Ana Lucía Salazar fue violada por un sacerdote cuando tenía 8 años

Ana Lucía Salazar fue violada por un sacerdote cuando tenía 8 años

Ana Lucía le dijo a sus padres el abuso sexual que estaba viviendo.

Ana Lucía le dijo a sus padres el abuso sexual que estaba viviendo.

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Ulises Trejo

Ana Lucía le dijo a sus padres el abuso sexual que estaba viviendo.
Ulises Trejo

Fue en el Instituto Cumbres, en Quintana Roo, propiedad de los Legionarios de Cristo

Triste infancia es la que vivió la ahora conductora de espectáculos, Ana Lucía Salazar, de 35 años, pues la regiomontana nos relata un suceso que vivió a los 8 años y que la marcó para siempre: el abuso sexual, no sólo una, sino varias veces, por parte de un sacerdote de nombre Fernando Martínez, quien era director de la escuela en la que ella estudiaba su segundo año de primaria. Con la intención de frenar este tipo de abusos y que se haga justicia por ella, platicamos con la también cantante y esto fue lo que nos dijo:
-Háblanos del horrible suceso que viviste en tu infancia...
“Fue en el Instituto Cumbres, en Quintana Roo, propiedad de los Legionarios de Cristo. Soy originaria de Monterrey, pero por cuestiones de trabajo de mi papá, cuando yo tenía 8 años nos mudamos para allá y ahí mis padres me inscribieron en este colegio, para seguir cursando mi segundo año de primaria. Llegando a este lugar, como era la nueva de Monterrey, no tenía amigos, entonces conocí al director del colegio, al sacerdote Fernando Martínez, quien en aquel entonces... este asqueroso no tenía la edad que tiene ahora, ya que la Legión de Cristo dice que ya es una persona de 79 años, que es de la tercera edad. ¡¿Y eso qué?!, ¡yo tenía 8 cuando me destruyó la vida!”.
-¿Cómo comenzó a abordarte?
“Haciéndome sentir especial. Fue casi a finales de segundo de primaria, entre 1991 y 1992, y recuerdo que me decía que le caía muy bien, que era su consentida; yo lo veíacomo a alguien que estaba cerca de Dios y como una persona que nunca me iba a dañar, pero fue todo lo contrario. Después de eso, mi vida cambió, no se imaginan el daño tan asqueroso que nos hicieron, porque eso no se apartará de mí hasta mi muerte”.
-¿Cuándo comenzó todo?
“Cuando de pronto me encerró en las capillas. Yo, con las demás niñas fui por la eucaristía, y al terminar me dijo: ‘Ana Lucía, quédate conmigo para ayudar a recoger las copas’, y yo me sentía muy especial, como la ayudante del padre, pero ahí es donde este tipo comenzó a cometer los abusos (se le enrojecen sus ojos)”.
-¿Por qué lo dices hasta ahorita?
“Tenía 8 años, no medía bien los peligros, en mi mente no entendía lo que estaba pasando, cómo un sacerdote me estaba haciendo sentir que esto no era algo malo; estaba confundida y no sabía lo que pasaba, si estaba bien o mal esto que me estaba haciendo; te repito, éramos niñas, algunas incluso de 6 años o más pequeñas. Ahorita ya tengo más de 30 y no me importa el qué dirán, como antes. No es fácil juzgar o decir: ‘¿Por qué hasta ahora?’”.
Ana Lucía Salazar.
Ana Lucía Salazar.

