Cuñada de Yuya revela el calvario que vivió en el hospital
“Hubo un momento en el que sentía que fallecía, segundos sin dolor y sin tristeza”, revela Paola Poulain.
/IG
El pasado 7 de noviembre, se dio a conocer que Sergio Castrejón, hermano de Yuya, y su esposa Paola Poulain perdieron a sus bebés tras una cesárea de emergencia, luego de que Pao padeció una severa infección en el riñón.
Ahora, es la joven quien revela el calvario que vivió mientras estuvo hospitalizada y al borde de la muerte.
“Esa foto fue la última que me tomé con mi pancita y después todo se fue cuesta abajo, fiebre intensa, dolor, migraña, cansancio… Nada ni nadie podría predecir lo que sucedería, la película de terror por la que pasaríamos, pero mi familia nunca me abandonó y Sergio y yo estuvimos más unidos que nunca”, comenzó a relatar la también influencer.
“Les contaré un poco, salí del hospital español y me fui a H.M Yautepec donde me dijeron que me tenían que operar de urgencia, que me tenían que trasfundir sangre y que tenía una sepsis grave (o sea infección en órganos), y las bolsas de mis bebés tenían poco líquido y el pronóstico era malo para los tres”, agregó.
Sine mbargo, “en quirófano me hicieron firmar un consentimiento donde se me explicaba que tenía riesgo de morir desangrada, tenía anemia, edema pulmonar; infección en hígado, corazón, riñones, vejiga y útero. Yo en shock firmé que estaba de acuerdo con la cirugía”, explicó.
Por si fuera poco, “moría de frío, hubo un momento en el que sentía que fallecía, segundos sin dolor y sin tristeza. De pronto escuché llorar a uno de los bebés y después a otro, ahí pensé que todo estaría bien. Y volví a sentir dolor, volteé a ver y vi una escena hermosa exacta a las de mis sueños, tonta. No tenía ni idea”, reveló.
“Para mí en ese momento para mí todo estaba bien, hasta que empecé a sangrar y sentir demasiado dolor. Me llevaron a terapia intensiva donde estaba sola todo el tiempo, no alcanzaba a ver la hora del reloj, a veces tenía visitas de enfermeras y de doctores. Y unos minutos para ver sólo a un familiar”, continuó.
Desafortunadamente, “me sentía muy sola, mis bebés luchando por su vida. Me sacaron de la UCI para ver a ir a ver a mi primer niño fallecido, Santi, mi sueño ya no era lo que yo pensaba. Hablé con mi otro bebé y me bajaron de nuevo. Mi dolor emocional superaba al millón el dolor físico y le rezaba por qué mi otro bebé sobrevivirá, pero si el quería irse con su hermanito no había problema, yo los amaría por igual”, contó Paola.
“Y así fue como Emi alcanzó a Santi… Me despedí, le dije que los amaba. Me rompía ver a mi esposo sufrir así que trataba de ser más fuerte. Regrese a la UCI y lloré, le dije a las enfermeras que ahí estaban que me quería dar de alta voluntaria, que me dejarán ver más de esos 10 minutos a mis niños. Y jamás pude verlos otra vez”, finalizó.
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