Adiós a un grande, adiós maestro don Héctor Suárez

México está de luto, el espectáculo mexicano ha perdido a una de sus grandes figuras: actor, cómico, comediante, productor pero sobre todo, un luchador incansable de la justicia mexicana.

Héctor Suárez nació en la Ciudad de México el 21 de octubre de 1938 y desde niño mostró sus dotes para la actuación y las tablas. Desde muy joven entró al teatro en la década de los años 60 junto a leyendas teatrales como Carlos Ancira, Alfonso Arau, Susana Alexander y Héctor Bonilla.

El cine le abrió las puertas en 1964 con el proyecto “El asalto”, después vinieron películas como “La mujer de a seis litros”, “La marcha de Zacatecas”, “Picardía mexicana” y “Mecánica nacional” donde demostró su gran histrionismo.

En 1981 llega uno de sus más grandes éxitos en el séptimo arte: “Lagunilla, mi barrio” y también su emblemático personaje de “Tránsito” en la película “El mil usos”.

La televisión le abrió las puertas en la década de los 60 con pequeñas participaciones en programas cómicos y en producciones de telenovelas, pero fue en 1985 que llegó el programa "¿Qué nos pasa?”, donde con un sinnúmero de personajes, con un humor negro pero sobre todo, con una inteligencia sin igual, hacia denuncia social y reflejaba la sociedad en la que se vivía. Quien no recuerda a Doña Zoyla, el famoso “no hay” y demás personajes.

En sus últimos años, trabajo tanto para televisa en proyectos como “Velo de novia”, como así para la cadena Telemundo en “Tierra de pasiones”. Incluso, después de muchos años de estar alejado de la televisión, hace 2 años menciono que estaba en planes de regresar a hacer comedia dentro de la televisora de San Ángel, pero el proyecto quedó pausado.

En el plano personal, el actor estuvo casado con Pepita Gomis, con quien procreó a sus primeros dos hijos: Héctor y Julieta. Después vinieron Rodrigo e Isabella Suárez Calderón, fruto de su relación con Zara Calderón, su viuda y sus 4 nietos.

Gracias don Héctor por cada enseñanza que nos dio durante décadas, gracias por esas risas, esos personajes que con su inteligencia, nos hacía reír pero también nos hacía pensar y reflexionar. Gracias por cada proyecto donde se entregó en cuerpo y alma. Se va un grande y ahora, su talento brillará en el cielo.

Que en paz descanse, don Héctor Suárez.