José Luis Rodríguez ‘el Puma’ se presentó en la CDMX y tuvo problemas de salud
José Luis Rodríguez El Puma se presentó en la CDMX
/Francisco Mancera
Después de haber superado una cirugía de trasplante doble de pulmón a fines de 2017, debido a la fibrosis pulmonar que padeció, y sin salir de casa a causa de la pandemia, José Luis Rodríguez “el Puma” regresó a México.
Tuvo dos fechas en el Pepsi Center WTC, de la CDMX, ubicado en la colonia Nápoles, y le espera un concierto en Acapulco, Guerrero el 23 de septiembre.
El cantante de 80 años lució su clásica melena, completamente blanca, como el elegante traje que portó.
Alrededor de 80% de su público era femenino, mayores de edad, quienes no han perdido el entusiasmo de ver a su ídolo. “Se ve, se siente, el Puma está presente”, gritaban algunas de sus seguidoras.
El primer concierto fue corto pero emotivo. Duró apenas una hora con 15 minutos; al día siguiente, ‘el Puma’ se disculpó y dijo que se retirabq del escenario porque se sentía mal y empezó a temblar, sin saber la razón, quizá algo que comió y le hizo mal.
En su primer show, platicó mucho con el público. Reflexionó sobre la vida…
“México hermoso, lindo. Es un privilegio volver a cantar para ustedes. Me hicieron mucha falta. Este fue el primer país que visité cuando comencé mi carrera profesional y aquí voy a terminar. No todavía, ¡no hay prisa!”
“Por si volvieras” fue la canción con la que abrió. Le siguieron varios éxitos de su larga trayectoria como: “Voy a conquistarte”, “Silencio”, “Voy a perder la cabeza por tu amor”, “Culpable soy yo”, “Agradecido”.
En pleno mes patrio no faltaron las canciones que en algún momento grabó con el mariachi Vargas. El escenario se iluminó con los colores de la bandera mexicana, y cantó: “Échame a mi la culpa”, “No volveré” y “Los amigos se escucharon”. A propósito de este tema, en las pantallas comenzaron a pasar las fotos del álbum del Puma posando con sus contemporáneos como: Julio Iglesias, Joan Manuel Serrat, Ricardo Montaner, Rocío Jurado, Pedro Vargas, Rocío Dúrcal y Tony Bennet.
El cantante, en su reflexión, habló de la felicidad y también de la infidelidad, de la cual bromeó. Confesó que él en el pasado vivió entre dos amores y señaló que las mujeres no perdonan y los hombres, sí. Sobre la felicidad, invitó a la gente a serlo, y que si hay a quien se molesta por nuestra felicidad, se alejen de esas personas.
Tampoco faltó su agradecimiento a Dios por haberle regalado más tiempo de vida, experiencia que le cambió incluso su forma de ser pues ahora es más sereno.
Aunque los años ya no le permiten bailar como antes, no dejó de hacerlo, y así cerró su show, con dos clásicos: “Pavorreal” y “Agárrense de las manos”.
