¡Brinda por la vida! Mimí celebró que su mamá se curó de cáncer

Quien no cabe de la felicidad, es Mimí, de 52 años, ya que su mamá, doña Lucha Moreno, ya sanó del cáncer de pulmón que la aquejaba desde 2013, y además nos habló sobre su relación sentimental.

-Mimí, sabemos que estás muy feliz con tu novio...
“Sí, ya cumplimos cinco años de una relación increíble, pero no lo había mostrado ante los medios de comunicación”.

-Ya te casaste dos veces, ¿te volverías a casar?
“Antes decía firmemente que no, ahora pienso que no hay que decir ‘de esta agua no beberé’, pero por el momento no está en nuestros planes”.

-¿Pero ya viven juntos?
“No, y eso está más padre, cada quien está en su casa, nos ha resultado más cómodo; mejor nos encontramos cuando queremos y es más genuino todo. Nos ha funcionado de maravilla”.

-¿Qué es lo que más te gusta de él?
“Es un gran hombre, muy protector. Físicamente no puedo con sus ojitos pispiretos, es un encanto. A veces lo quiero matar, pero luego me sonríe y se me quita (risas)”.

-¿Les gustaría tener hijos?
[comments] “No, ya no estamos en condiciones, pero déjame decirte que no me quedé con las ganas porque tengo dos hijos, Gonzalo y Milena, quienes son mis sobrinos, hijos de mi hermana Liliana que murió hace 17 años, y que yo he estado con ellos todo el tiempo”. [/comments]

-¿Cómo sigue tu mami?
“Perfectamente bien gracias a Dios, estoy muy agradecida con todas las cadenas de oración que se hicieron, y el milagro se hizo, ya la dieron de alta”.

-¿Qué le han dicho los doctores?
“Está totalmente fuera de peligro. Además, se encuentra dando guerra, está muy bien anímicamente y eso es señal de que está perfecta”.

-Fueron momentos muy difíciles...
[comments] “Claro, pero sabes qué fue lo que más nos ayudó, su actitud, ella en ningún momento se dio por vencida, nos dice que aún le faltan muchas cosas que hacer; está más fuerte que yo la condenada. Se me hace que me va a pasar a enterrar la méndiga (risas)”. [/comments]

-¿De qué manera tú le inyectaste ánimo?
“Simplemente no la dejaba, estuve a su lado todo el tiempo. Aunque también tengo que reconocer que la apapachaba”.

-Además después de que tu hermana murió de lo mismo...
“Sí, eso te remueve cosas, pero te persignas y me encomendé al de Arriba porque no hay de otra. Uno en sus fuerzas no puede hacer nada y todo salió perfecto”, concluyó.