Mayra Rojas se hundió en la depresión al estar sola y sin trabajo

Mayra Rojas se hundió en la depresión al estar sola y sin trabajo

Mayra Rojas está superando su depresión, gracias a que toma terapia y medicamentos.

Mayra Rojas está superando su depresión, gracias a que toma terapia y medicamentos.

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Alejandro Pasos

Mayra Rojas está superando su depresión, gracias a que toma terapia y medicamentos.
Alejandro Pasos

Mayra Rojas logró sacar adelante a su hija y dar un cambio de 180º en su vida.

En dos años la vida le cambió radicalmente a Mayra Rojas: en 2015 el cáncer le arrebató a su hermana Lorena (q.e.p.d.), cuya última voluntad fue que se hiciera cargo de su pequeña Lucianna, y en 2017, finalizó su relación con Francisco Ramírez, a quien considera el amor de su vida. A cuatro años de distancia, la actriz de 53 se sinceró con nosotros y nos confesó que aunque ante los medios y por sus hijos se ha hecho la fuerte, desde entonces lucha contra la depresión, la cual afortunadamente está superando gracias a que toma terapia y medicamentos.
-Mayra, ¿cómo has estado?
“No te voy a mentir, me ha tocado vivir cuatro años complicados. La muerte de mi hermana (Lorena Rojas) fue la primera de varias pruebas que me puso la vida: la responsabilidad de quedarme con Lucianna, quedarme soltera y entrar a la menopausia. Pasé por una etapa muy difícil en la que no supe controlar todo lo que estaba viviendo y eso me llevó a sufrir una fuerte depresión”.
-Sin embargo, aparentabas mucha fortaleza...
“Siempre me he considerado una mujer independiente y fuerte, pero hay cosas que nos superan. De pronto nos ponemos un disfraz de superhéroe y creemos que podemos con todo, pero de repente esta capa de superhéroe se te enrolla en el cuello y te ahogas, y esa falta de aire es la depresión que ya se coló a tu vida”.
-Mucha gente pensaría que alguien como tú, famosa, con cierta posición económica y con una familia no podría deprimirse, ¿por qué te pasó?
“Lo que pasa es que estamos muy poco informados sobre esta enfermedad. Hay diferentes tipos de depresión y cualquiera puede padecerla; la mía era una disfrazada”.
-¿Cómo la identificaste?
“Yo no me daba cuenta de que estaba deprimida hasta que hace dos años Odín Dupeyrón me dijo: ‘¿Por qué estás tan enojada con el mundo?’”.
-¿Por qué te dijo eso?
“Porque yo no lloraba, mi manera de afrontar el dolor era enojarme de todo y con todos. Un día Odín me dijo: ‘Mayra tienes razón para estar enojada porque la vida no ha sido linda contigo en estos últimos años, pero no está bien cómo estás, necesitas terapia’”.
Mayra Rojas está superando su depresión, gracias a que toma terapia y medicamentos.
Mayra Rojas está superando su depresión, gracias a que toma terapia y medicamentos.

