Tania Rincón casi se convierte en monja: “Sentí el llamado de Dios”
La conductora confesó que debido a su educación religiosa y su tendencia a ser líder pensó que sería apta para ello.
Tania Rincón casi se convierte en monja: “Sentí el llamado de Dios”
/Instagram @taniarin
- Tania era una niña rebelde que no temía pelearse a golpes con niños.
- Fueron las amigas de su madre quienes sugirieron que ingresara a una escuela de monjas.
En la más reciente emisión de la ‘Entrevista con Yordi’, asistió la famosa conductora Tania Rincón, reveló detalles de su educación religiosa, la cual le permitió experimentar anhelos de vivir de una manera más espiritual.
Y es que confesó que de pequeña era muy latosa y rebelde, tanto así que un día se agarró a golpes con un niño con tal de defender a una amiga, lo que fue motivo de alerta para sus padres:
“Cuando estaba en primero de primaria un día le hablaron a mi mamá porque me peleé con un niño que mordió a una compañera en la pierna, era de una de mis mejores amigas y llega Ernesto y le muerde la pierna, o sea, pero le clava los dientes en la pierna y yo dije: ‘No que pasó, o sea, a mi amiga no la va a tocar’, me pelee a golpes con Ernesto”, relató.
Fue debido a amistades de su mamá que optaron por mandarla a una escuela religiosa y es que le señalaron que sería la única forma de contenerla: “Las madres la van a controlar porque a lo mejor es muy agresiva y no, no, no mejor, llévatela con las monjas y yo bueno, pues yo era superchiquita, yo ni me enteré del cambio, me cambiaron desde segundo de primaria, hasta tercero de prepa”.
Rincón relató que al estar en dicha escuela le surgió el deseo de integrarse de lleno a la vida religiosa y es que, asimismo, añadió que siempre le ha gustado ser líder, por lo que le gustaba estar presente en todo:
“Sí, porque entonces yo era muy lídercilla, entonces yo encabezaba, pues como la rebelión en la escuela y qué presidenta, o sea, yo quería hacer de todo, entonces como que la idea de ser madre fue, fue de la madre Beatriz y es que decía que era una líder nata”, señaló.
Gracias a ello, la comenzaron a llevar a misiones y a retiros espirituales a Zamora, en donde estaba la consagración más grande, al relatar a sus padres sus nuevos deseos ellos se burlaron de ella y es que le recordaron que era una persona a la que le gustaba tener noviecillos:
“Mis papás se votaron de la risa de mí, porque me decían: '¡Ay, cómo vas a ser monja!’. Y yo de no es que sí, es que en este retiro sentí que si estaba escuchando el llamado, a lo mejor me voy a casa con Jesús, o sea nunca nadie , yo me la estaba creyendo mucho”, puntualizó.
Sin embargo, admitió que le ganó más las ganas de seguir teniendo novios:
“Pero me gustaban más los niños, entonces eso me ganaba. En primero de prepa todavía estaba en la escuela de monjas, en segunda de prepa me voy, pero yo, o sea en esto que te platicó, nunca dejé de tener novio, o sea siempre tenía mis noviecitos”, finalizó.
