Así vive Cuquita a dos meses de la partida de Vicente Fernández

Han pasado ya poco más de dos meses desde que Vicente Fernández falleció tras haber permanecido en el hospital por más de 100 días en un estado delicado en terapia intensiva.

En su último adiós, Doña Cuquita, su viuda, sorprendió al mostrarse firme y enterneció a todos cuando en el féretro del ‘Charro de Huentitán’, protagonizó un emotivo momento junto a su hijo Alejandro Fernández, quien le cantó y le dio un tierno beso para hacerle saber su apoyo en el difícil momento.

A dos meses de ello, su nieto Alex Fernández fue cuestionado sobre cómo vive su abuela en tras esta dura pérdida y respondió que Cuquita no quiso salir del rancho donde vivía con su esposo, “Ella es superfuerte, de verdad que nos ha demostrado que está cañona”, mencionó en entrevista para el programa ‘Hoy’.

Y recientemente en la misa por el cumpleaños de don Vicente, Doña Cuquita habló ante la prensa y contó por primera vez cómo ha sido este proceso para ella, “Yo creí que estaba muy bien preparada, creo que estoy preparada ¿no? Y los dos meses se me han pasado con tristezas, pues normal, esto ya pasó, no tiene remedio, no puedes hacer nada, así es que yo adelante”, mencionó.

Y al ser cuestionada sobre cómo obtuvo esta fortaleza, indicó, “Pues no sé él me la dio, él trabajaba y yo tenía que ser la fuerte de todas maneras”.

Además, dejó a todos boquiabiertos cuando reveló que Vicente Fernández se le hace presente todos los días, “Increíble pero se forma una cruz en mi cama, pero diario, diario, diario. Yo le digo, ‘no te preocupes, nadie va a ocupar tu lugar’”.

Sobre por qué no quiso vivir con alguno de sus hijos, en entrevista con ‘Sale el Sol’, dijo, “(vivo) sola porque así tiene que ser, ¿por qué voy a ser una madre aprehensiva o chantajista? Yo no soy una mujer chantajista, cada quién en su casa y yo en la mía… (preguntan) ’¿no te vas a ir a Guadalajara?’ No me voy a ir a Guadalajara, mi casa es esta”.

Doña Cuquita también mencionó que parte de su dinámica diaria es rezarle un rosario cada tarde, “Todas las tardes a las 5 vengo (a su tumba) y le rezo su rosario”, mencionó.

Por último, la viuda de don Vicente mencionó que lo que más extraña de su esposo es su presencia.