Burrolandia, el refugio de una especie maltratada y en extinción

Hace siglos que el hombre le confirió a los burros la tarea de ser un animal de trabajo, de carga, obligado a laborar sin parar y sin agradecerle por ello, solo recibiendo malos tratos y ante tanto abuso, hoy están en riesgo de desaparer.

Frente a ese fenómeno, hubo quien voltearla a ver la dignidad de este animal y fue así que se creó ‘Burrolandia’, un santuario localizado a 10 kilómetros de las pirámides de Teotihuacán, cuyo propósito es proteger y rescatar a esta especie del México rural.

Desde 2006, Germán Flores es el director general de ‘Burrolandia’, y quien se ha hecho responsable de este paraíso animal, único en Latinoamérica, que ocupa más de 2.5 hectáreas de un rancho ubicado en el municipio de Otumba, en el Estado de México y el cual es considerado como la cuna del asno.

Para los nativos de esa localidad mexiquense, el burro es parte de su patrimonio y de la identidad desde el 1964, de hecho cada 1o mayo se celebra la Feria de Burros, seguramente porque son de los pocos que durante siglos han laborado sin descanso hasta ¡en el Día del Trabajo!

‘Burrolandia’ ha logrado poner fin al maltrato hacia estos animales, son una sociedad protectora sin fines de lucro que surgió para evitar que desaparezcan, pues se presume que en todo el país existen apenas alrededor de 300 mil ejemplares. A la fecha, alberga a más de 30 asnos y cada uno posee un nombre de acuerdo a su personalidad.

Este santuario adoptó a varios animales que fueron víctima de la domesticación, de maltratos físicos y de abusos pero para su fortuna, hoy tienen un espacio amplio en donde tienen libertad para correr y no menos importante, son alimentados y tienen cuidados veterinarios.

Esta empresa, es una asociación civil que se financia del turismo altruista, a su entrada, los visitantes dan un donativo y una vez adentro del rancho, tienen la opción de adquirir souvenirs y comer en el lugar.