César Bono no se detiene aunque no puede mover parte de su cuerpo
Aunque en 2018 sufrió ocho infartos, uno en el corazón y los demás en el cerebro, situación que le paralizó el lado izquierdo del cuerpo, César Bono, de 69 años, sigue cumpliendo con sus compromisos de trabajo y nos contó cómo le hace para salir adelante:
-Nos da gusto verlo trabajando tras sus problemas de salud, ¿cómo está?
“Pues ahí la llevamos, no me puedo quejar; ahora estoy con las grabaciones de la séptima y octava temporada de Vecinos, y también con la obra Defendiendo al cavernícola, la cual estamos presentando todos los fines de semana en la CDMX”.
-Hace unos días lo volvieron a ingresar al hospital, ¿qué le pasó?
“Fue un problema de una hernia hiatal que tengo. Curiosamente los síntomas llegan a confundirse con el corazón, por lo queme tuvieron que internar de emergencia; afortunadamente me dieron de alta al día siguiente y pude irme a dar mi función al teatro. Trabajar es mi mejor terapia, como lo vengo haciendo desde hace 53 años; soy bendecido porque sé que el trabajo del actor es eventual y yo he logrado una constancia que pocos actores consiguen”.
-¿Y lo operaron de la hernia?
“No, yo no me quiero operar, ya que mientras menos vea a los doctores, más feliz soy. Hoy en día quiero más trabajo y menos doctores, ya estoy cansado de estar entre hospitales y doctores desde agosto de 2018, que fue cuando me dieron los ocho infartos, uno en el corazón y los demás en el cerebro; justo desde ahí quedé hemipléjico, perdí la movilidad del lado izquierdo de mi cuerpo. Antes estoy vivo y contándola, porque bien pude haber muerto o haber quedado peor sin poder moverme; de hecho, mi médico sigue sin entender cómo estoy vivo”.
-¿Lleva terapias para poder recuperar su movilidad?
“Claro, he tomado de todo: acupuntura, masajes de huesos, y sí me han funcionado, pero muy lento; cuando me dieron los infartos, caminaba con andadera, y ahora ya lo hago sólo con un bastón. Es muy desesperante ver cómo tu vida cambia en un segundo, y más, darte cuenta de que para recuperarte puedes tardar hasta años, pero pues eso me tocó vivir y ni hablar”.
-Pese a todo, no pierde el sentido del humor que lo caracteriza...
“Pues no me queda de otra. Por fortuna no he caído en depresión, pues pienso: ‘¡Señor, hágase tu voluntad!’; yo estoy seguro de que Él es quien maneja mi vida y estoy en sus manos, así que las cosas serán como Él quiere. Entonces hoy en día soy un hombre de casi 70 años que se está muriendo”, concluyó.