Queta Lavat: feliz hasta el último momento, pero estaba cansada y pedía irse al cielo

Iniciamos la semana con la triste noticia del fallecimiento de la gran Queta Lavat, quien fue ícono del cine mexicano y que hasta hace un par de años seguía activa en las novelas. A sus 94 años y con cáncer y otras enfermedades, su corazón no pudo más y dejó de latir los primeros minutos del pasado lunes 4 de diciembre.

En TVNotas acompañamos a la familia a darle el último adiós a la querida actriz. Vimos a familiares y amigos unidos por esta pena. Se sentía paz, misma que ella les dejó a todos. Siempre estuvo presente en cada momento importante de su familia.

Pudimos platicar con su hijo, Pablo Carrillo, especialista deportivo, quien tranquilo nos contó: “Mi madre murió muy en paz. Con nosotros, sus hijos, ahí rodeándola y estamos tranquilos. Fue una mujer que vivió con tal plenitud, con tal alegría... Unos mesecitos que el cuerpo no le respondió, no opacan más de 94 años de una mujer que vivió intensamente y amó a su familia y profesión. Estamos tranquilos, viviendo la ausencia normal que se irá engrandeciendo cada día y con la satisfacción, perdón que lo diga, que tuve mucha madre”.

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¿Cómo fueron los últimos días de Queta Lavat?

Hace unos meses, la salud de la primera actriz mermó y estuvo en el hospital:

Pablo, nos compartió cómo fueron los últimos días, sobre todo el domingo 3 que se reunieron como cada fin de semana, a comer en la casa de la actriz:

“Sus últimos días estaba pendiente de nosotros, preguntando como estábamos, prendiendo veladoras cada vez que viajábamos. Era un ser humano muy particular que la extrañaré mucho, pero sé que está en un mejor lugar. Todavía ayer (murió el lunes 4 de diciembre) comimos con ella un mole que le pidió a su cocinera en su honor, un flan que también se le antojó y compartimos con ella y estábamos felices. De hecho, salí de su casa muy tarde. Mis dos hermanos mayores, que estaban con ella, me hablaron a las 12:10 de la mañana y que ya había fallecido. Entonces estamos celebrando su vida”.

Y es que desde siempre, la querida Queta pedía que toda su familia se juntara los domingos:

“Los domingos nos juntábamos siempre para comer en su casa. Desde niño tengo esos recuerdos donde venían los tíos y los primos y se quedó como tradición de que todos los domingos se comía en su casa. Ya en los últimos meses ya no nos cocinaba, porque era experta en la cocina, ya su salud no lo permitió tanto... Solo daba las instrucciones de qué se iba a cocinar, pero siempre nos recibió con una sonrisa, con una amabilidad que, en verdad, pocas personas”.

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¿Cómo veía a la muerte Queta Lavat?

Pablo nos dice cómo veía la muerte la querida Quetita: “Al final estaba muy sedada por ratos, pero hace semana y media nos dijo a todos los hijos: “Ya le dije a Jesús que si no me lleva pronto, le dejaré de rezar”. Ella ya se quería ir. Nos lo dijo un par de veces, que ya había acabado bien y que quería descansar ya.. Y mira, hasta eso lo planeó bien. Creo que nos preparó a todos y aunque es un pesar, estamos en paz, con ambiente de júbilo”.

¿Dónde descansarán los restos de Queta Lavat?

Pablo nos mencionó que todavía, ya en el sepelio, se le veía un semblante de paz y tranquilidad: “La veo en paz y eso me alegra. Hoy mismo es la cremación y mañana la pondremos en el nicho familiar e imagino que cada día haremos una misa o algo así. La verdad no nos hemos puesto de acuerdo, pero sin duda, fue una gran madre”, concluyó.

Descanse en paz, Queta Lavat.