Expediente médico de Vicente Fernández: en 7 días su salud colapsó

Tras una lucha de 128 días en un hospital de Guadalajara, Jalisco, al cual ingresó de emergencia Vicente Fernández, El Charro de Huentitán en agosto pasado, por una caída debido al síndrome de Guillain-Barré, a la Redacción de TVNotas llegaron documentos y descubrimos que su estado de salud ya era insostenible. Sobre esto, nos contó una amiga de la familia:

“Sí, tal y como ustedes lo habían publicado, era casi imposible que se pudiera recuperar. Había tenido una ligera mejoría, pero dos semanas antes regresó a terapia intensiva, pues uno de sus pulmones no le estaba funcionando bien y necesitaba asistencia respiratoria”.

-Esa caída en agosto fue fatal...
“Sí, pero más que la caída, su problema fue padecer síndrome de Guillain-Barré, el cual consta en su expediente médico. Además tenía abundantes secreciones en vías respiratorias que se le dificultaba arrojar, tenía una enfermedad pulmonar obstructiva crónica”.

-Fueron meses de mucha preocupación, pero ¿esta última semana fue la peor?
“Sin duda alguna, el 4 de diciembre se le colocó un marcapasos por problemas del corazón que presentaba. También hubo un considerable incremento de sangrado en las traqueas, las cuales tenía muy inflamadas, y se le colocó una sonda de colección rectal para evitar lesiones”.

“Ya no era vida para él, y se comenzó a notar a la familia mucho más preocupada. El 7 de diciembre el pulmón ya estaba invadido de sangre, y el 8 los doctores decían que se encontraba en un estado de alerta”.

“Sí, el 10 de diciembre requirió de cuatro transfusiones de sangre, tanto sus hijos como gente trabajadora del rancho Los 3 Potrillos donaron sangre para que le elevaran los glóbulos rojos, pero la situación era muy grave”.

“Mucho; para el 11 de diciembre le habían hecho procedimientos para descomprimirle el canal medular, tenía completamente dañadas las neuronas, las fibras nerviosas y las cubiertas de los nervios; además tenía infección en las vías respiratorias, falla renal crónica agudizada, anemia, desnutrición y trombocitopenia severa, que es una afección que le dio como resultado de su trastorno de la médula ósea”.

“Por fortuna, Vicente contaba con un seguro de gastos médicos mayores, aunque no sé cuánto tuvieron que desembolsar ellos, porque la cuenta ascendió a más de 13 millones de pesos, sólo de consultas hospitalarias diarias, más estudios, terapias; aunque esa situación jamás fue un problema para la familia, lo importante era que él estuviera bien”, concluyó.