En septiembre de 2015, el primer actor Héctor Suárez, de 81 años, fue diagnosticado con cáncer de vejiga, sin embargo, antes de sentirse derrotado, y con una actitud muy positiva, comenzó la batalla contra este mal, misma que en septiembre de 2019 pudo ganar. Al respecto, platicamos con él y nos contó que la meditación y el yoga, acompañados de un excelente tratamiento médico, lograron que sanara por completo.

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TV NOTAS — “Yo medito esté enfermo o no y mi vida es más hermosa, y me siento mejor conmigo mismo”, nos dijo Héctor.

-Don Héctor, le ganó la batalla al cáncer...

“Así es; fue algo muy fuerte, tuve 12 operaciones, perdí un riñón, la vejiga y la próstata, y ahorita estoy con una sonda, pero me siento bien y repuesto. Yo creo que la recuperación es cuestión de actitud y fe, y de la comunicación con nuestro Dios interno; no estamos hablando de religión, sino de la fuerza y de qué energía posee el cuerpo”.

-Además del tratamiento médico, ¿qué otro método le ayudó a liberarse de este mal?

“El siddha yoga es un tipo de meditación que llevo realizando desde hace 30 años; lo conocí en la India y me dijeron que me serviría para cuidarme, prevenirme o sanarme de algunas enfermedades, y desde entonces la practico”.

-Su esposa también la practica...

“Así es, incluso mi esposa y yo tenemos un espacio en Cocoyoc, Morelos, donde ella da cursos. Zara se ha encargado de decirle a todos que gracias al yoga salvé mi vida y le estoy dando testimonio a la gente; es una labor que quiero seguir haciendo para que todos aprendan a curarse a sí mismos”.

-¿Qué le dice a la gente que va a los cursos?

“Que tienen que aprender a enfocarse, a meditar y a escuchar su cuerpo. Yo no hubiera logrado curarme sin la ayuda de mis médicos, pero también sirvió de mucho mi actitud y mi fe... ¡fue una lucha de guerrero!”

-Háblenos más sobre el siddha yoga...

“La meditación te conecta con una fuerza que hace que tomes conciencia de tu ser y de tu cuerpo. Éste está diseñado para autocurarse, y la meditación lo ayuda. Los médicos son benditos, pero tu actitud les ayuda a sanarte”.

-¿Qué hizo para sacar el cáncer de su cuerpo?

“Cuando recién me dijeron que estaba enfermo, no me discipliné en la meditación al cien por ciento, fue hasta que pasaron cuatro años y 10 operaciones, que le pedí a mis doctores que me dieran un mes para autocurarme”.

-Continúe...

“Mi médico me dijo que tenían que hacerme una cirugía para separar mi vejiga del colon, pues ésta lo estaba afectando, pero que al hacerla tendrían que ponerme una bolsita para defecar; le respondí: ‘No, ni madr$%, yo no quiero vivir así, dame un mes para separarla’; se me quedó viendo y preguntó: ‘¿Cómo que separarla?’, y respondí: ‘Sí, con mi mente y con la ayuda de mi Dios interno’. Luego me vine a mi casa a rezar, a meditar, y pude hacerlo; ahora estoy librado del cáncer y no tengo que usar la bolsita para defecar, sólo uso una para orinar”.

-Luego de eso le pudieron extirpar la vejiga y la próstata sin complicaciones...

“Así es; antes de que me hicieran esa última operación, me vine a rezar, a dedicarme a mi cuerpo en un 100 por ciento, y cuando fui al quirófano, de una operación que iba a durar siete horas y media, duró sólo dos y media. El doctor entró y vio separado el colon de la vejiga, y

después de ella ya no había cáncer”.

-¿Quiénes pueden curarse con la meditación?

“Cualquier persona lo puede hacer, sólo se necesita fe. Espero que muchos aprendan a hablar con su cuerpo y se sorprenderán cómo éste les responde. Meditar es un viaje maravilloso”, finalizó.