La Reina Isabel II y Lady Di: una complicada relación
La reina Isabel aprobó a Lady Di como la esposa del príncipe Carlos, quien hoy es rey de Reino Unido.

La Reina Isabel II y Lady Di: una complicada relación
/Clasos/ Grosby Group
- La reina Isabel II aceptó a Lady Di como la mejor candidata para el príncipe Carlos.
- Lady Di venía de una familia de nobles, cercana a los círculos cercanos.
- Lady Di y el principe Carlos tuvieron problemas en su matrimonio
- Lady Di reveló sus conflictos con la familia real a los medios y esto no agrado a la reina.
- Al final la reina Isabel ofreció un discurso en memoria de la princesa Diana.
Es bien sabido que la relación entre la reina Isabel II y Lady Di fue compleja y estuvo llena de altibajos, pues la llegada de Diana Spencer llegó a generar una gran tensión en familia real que dejó huella en la historia de la Corona británica.
Sin embargo, no siempre fue difícil, cuando el príncipe Carlos anunció que su prometida era Diana Spencer, Isabel no tuvo ningún pero, pues su futura nuera venía de una familia aristocrática y cercana a los círculos reales.
El padre de Diana era heredero del séptimo conde Spencer y caballerizo de Jorge VI y de su hija, Isabel II. Sus orígenes aristocráticos eran más antiguos que los de los Windsor, tanto que sus padres se casaron en la exclusiva abadía de Westminster, donde se casan los reyes.
Además de sus orígenes, Diana era joven y simpática, por lo cual se perfilaba como la mejor opción a convertirse en la princesa de Galés y la reina Isabel pensó que Diana no tendría problemas para adaptarse a la vida del Palacio y al protocolo real.
Para esa época, Diana trabajaba de niñera en la guardería Young England de Pimlico y a la Reina esto le parecía un detalle simpático. Carlos había vivido una aventura con Sarah, la hermana mayor de Diana, detalle que se prefirió no mencionar.
Además, su esposo el príncipe Felipe y el poderoso Lord Mountbatten la convencieron de que esa chica dulce y tímida era la indicada para ser la esposa de su primogénito y futuro rey. Aunque nunca hizo declaraciones públicas, como escribió la biógrafa real Ingrid Seward en 2001, “al asentir y matizar, la monarca afirmó aprobaba a Diana”.
El primer encuentro oficial con la Reina fue en el castillo de Balmoral. Aunque Diana estaba nerviosa, hizo exactamente lo que tenía que hacer para impresionar a la familia. Fue a pescar. Montó a caballo y se ganó la aprobación de la reina Isabel II.
En 1982, Isabel recibía la llegada de un nuevo miembro de la familia: William Arthur Philip Louis, segundo heredero al trono. El mundo entero que ya se había enamorado de la princesa Diana, la veía en eventos públicos cargando a su bebé William, sonriendo tímida ante las cámaras junto al príncipe Carlos. La postal de la familia perfecta era una fachada, pero puertas adentro su matrimonio comenzaba a tener problemas.
A Ia reina no le terminaba de encantar la relación que Lady Di tenía con el pueblo, la llamada ‘reina e corazones’ se mostraba demasiado cercana, no se apegaba a los protocolos y se había convertido en una especie de celebridad. Esto se volvió muy incómodo para la familia real. La crisis matrimonial entre Diana y Carlos empeoró, pero la monarca prefirió no intervenir. Aseguran que no le gustaba que Diana ventilara sus problemas con Carlos con guardaespaldas, cocineros y mayordomos. Para evitar problema decidió espaciar las visitas de su nuera e ignorar los reclamos de Carlos.
Un año después, Diana concedió la entrevista a Martín Bashir. En la charla, 23 millones de personas escucharon a la princesa Diana decir que “había tres personas en su matrimonio” en referencia a la relación que Carlos mantenía con Camilla Parker Bowles, y reconocía mantener ella misma una aventura. También habló de sus desordenes alimenticios.
Una última situación aumentó la antipatía que Isabel sentía por su ahora ex nuera. La filtración a la prensa de los acuerdos económicos que hizo cuando se separó.
El 31 de agosto de 1997, ante la noticia de la muerte de Diana, la reina Isabel decidió que la princesa tuviera un funeral de Estado. En este discurso transmitido en vivo, definió a Diana como “un ser humano excepcional” y aseguró que la admiraba y respetaba por su energía y compromiso con los demás. Para cerrar con un “Nadie que conociera a Diana la olvidará jamás”.