derecha para noquear a los rivales en el ring son actividades que parecieran contrastantes, pero que forman parte del día a día de Juan El Elegante Martínez, un policía preventivo de la Ciudad deMéxico, de apenas 25 años de edad, quien combina su oficio con el boxeo.
-Juan, ¿por qué elegiste ser policía?
“Por herencia familiar, mi papá fue policía y de ahí nació mi gusto. Ingresé a los 19 años a la policía auxiliar. Bien dicen que a quien le gusta su trabajo en realidad no trabaja, y a mí me pasa eso, yo me pongo con gusto mi uniforme y salgo a patrullar”.
-¿Y boxeador?
“El boxeo llegó a mi vida desde que estaba muy chavito; a la edad de 7 años, mi papá me llevópor primera vez al gimnasio para que le pegara al costal, porque era muy travieso e hiperactivo, y así me tranquilizaban”.
-¿Después qué sucedió?
“A los 12 años, mis entrenadores me decían que era bueno, que pegaba duro, y me prepararon para mi primera pelea amateur, que gané por knockout al primer round. Hice un total de 25 peleas amateur, de las cuales gané 22, pero me alejé del box año y medio”.
-¿Qué pasó?
“Principalmente, por falta de tiempo, pero cuando ingresé a la policía auxiliar me apoyaron y me motivaron para continuar en el boxeo; logré debutar como profesional y ahorita tengo un récord de cuatro peleas ganadas, ninguna derrota”.
-Dinos, ¿qué tan difícil es combinar ambas actividades?
“Ha sido difícil, ya que no falta quién te ponga trabas. Ha habido mucha gente que me ha apoyado en mi trabajo para que pueda entrenar, pero hay otros a los que no les importa. Ambas disciplinas requieren de mucho tiempo y esfuerzo”.
-¿Cómo es tu rutina diaria?
“Desde que me eligieron a principios de este año entré al grupo de auxiliares que pasamos a la policía preventiva, entro a las 6:30 de la mañana, me formo y, una vez que acaba la formación y tengo el servicio del día, me pongo a entrenar de 7:30 a 10 de la mañana, al aire libre; salto la cuerda y hago sombra. Después me reincorporo a mi servicio y termino hasta las 7:30 de la noche. Al otro día, me levanto temprano para ir a entrenar al gimnasio, unas tres horas”.
-¿En dónde sientes más miedo, en las calles o en el ring?
“En las calles, porque arriba de un ring, aunque no te sientes cien por ciento confiado, sabes a lo que vas, pero en la patrulla no sabes con qué te toparás cuando vas a un llamado de emergencia; te pueden recibir a balazos, haber un incendio o una riña, nunca se sabe”.
-¿Si tuvieras que elegir entre la policía y el box, con cuál te quedarías?
“Con el boxeo, por las satisfacciones que me ha dado a nivel deportivo y el reconocimiento de la gente”.
-Cuéntanos, ¿cuál es tu sueño en la policía?
“Ser un buen mando, un buen elemento de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, a quien todo el mundo reconozca y que hablen de mí por haber llegado lejos en la policía”.
-¿Y en el boxeo?
“Ser campeón mundial y dejar un legado como El Elegante Martínez, que digan que tenía una pegada dura”.
-¿Por qué te dicen El Elegante?
“Dicen que mi boxeo es bonito, que tengo un buen parado en el ring, que es elegante, y también porque siempre salgo bien uniformadito para mis peleas”.
-¿Quién es tu inspiración en el boxeo?
“El Canelo Álvarez, por su estilo de boxeo, su pegada y porque siempre anda elegante, pero su forma de ser no es faramallosa”.
-Sabemos que eres originario de Peralvillo, uno de los barrios más peligrosos de la CDMX, ¿qué tan difícil fue crecer ahí?
“No lo fue tanto porque, por fortuna, mis padres siempre estuvieron al tanto de mí, de que no anduviera de maldoso o tuviera malas amistades.
-Platícanos, ¿qué significa para ti ser un ejemplo para los jóvenes de la zona?
“Para mí es un orgullo que me vean en la calle y me señalen por cosas buenas, que digan: ‘Ese chavo es de la colonia, es policía y también es boxeador profesional; es buena onda y muy humilde’. Me gusta que se den cuenta de que soy un buen deportista y un buen servidor público”, concluyó.