Harry Geithner ha aprendido del autismo de la hija de su esposa

A casi ocho meses de que Harry Geithner, de 53 años, se casó con Alejandra Silva, de 36, y juntos formaron una bellísima familia con Santino, de 10, y Donatella, de 5, fruto de una relación anterior de la empresaria argentina, el actor nos abrió su corazón para compartirnos que ha sido maravilloso convivir con ambos pequeños; pero nos confesó que tiene una conexión especial con la nena, a quien cariñosamente le llama Donita, pues ella padece autismo severo y al cuidarla ha aprendido grandes lecciones de vida.Esto fue lo que nos platicó:

-Harry, cuéntanos, ¿cómo va tu vida de casado?

“Todo ha sido maravilloso al lado de Alejandra; el 26 de febrero cumpliremos ocho meses felizmente casados y ha sido una bendición. Hoy tengo lo que siempre soñé, una familia estupenda con dos niños fabulosos, Santino y Donatella”.

-Te vemos feliz en tu papel de padre, ¿cómo ha sido este proceso?

“Ellos despertaron el instinto paternal que tenía escondido. Mis niños y yo hicimos clic de inmediato; en el año y casi ocho meses que hemos convivido, he aprendido a amarlos como si fueran míos, pues son hijos de la mujer que amo con toda el alma. Aunque debo aclarar que tienen a su padre, que está al pendiente de ellos, pero finalmente viven conmigo y yo feliz de adoptar ese papel”.

-¿Ha sido complicado para ti?

“Para nada, porque si bien participo en su educación, más bien somos amigos. A Santino le enseñé a andar en bicicleta, a jugar futbol y golf. En el caso de Donita, quien padece autismo severo, desde el principio me ha visto como su compañero de juegos, nos adaptamos muy bien y tenemos una conexión especial de enseñanza”.

-¿Cómo fue que asimilaste la condición de Donatella y decidiste velar por su bienestar?

“Mira, cuando nos hicimos novios, Alejandra me confesó que tenía dos niños, lo cual no fue problema para mí; conforme pasó el tiempo, me dijo: ‘Necesito saber si eres capaz de vivir con mi hija, que es autista’, yo hice todo un análisis, lo pensé y le contesté: ‘¡Sí puedo!’ La vida es muy sabía y te pone donde debes estar, porque todo es aprendizaje”.

-¿Cómo ha sido manejar esta situación?

“No es sencillo y hay que entrenarse para saber cómo actuar en determinados momentos; pero con cariño, amor y con las enseñanzas que los especialistas nos dan, porque la llevamos a una escuela especial, Alejandra y yo hemos logrado que Donita tenga una excelente calidad de vida, y con tan sólo verla sonreír se nos olvidan todos los esfuerzos que hacemos, ¡es una niña fabulosa!”

-Dinos, ¿cuáles han sido estos esfuerzos?

“El año pasado le enseñamos a caminar, y fue un logro, pues los médicos nos habían dicho que no podría hacerlo, pero con mucho esfuerzo lo conseguimos y ella ya es totalmente independiente en ese sentido. Ahora nuestro objetivo es que este 2021 pueda hablar y comer sola”.

-¿Le dan crisis de irritabilidad?

“En efecto, a veces Donita se pone irritable cuando una cosa no le gusta o quiere hacer algo, en esos momentos presenta su personalidad y no hay quien la pare, entonces nos toca a Ale y a mí adivinar qué necesita; no obstante, ya sabemos cómo manejar la situación”.

-¿Y cómo lo hacen?
“Sus profesores y psicólogos nos han ido guiando; además, como padre de una niña autista, debes saber qué le puede incomodar, ya que hay lugares en donde no soportan el ruido, las luces y el escándalo, entonces he aprendido a no exponerla a eso”.

-¿Qué significa Donatella en tu vida?
“La considero una maestra que me ha enseñado que la vida es más fácil de lo que nosotros creemos. Pareciera que ella vive feliz y sin miedo en un mundo de burbujas, es un ángel que Dios me mandó para enseñarme a ser padre a mis 53 años. No es mi hija biológica, pero la quiero mucho y siempre lucharé por su bienestar”.

-¿Qué sientes al formar parte de la vida de Santino y Donatella?
“Es muy emocionante y halagador verlos crecer y saber que estoy poniendo mi granito de arena para que tengan una buena calidad de vida y sean felices”.

-¿No te han dado ganas de tener un hijo biológico?

“Claro, muero por agrandar mi familia; de hecho, ya estoy negociando con Alejandra que este año nos embaracemos, aunque ella le tiene mucho miedo al coronavirus y a los hospitales, entonces nos esperaremos un poco, pero ya estamos convencidos de que tendremos otro hijo”.

-¿Han platicado sobre la posibilidad de que su hijo naciera con autismo?
“Sí, porque es genético, pero sin problema. Muero por agrandar mi familia y cuando tenga entre mis brazos a Harry jr., ¡seré el hombre más feliz del mundo!”

-Respecto al trabajo, te vemos muy activo, ¿cuál es tu nuevo proyecto?

“Recién lancé mi película Focos rojos, sobre las relaciones tóxicas. A la par, continúo con mi centro de capacitación de imagen de actores, aquí en Nueva York”, concluyó.