Aunque es una época difícil, don Antero Ugalde, de 77, está muy contento, pues se ha mantenido en contacto con su hija Ana Bárbara, de 49, después de que no se hablaron durante casi cinco años, y nos comentó que, incluso, ella le ha mandado dinero para apoyarlo en su manutención.

Papá de Ana Bárbara ignora las recomendaciones de su hija y sigue trabajando

-Don Antero, ¿Cómo se encuentra?

“Aquí andamos todavía, trabajando, no hay de otra. Con esto del Covid-19 todo está cerrado, muchos están perdiendo el dinero que invirtieron en negocios y demás; es muy lamentable y triste lo que está sucediendo. Por fortuna, acá en Río Verde no se ha escuchado nada de eso, pero lo que sí he visto es que han cerrado varios ‘changarritos’”.

Don Antero Ugalde Ana Bárbara — IG @anabarbaramusic | Ana Bárbara y don Antero han mejorado su relación

-¿Cómo se encuentra económicamente?

“Trabajo un poco con lo del rancho y también vivo del dinero con el que me ayudan mis hijas mayores y algunos de mis hijos menores. Ahí la llevamos”.

-¿Sigue hablando con Esmeralda y Ana Bárbara?

“Sí, con las dos. Esmeralda quiere venir al rancho, pero no lo hace porque tiene mucho miedo de contagiarse y que pueda infectarnos. Por su parte, Ana Bárbara también me habla; afortunadamente ya dejamos atrás los problemas y malos entendidos, y ella me llama seguido para suplicarme: ‘No salgas, papá, por favor, quédate en la casa’. Ella también está encerrada en su casa de Los Ángeles”.

Ana Bárbara casa cuarentena — IG @anabarbaramusic | Ana Bárbara está ‘encerrada’ en su casa de Los Ángeles, pero pendiente de lo que pasa en México con su familia.

-Nos da gusto escuchar que Ana Bárbara sigue al pendiente de usted...

“Gracias a Dios, así es; como sabrán, en diciembre pasado me dio una embolia que me dejó muy mal y casi me les voy, entonces al verme casi morir, ella misma me habló por teléfono y me pidió perdón. A raíz de lo que me pasó, todos mis hijos han estado más pendientes de mí y eso me hace sentir bien. Actualmente, Ana me manda un poco de dinero mes con mes, y ahí la pasamos. Está terrible esto, ojalá que todo se nivele rápido, que la gente comience a trabajar, porque la situación está muy fuerte”.

-¿Usted sigue saliendo de su casa?

“Sí, tengo que salir al pueblo por mandado y esas cosas, mi mujer también; todos andamos de arriba para abajo porque así tenemos que hacerlo. También iba a mis terapias a San Ciro, las cuales se suspendieron, ya van tres semanas que no voy. De repente me faltan fuerzas en las piernas, pero ahí la llevamos. Lo que sí me molestó es que en los supermercados ya no te dejan entrar si eres mayor de 60 años, te hacen sentir como desahuciado”, finalizó.