-¿Y la tomaste?
“Sí, comencé a tomar terapia y gracias a ésta comprendí que mi depresión se dio por muchos factores: porque no viví el duelo de la muerte de Lorena debido a que en mí recayó la obligación de cuidar a Lucianna. Mientras toda mi familia estaba deshecha, yo me puse el disfraz de ‘Mujer Maravilla’ cuando lo que necesitaba era llorar, porque yo también estaba destrozada por dentro”.
-Hay gente que piensa en el suicidio, ¿a ti qué fue lo más grave que te pasó en la depresión?
“No, jamás se me atravesó por la cabeza suicidarme y renunciar a mis hijos y mi familia, aunque admito que hubo días en los que la depresión no me permitía ver lo afortunada que era de contar con una familia maravillosa y tener una carrera respetable, pero de pronto esta misma depresión no me dejaba reconocer todas estas cosas maravillosas”.
-¿Qué tanto influyó la responsabilidad de criar a Lucianna?
“Amo a Lucianna, y aunque criarla implicó cargarme de energía para volver a ser una madre y criar y educar, lo más difícil fue la disputa que tuve por ella con su papá, Jorge (q.e.p.d)”.
-¿A qué te refieres?
“Aunque la última voluntad de Lorena fue que yo cuidara a su hija, mucha gente me atacaba como si yo hubiera hecho algo malo, como si se la hubiera arrebatado a alguien. Fue muy doloroso porque yo llevo 27 años de carrera y en mi vida nadie me había juzgado ni dicho cosas tan horribles. Yo decía: ‘¿Por qué me estoy mereciendo esto?, si lo único que estoy tratando es de resolver lo que mi hermana dejó pendiente y de hacerme cargo de una chiquita que al final se quedaba desamparada’”.
-La separación con tu pareja de 10 años, Francisco, fue también un cambio importante en tu vida...
“Claro. Si una separación normalmente duele, en ese momento fue como la estocada final”.
-¿Por qué terminó su relación?
“Porque yo no estaba bien a causa de la depresión. Tristemente cuando uno está molesto con la vida con quien se desquita más es con la pareja. Francisco me apoyó mucho, pero yo era insoportable, él me decía ‘mi alma’ y yo ya estaba sacando las garras y los dientes, eso fue parte de lo que detonó la separación”.
-Pero se siguen viendo por Lucianna...
“Sí, nos seguimos viendo y él no deja de apoyarme. Lucianna está creciendo rodeada de amor. El otro día hizo un árbol genealógico donde dibujó que tiene dos mamás, una en el cielo y otra en la Tierra. Y también dice que tiene dos papás, (Octavio Burgueño) el de sus hermanos y (Francisco Ramírez) el que le paga la escuela”.
-¿Francisco le paga la escuela?
“Sí, Lucianna está muy apegada a él y Paco incluso la ha acompañado a clases. Una vez Lucianna llegó a la casa y me dijo: ‘Vino mi papá’, y a mí me dio mucha ternura. Me encanta que Francisco la ame y la proteja”.
¿Cómo acordaron que él pagara la escuela?
“Hace dos años, cuando ya nos habíamos separado, Francisco me dijo: ‘Quiero apoyarte, dame chance de pagar la escuela’, y me pareció un detalle padrísimo. Paga el año escolar de un jalón y yo me encargo de todos los gastos de Lucianna”.
Mayra Rojas está superando su depresión, gracias a que toma terapia y medicamentos.
Mayra Rojas está superando su depresión, gracias a que toma terapia y medicamentos.

-Tu situación era complicada, ¿fue más difícil afrontarla sola?
“No te voy a mentir, fue muy duro, pero de cierta forma me permitió concentrarme en mí y en mis hijos, y en lo que se me vendría”.
-¿A qué te refieres?
“De por sí vivía algo complicado y me llegó la menopausia, que me pegó con tubo. Tenía cambios de estado de ánimo por la descompensación hormonal y ningún médico quería recetarme sustitutos hormonales por el antecedente de que mi hermana murió de cáncer”.
-Por si esto no fuera poco, también te quedaste sin trabajo...
“Esa fue otra; en ese inter, TV Azteca ya no me dio trabajo y en Televisa estaba vetada. A partir de entonces sí he tenido trabajo, pero no con aquel ritmo que tenía, que era una telenovela por año. Comencé a volver a hacer audiciones, como actriz que está empezando, y ahora las redes sociales son muy importantes, los productores terminan contratando a chavos que tienen miles de seguidores, y yo soy una mamá que no tiene tiempo para estar subiendo selfies”.
-¿Te sentiste depreciada?
“Sí. Lo más difícil fue llegar a las empresas extranjeras y que me dijeran: ‘Híjole, no te conozco’. Que me dijeran eso fue un golpe tremendo a mi ego”.
-¿Hoy cómo estás?
“Hoy sigo yendo a terapia y tomo un ansiolítico, porque mi lucha contra la depresión no termina, pero ya estoy mejor. Sigo con mis cursos para hacer jabones, hace poco actué en un unitario de Televisa y próximamente participaré en una serie. Voy a salir adelante por Lucianna y por mis otros hijos”, finalizó.
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