Ahora Héctor Soberón es salvavidas en un parque de diversiones en EU
Ahora Héctor Soberón es salvavidas en un parque de diversiones en EU
/TV NOTAS
La vida da muchas vueltas, y un famoso que lo sabe perfectamente es Héctor Soberón, quien tras ser uno de los galanes de telenovelas más cotizados y bien pagados, ahora, para sacar adelante a su familia, trabaja como salvavidas en un parque acuático de Estados Unidos. Hace unos días platicamos con el aún actor, de 54 años, quien nos compartió su historia:
-¿Por qué te mudaste a EU?
“En 2009 dejé México para buscar oportunidades de trabajo en Miami; ahí estuve haciendo obras y uno que otro proyecto de TV, pero vivir en esa ciudad es caro, y como me dejaron de dar trabajo, tuve que vender mi casa porque debía muchos impuestos y me vine a Orlando”.
-¿Te dolió vender tu casa?
“Me dolió mucho porque la rematé; mi casa la compré en 500 mil dólares, y por la desesperación la terminé vendiendo en 170 mil”.
-¿Crees que el escándalo que viviste con tu ex, Michelle Vieth, hizo que se te cerraran las puertas?
“¡Claro! A raíz de todo lo que dijo ella, me satanizaron como un problemático y hasta me vetaron de varios lugares. Yo me llevé la peor parte del escándalo que armó la señora, ¿y sabes por qué?, por ser hombre, porque si me defendía me veía mal, y si me quedaba callado también llevo las de perder”.
-Imagino que fue una etapa difícil...
“Fue un momento muy difícil; yo estaba desesperado porque los productores no me llamaban y mis deudas se acumulaban, por eso no me quedó de otra que vender mi casa”.
-Qué difícil decisión...
“Lo fue. Desgraciadamente la falta de trabajo me ha ido llevando a tomar decisiones en mi vida, algunas gratas, otras no tanto, pero todo ha sido por el bien de mi familia”.
-¿Cuando decidiste dejar Miami y venir a Florida, tu familia te apoyó?
“A mi esposa y mis hijas no les guardo secretos, y conté con todo su apoyo porque saben que lo hacía para darles una mejor.
-¿Es cierto que también trabajaste en Uber?
“Sí, antes de ser salvavidas, también me metí como conductor en Uber, pero no me gustó porque trabajaba mucho y no ganaba bien”.
-¿Te sentiste mal por tener que recurrir a ese trabajo?
“Fue difícil, pero esa experiencia me enseñó que cuando las cosas no salen, tienes que hacer lo que sea para salir adelante”.
-¿Cómo es ser salvavidas?
“Si un trabajo es honesto, no te hace valer menos como persona”.
-¿Te daba pena que la gente te reconociera?
“Al principio sí. También cuando llegaba a casa con el cuerpo quemado me soltaba a llorar, pero ahora estoy orgulloso de mi trabajo porque es lo que me permite sacar adelante a mi familia”.
-¿Eres feliz?
“Sí. Ser salvavidas es un empleo digno que me enorgullece, y es algo que me gusta mucho”.
-¿Qué tal es la paga?
“Gano cerca de mil 300 dólares al mes (25 mil 250 pesos), que aunque no es a lo que estaba acostumbrado, me ayuda a solventar mis gastos”.
-¿Ya no volverás a actuar?
“No me he retirado de la actuación, sigo trabajando; de hecho, en unos días me iré a Mexicali a filmar una película, por lo que estaré fuera de aquí tres semanas”.
-¿Te dan chance de combinar ambas cosas?
“Sí, la verdad es que aquí son muy flexibles”.
-¿Tu familia te viene a ver?
“Ahorita la economía en México no está muy bien, por lo que mis papás y hermanos vienen una vez al año o nosotros vamos, pero diario nos hacemos videollamadas”, finalizó.
