Carmen Campuzano nos cuenta cómo ha cambiado su vida en 6 años

Luego de haber vivido un sinfín de problemas a causa de su adicción a las drogas y al alcohol, Carmen Campuzano hoy celebra seis años de sobriedad, dando conferencias en donde brinda consejos para que la gente no cometa los mismos errores que ella. Hace unos días, platicamos con la también modelo, de 46, y nos reveló lo difícil que fue superar las adicciones, pues en varios centros de rehabilitación donde estuvo internada... ¡sufrió abusos!

-Carmen, te vemos muy bien...

“Realmente soy muy afortunada, ya que después de lo que viví, no tengo daño cerebral; realmente gozo de una inteligencia absoluta”.

-¿Qué te llevó a tocar fondo?

“Para llegar a una adicción profunda, como la que yo padecí, es porque hay un dolor muy grande del alma y tienes que encontrar la forma de sanar tu ser. Cuando tenía problemas con el alcohol y otras sustancias, me encerraba a consumir y sólo salía por más bebidas o a conseguir otras cosas”.

-¿Cuánto tiempo llevas limpia?

“Aunque la verdad me tardé bastante en sanar y alejarme de todo lo que me hacía daño, ahora me siento maravillosa y ya llevo seis años sobria”.

-¿Viviste algún rompimiento familiar?

“Sí, sufrí las rupturas de parejas y la pérdida de mi madre; sin embargo, no buscaba ayuda por vergüenza a decir que era adicta, pero no pude más y busqué ayuda”.

-¿Cuándo fue tu último internamiento?

“Fue cuando me fui a un retiro espiritual con lo más elemental y dije que sería la última vez que me internaría, pues empecé a verme sola y destruida, viviendo en las sombras”.

-¿Cómo era tu vida internada?

“Llegó un momento en el que me harté de estar encerrada en granjas, de vivir mal, de la humillación de la gente y de estar bajo las reglas de cualquier pend$%& que dirige ese tipo de lugares, con sus pretensiones sexuales sobre mí”.

-¿Sufriste algún abuso?

“Sí, sufrí insinuaciones sexuales, persecuciones, acosos y terribles castigos corporales; además me utilizaban para traer a más personas con los mismos problemas a sus horribles clínicas”.

-¿Qué fue lo peor que te hicieron?

“Una vez traía los pies hinchados por un castigo físico que me pusieron, que hasta las moscas se me paraban en las llagas”.

-Ahora puedes alzar la voz y denunciar todo lo que viviste...

“Así es, por fortuna ahora puedo hablar para luchar contra esa bola de marranos que tienen lugares indignos para los seres humanos, quienes de por sí llegan vulnerables y llenos de miedo, como para que todavía abusen física y psicológicamente de ellos”.

-¿Crees que ya eres una mujer nueva?

“Sí; estoy llena de vida y de muchos proyectos, pues he retomado mi carrera favorablemente”, concluyó