-¿Cambió tu percepción del señor?
“Claro; al principio yo lo veía como otro papá, el que me cuidaba en la escuela. Posteriormente, no sabía cómo parar este asunto de los abusos y tenía miedo de hablar; ahí te educaban para respetar y honrar a los sacerdotes, y pensaba que debía obedecer y no decir nada. A esa edad, no sabía nada del sexo”.
-¿Cómo eran los abusos?
“Él decía que me quería mucho y que iba a ser mi amigo; me comenzaba a dar besos, primero en la mejilla y después en la boca; son cosas asquerosas y muchas las tengo bloqueadas. Me sometió a una presión que no le deseo a ningún niño; luego de la primera vez, para mí era tanto estrés que el tipo se me acercara (hace una pausa); me agarraba las piernas, y otros tocamientos feos, no tenía freno”.
¿Qué le dirías a la Ana Lucía de 8 años?
“Que fue muy valiente, ya que fui la primera en hablar de esto cuando tenía esa edad. No voy a parar para dejar un precedente, por todas las niñas; que se acaben estos abusos dentro de la Iglesia y el atropello de adultos inconscientes, enfermos; no me quedaré sin reaccionar ante estos delitos. Los mismos Legionarios de Cristo sacaron un comunicado declarando que este sujeto ahora tiene 79 años, como diciendo que ya no puede abusar de nadie; eso me parece una burla”.
-¿Tú gritabas o hacías algo?
“No; si gritaba, me golpeaba, y si te golpeaban, te matan. Ahora, tras denunciarlo públicamente, me enteré de que este señor abusó de 45 niños más; 30 antes que yo en el Cumbres de México, y 15 de otras escuelas. Incluso, a algunas víctimas las abusó en grupo”.
-¿Cuando le dijiste a tus padres, qué pasó?
“De inmediato me creyeron. Mi papá fue a encarar a este pederasta y casi lo golpea, pero este tipo le pedía perdón de rodillas. Hablando ahora con mi mamá, ella me dice que después de que yo les dije, ellos se movieron para sacarme de esa escuela y regresarnos a Monterrey; sin embargo, se atravesaron las vacaciones y se retrasó el proceso para cambiarme”.
-¿Y en la escuela qué sucedió?
“Los niños que se enteraron de lo que había pasado no querían tener contacto conmigo, decían que estaba infectada. Yo me quería morir, porque me sentía culpable y sucia”.
-Debiste sufrir mucho...
“Fue tremendo, tomé terapias y a la fecha las sigo tomando. Sentía que lo que había pasado era mi culpa; sufrí mucho bullying en aquel entonces en esa escuela, hasta que por fin regresé a Monterrey”.
-¿Tus papás denunciaron?
“Mis padres amenazaron con denunciar, pero los Legionarios los manejaron emocionalmente, que cómo me iban a exponer a todo eso, enfrentar a este sujeto y a los directivos; entonces, antes de llegar a hacer la denuncia legal, nos acallaron (calmaron) los Legionarios de Cristo; para mis papás, fue muy fuerte aceptar que le había pasado eso a su hija,que la iban a juzgar y señalar”.
-Entonces, nunca hubo acción legal...
“No, porque ellos se encargaron de tapar todo antes de que llegara esto a las leyes; removieron a este sujeto de la escuela y para ese entonces yo ya estaba viviendo en Monterrey”.
-¿Estás preparada para ver a este señor?
“Si los presentan, claro que iría y los confrontaría, para echarles en cara cómo me destruyeron la vida. También quiero que ellos mueran con eso, que los persiga hasta el último día de su vida, y no por odio, sino por justicia”.
-¿Este señor dónde está ahora?
“Dicen que vive en Roma desde 2016, pero ojalá lo presenten ante las leyes para que pague, aunque sea un adulto mayor. Cuando hizo eso, tenía como 50 y tantos, entonces tiene que pagar su culpa, al igual que la ayudante de este señor, la maestra Aurora Morales González, quien era la que le llevaba a las niñas; a ella la señalé apenas el 30 de abril y, casualmente, la desaparecieron de la escuela en la que trabajaba en Monterrey”.
-Dinos, ¿qué esperas que pase?
“Que presenten a este pederasta ante las autoridades. Sé que con encerrarlo no pagará todo el daño hecho a las víctimas y a sus familias, ni nadie me va a poder devolver mi infancia, la cual mutiló”, concluyó.
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