Los niños y los recuerdos de sus vidas pasadas

Los niños y los recuerdos de sus vidas pasadas

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Los niños y los recuerdos de sus vidas pasadas
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Podría pensarse que los niños llegan a este mundo con su mente en blanco, sin saber absolutamente nada, sin embargo, es común escuchar que la mayoría son seres que por voluntad decidieron reencarnar, por lo que traen experiencia de vidas anteriores. En ésta, los padres somos sus guías y maestros.

Como adultos, nos sorprende la imaginación de los niños y la capacidad que tienen para construir historias, mundos, encuentros con seres mágicos, amigos imaginarios e incluso animales fantásticos.

El lenguaje visual, auditivo y sensorial de los niños los conecta con otras dimensiones y lugares

Poseen un lenguaje visual, auditivo y sensorial muy fino que parece conectarlos con otras dimensiones y lugares, en un código que podría sólo ser comprensible en la infancia, especialmente entre los 2 y 8 años, después, aparentemente la creatividad y la inocencia de esa etapa cede su lugar al análisis y los cuestionamientos de un pensamiento más lógico y racional. La etapa de la curiosidad, del descubrimiento y las explicaciones simples de los adultos con las que se conformaban, ya no son suficientes, y poco a poco se alejan de esos juegos y recuerdos que crearon.

Sin importar el nivel social ni cultural, el país, idioma ni religión, la imaginación se observa en niños de las tribus más alejadas del planeta hasta los de ciudades más modernas, lo cual plasman en dibujos, simbolismos y otro tipo de expresiones, así que de algún modo un tanto misterioso, desde que nacemos todos estamos conectados a esa capacidad creadora.
Con los años crecemos, y la sociedad va moldeando nuestro pensamiento hasta la adolescencia y la juventud; más tarde, será labor sólo nuestra durante la adultez, decidir el rumbo que tomarán nuestras creencias con base en todo lo vivido y aprendido.

Por increíble que parezca... tienen experiencia del mundo
Pero, dónde surge toda esa información que alimenta la imaginación de los niños. Vienen con experiencia: antes de nacer todo lo hemos pactado, por voluntad, aceptamos vínculos que definirán nuestra misión. Además, el alma dota a la mente de lecciones y experiencias que despiertan con los recuerdos.
Previo al nacimiento, cada alma está en un estado intermedio (entre materia y energía) preparando su encarnación, como si estuviera en un entrenamiento acompañado de otras almas también en proceso de espera, y a lado de guías, maestros y guardianes que la custodian, como en una incubadora para la vida.
Así que como todo lo hemos pactado, elegimos a nuestros padres, las circunstancias de nuestro nacimiento, las dificultades que enfrentaremos, así como los dones y talentos que tendremos para superarlas. De hecho, en paralelo y aunque no lo parezca, el alma (de la mamá) que ha pactado ser el vehículo para recibir al alma que llegará a este plano físico (hijo), también atraviesa por un periodo de preparación.

AYÚDALO A ATERRIZAR EN ESTA NUEVA EXPERIENCIA DE VIDA, Y A SOLTAR VÍNCULOS CON OTRAS ALMAS:
*Si habla de una presencia o amigo que le da seguridad y confianza, respétalo, tal vez tiene un don y se conecta con guías o guardianes que lo protegen.

Quizá con la edad deje estos comentarios, los encuentros con estas energías serán más esporádicos, durarán lo suficiente para ayudarle a conectarse totalmente con el plano material tras su nacimiento. Algunos desarrollarán estos dones en la edad adulta.

*Si habla de un amigo que no le da confianza y lo molesta, es posible que otras energías y almas que no han podido trascender, al notar su sensibilidad, intentan contactarlo, o bien, es posible que sea un alma de otra vida con la que quedó pendiente un vínculo por sanar.

En ambos casos, pregúntale si quiere decirle algo a esa presencia, y explícale que lo puede hacer dándole un regalo, un dibujo, una carta, o algo que simbolice esta unión. Este acto es un símbolo que servirá para despedirse del niño de una manera sutil.

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