Laura Zapata descubrió que su familia no quiso pagar el rescate de su secuestro
Además, Laura Zapata acepta haber vivido el Síndrome de Estocolmo con las personas que la privaron de su libertad.

Laura Zapata descubrió que su familia no quiso pagar el rescate en secuestro
/Clasos/ Youtube: Ventaneando
Laura Zapata hizo reveladoras confesiones acerca del secuestro que vivió hace 18 años junto a su hermana Ernestina Sodi y contó cómo descubrió que su propia familia no quería pagar por su rescate, “me encontré el otro día un escrito, un fax que mi marido le envió a Federica diciendo que estaba ahí nada más ayudando a mis hijos pero que era problema de mis hijos, que él no iba a dar ningún centavo, que todo saliera de mis cuentas, entonces decepciones de ingenuidad de creer en la gente, de creer en el amor, en la bondad… pero está bien, todo ha sido una lección”, dijo en entrevista para ‘Ventaneando’.
“Me costó seis años reconstruirme, no salía de mi casa, la primera vez que salí vi una camioneta y salí corriendo, fue algo muy muy muy difícil”, se sinceró sobre el difícil capítulo de su vida, pues al ser sobreviviente de un secuestro, le tomó 6 años regresar a la normalidad.
Laura agradeció encontrarse con vida en estos momentos, “Yo le doy gracias a Dios definitivamente de poderlo contar, de ser de un porcentaje mínimo de los que pueden salvar la vida porque la banda que me secuestró, eran sanguinarios”.
Laura Zapata lamenta que se le haya señalado de armar su propio secuestro, “yo digo, no puedo demandar a mi media hermana, ¿cómo voy a demandar a mi sangre? Según yo, pero a este cuate (Manuel Ávila Camacho) sí lo voy a demandar, y entonces lo demando y se muere demandado por mi”, explicó.
Así lo relató Laura Zapata:
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Asimismo, compartió cómo surgió esta historia que hasta la fecha figuras como Alfredo Adame, la siguen usando en su contra, “Manuel Ávila Camacho era un maldito, porque muy amigo de Ernestina le dice: ‘¿qué haré para vender mi libro sobre el secustro?, y casualmente llega el de la policía, aparentemente no se conocían y él dice: ‘vengo de donde se dijo que tu hermana es la organizadora del secuestro’, entonces de ahí sale que yo soy la cabeza del secuestro, ¿qué maldad no?”.
Por último, Laura Zapata confesó que tuvo el Síndrome de Estocolmo con quienes la privaron de su libertad en el año 2002.