Wendolee: doctores no detectaron a tiempo infección que provocó enfermedad a su bebé
Wendolee nos cuenta cómo fue el complicado parto en el que su pequeña resultó con neumonía e ingresada a terapia intensiva.
Difíciles momentos está enfrentando la exacadémica Wendolee Ayala, de 38 años, quien el 8 de enero recibió a su segunda hija, Hannah, en el hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles, California, donde actualmente reside; lamentablemente el parto se complicó y la cantante tuvo que ser sometida a una cesárea de emergencia. Durante la intervención, la nena aspiró meconio (primeras heces de un recién nacido), lo cual le provocó una neumonía, razón por la que fue ingresada a terapia intensiva. Ante esta desgracia, Wendolee y su esposo, el químico estadounidense Tod Hill, de 49, piden oraciones para que un milagro pueda salvarle la vida a su pequeña. Platicamos con la cantante y esto fue lo que nos dijo:
- Wendolee, ¿cómo fue el parto de Hannah?
“La noche del 7 de enero entré al hospital y todo iba normal, pero después de 28 horas de labor, los médicos optaron por hacerme una cesárea, ya que las cosas se estaban complicando mucho”.
- ¿Cuáles fueron las complicaciones?
“Me dio preeclampsia y empecé a tener fiebre, entonces el ritmo cardiaco de mi nena aumentó y ya no dilaté más, así que entramos al quirófano; yo estaba muy espantada”.
- ¿Y qué pasó con Hannah?
“En cuanto mi chiquita nació y no la escuché llorar, me di cuenta de que algo malo pasaba. Resulta que mi nenita aspiró meconio, que es su propia popó, eso complicó todo y le dio neumonía. De inmediato la llevaron a terapia intensiva”.
- ¿Por qué se dieron estas complicaciones?
“El problema principal es que yo tenía una infección en la placenta, la cual no me detectaron durante el embarazo, nunca tuve síntomas de nada, ni mi niña”.
- ¿Cuántos días estuviste internada?
“Cuatro días, en lo que se estabilizaba mi presión por la preeclampsia, pero a Hannah la tuvieron que pasar a otro hospital y conectarla a una máquina para que pudiera respirar”.
- Una intervención complicada para un cuerpo tan pequeñito...
“Así es, éste es el nivel máximo que soportaría su vida, además de que no existen más procedimientos para una bebé tan pequeña”.
- ¿Y qué dicen los doctores?
“Que aunque está delicada, el hecho de que sus números vitales no bajen es señal de que vamos por buen camino, pero que no me debo emocionar porque en cualquier momento las cosas pueden cambiar y aún hay que ver si mi pequeña puede respirar por sí misma”.
- Sabemos que eres creyente, ¿a quién la has encomendado?
“Confío en sus ocho doctores y en el médico que todo lo puede: Dios”.
- Y has pedido mucha oración por ella...
“Así es, yo creo en los milagros, sé que si más gente me ayuda a pedirle a Dios, Él podrá dejarme verla crecer”, concluyó.