Gabriel Soto aprovechó la cuarentena para conocer más a sus suegros

Gracias a las redes sociales de Gabriel Soto, de 45 años, e Irina Baeva, de 27, hemos sido testigos de lo enamorados y contentos que se la han pasado durante toda la pandemia, pues además de pasar grandes momentos en pareja y fortalecer su relación, la actriz pudo convivir con las hijas de Soto, lo cual, sin duda, la llenó de felicidad.

Irina Baeva y Gabriel Soto, más enamorados que nunca

Sin embargo, hace unas horas, la actriz reveló que no fue la única que pudo conocer más de cerca a la familia de su pareja, pues afirmó que en la casa de Acapulco de su novio, donde pasaron la cuarentena, también estuvieron sus papás y su hermana, quienes vinieron desde Rusia y se quedaron con ellos por tres meses.

Gabriel Soto Irina Baeva Suegros Cuarentena Acapulco Convivencia Yerno Familia Formal — IG @gabrielsoto | En redes, presumieron lo mucho que la cuarentena fortaleció su romance.

“Venían por un mes (a México, de visita), y terminaron quedándose tres porque no se podían regresar, pero estuvo increíble, ya que casi no los veo, y dudo que este año por cuestión de la pandemia, pueda ir a Rusia y estar con ellos otra vez, pues todo está cerrado”, contó.

La actriz aseguró que atesora mucho los momentos que vivieron todos juntos, pues finalmente sus papás pudieron entablar una mejor relación con su novio: “Mis papás pudieron conocerlo más (a Gabriel), y también conocer cómo es mi vida aquí; creo que fue muy enriquecedor y muy bonito para todos”.

Y aunque el idioma los limitaba, encontraron la forma de convivir y pasar tiempo de calidad en familia: “Gabriel aprendió algunas palabras en ruso para comunicarse con ellos, pero como es un idioma muy difícil, yo tuve que ser la traductora todo el tiempo, pero me sirvió para refrescar mi ruso. Sus hijas también convivieron con mis papás, estamos felices”.

“Nos sentimos bendecidos y muy afortunados de haber podido estar en Acapulco, de poder estar en esta cuarentena disfrutándonos como pareja, de la familia, del mar, del sol, y de poder hacer actividades juntos; no nos podemos quejar, es una fortuna que hayamos podido estar así tanto tiempo”, finalizó.