Ella es mi hija: Lorenzo Lazo quiere que Constanza vuelva a vivir con él

Dicen que “padre no es el que engendra, sino el que educa, orienta, cuida y, sobre todo, ama”, y sin duda alguna eso es lo que ha sido Lorenzo Lazo, de 64 años, con la hija de su difunta esposa, Edith González.

Luego del lamentable deceso de la actriz, se supo que su última voluntad fue que su nena se quedara con su hermano Víctor Manuel; sin embargo, una persona cercana a la familia nos revela que es tanto el amor que Lorenzo siente por la pequeña, que está convenciendo a la familia de su esposa de que le ceda legalmente la custodia de la niña.

“Han sido días muy difíciles para todos, especialmente para doña Ofelia (mamá de la actriz), que está devastada, y tienen miedo de que la muerte de Edith la afecte, pues tiene 87 años y es diabética”.

“Para la niña también han sido días complicados, llenos de dolor y mucha tristeza, pues aún no asimila que su mamá ya no esté a su lado”.

“Su tío y su abuelita la están dejando pasar su duelo, están dejando que llore y se desahogue; le están dando su tiempo y su espacio, pero sobre todo la están llenando de amor. En estos momentos tan difíciles, la niña se apoya mucho en su prima, la hija de su tío Víctor Manuel, y especialmente en Lorenza, la hija de Lorenzo... sin embargo, a él lo extraña mucho”.

“Ése es un tema delicado del que la familia no quiere hablar. Como se supo tras la muerte de la güera, su hermano Víctor Manuel tendrá la tutela de la niña”.

“Edith y Víctor Manuel eran hermanos, amigos y confidentes, y cuando a Edith los doctores le dijeron que su situación era irremediable, decidió que su hermano se quedara con su hija porque no quería dejarle esa carga a Lorenzo, a quien ya le había tocado criar una hija solo; pero él nunca estuvo de acuerdo, así que prefirió dejarla irse en paz y luego pelear por la niña”.

“No. Aunque la niña tiene sus apellidos, él dejó en claro que su relación con ella no cambiaría, que seguiría viéndola y cubriendo sus gastos, pero que no podían estar juntos porque la niña no se sentiría a gusto, pues no está acostumbrada a él”.

“Es buena, pero no cercana. Es verdad que han pasado tiempo juntos; sin embargo, la niña quiere estar con Lorenzo, para ella no tiene otro papá, con él ha vivido nueve años, lo conoció cuando apenas tenía seis, ¡imagínate si no lo quiere!”.

“Sí. Ella se encargó de que en su casa existiera amor, armonía, unión, por eso la niña quiere seguir viviendo al lado de Lorenzo y sé que él buscará hacerlo de manera legal”.

“Así es, y él también lo quiere, por eso desea luchar para que la pequeña siga a su lado, como la familia que han sido”.

“A ellos no les gustaba pensar que un día Edith no estuviera, pero platicaron muchas veces el tema, y aunque Edith insistió en que la niña se quedara con su hermano Víctor Manuel, en su lecho de muerte Lorenzo le prometió que seguiría amando a la nena y que hasta el último minuto de la vida de él, la cuidaría y sería el padre que ella necesita, el que ha estado a su lado desde pequeña”.

“Él dejó que pasaran unos días tras la muerte de Edith para hablar con su cuñado y su suegra. Ellos tienen una gran relación porque todos aman a la nena. Lorenzo es un hombre bueno y la familia de Edith lo sabe, y él les pidió que la pequeña siga viviendo en la misma casa donde él y Edith formaron una familia. No quiere que la vida de la niña cambie más, pues perder a su madre ya fue un golpe muy fuerte”.

“Sí, Lorenzo es un hombre serio y no desea que el acuerdo sea de palabra, quiere hacer las cosas bien y buscaría tener la custodia de la niña legalmente”.

“Aunque ella le ha dicho que quiere vivir con él y con su hermana Lorenza, él sólo ha tocado este tema con doña Ofelia y Víctor Manuel porque dice que por ahora es lo correcto. Pero los dos tienen el corazón partido porque no quieren estar separados, entre ellos hay un vínculo muy hermoso, lo cual se vio tras la muerte de Edith. En el velorio y el entierro, la niña todo el tiempo buscaba su mano, porque para ella es su papá, su familia; ella es testigo de cómo amó a Edith, lo feliz que la hizo”.

“Le ayudaría su hija Lorenza, quien ya es mayor de edad y ve a la hija de Edith como su hermanita. Las dos se adoran y comparten el mismo dolor: perder a sus mamás a causa del cáncer”.

“En este momento ella sólo vive su dolor, pero está convencida de que Lorenzo es un gran ejemplo para la niña y que, por el amor que le tuvo a Edith, hará de ella una mujer de bien”.

“No creo que tenga problema, él ha dicho que respetará las jerarquías familiares. Lorenzo era el esposo de Edith, saben que es un hombre ejemplar y todos buscan el bienestar de la niña”, concluyó.