Juan Pablo Medina rehace su vida con prótesis de 2 millones de pesos

Lo que era un día normal de filmación, se convirtió para Juan Pablo Medina, de 44 años, en un cambio radical de su vida, pues un dolor en el estómago lo llevó de emergencia a un hospital; un diagnóstico erróneo primero lo llevó a estar en terapia intensiva y días después le tuvieron que amputar su pierna derecha, porque era eso o perder la vida. Pasaron ocho meses en hermetismo, donde a cuentagotas sabíamos de su salud; pero ahora, el actor de proyectos como ‘La casa de las flores’, ya se integró a su vida. Platicamos con Elizabeth Guillot, coordinadora de marketing de la empresa Ottobock México, donde le hicieron su prótesis, y nos explicó el proceso que ha llevado el actor:

“Nos buscan por las redes sociales, les damos un breve asesoramiento, se agenda una cita, les hacemos una valoración gratuita y les decimos si son o no candidatos para la prótesis o si requieren primero una rehabilitación”.

“Una revisión del muñón (parte que queda de la extremidad amputada). En el caso de Juan Pablo, fue algo más extraordinario, porque a él, gracias a Dios se le hizo una valoración desde que tuvo la amputación, cuando aún hay fuerza y tonificación en los músculos, ya que el muñón puede modificar de tamaño o está menos tonificado cuando la persona no hace ejercicio y es sedentario, o si ha pasado mucho tiempo desde la amputación”.

“Sí, por eso no se necesitó una terapia de rehabilitación con él”.

“Con él, de inmediato se empezó la toma de medidas, ya que todas las prótesis que hacemos son hechas a la medida, no es algo que se pueda comprar en otro lado; solo los componentes son prefabricados”.

“A la parte que se pega al muñón se le llama ‘socket’, así como los de la luz; esta parte es la interfaz que hay entre la prótesis y el usuario. Si te fijas en la fotografías que él compartió, en toda su pierna hay una sección más pegada a él que se ve color negra, eso se llama ‘socket’, y tiene que ser total y completamente personalizado para cada paciente”.

“La mayoría de las prótesis se pegan con vacío; la prótesis tiene una válvula en el socket que está constantemente sacando aire para que todo el tiempo haya un efecto de vacío en su muñón, como si fuera un chupón, eso se hace con todas las prótesis en pacientes que tienen amputaciones por arriba de la rodilla”.

“Así es; mientras más longitud te falte en una parte de tu cuerpo, más difícil será la adaptación de tu cuerpo a algo ajeno, en este caso, la prótesis”.

“La prótesis se usa todo el día, para subir, bajar, caminar, correr, dependiendo los componentes que tengan las capacidades que te permiten hacer las cosas durante el día; y lo ideal es que para dormir se la quiten, son como los zapatos, los usas todo el día, pero en la noche no te duermes con ellos”.

“Sí, la prótesis de él es contra el agua, entonces puede nadar y hacer todo lo que se le ocurra. Es una prótesis mecatrónica, porque ya tiene muchos mecanismos electrónicos, o sea, lo que tiene en la rodilla, tiene estos mecanismos que permite el movimiento muy similar a como si fuera una rodilla normal, imita el movimiento de la rodilla”.

“Así es, lo que se asemeja o se acerca a lo que es una rodilla normal; a la prótesis que está ocupando Juan Pablo, se le conoce como Ginium x3”.

“Normalmente tenemos un promedio de dos semanas para hacer el socket definitivo, no es tanto, y más en un proceso en el que tuvieron una buena rehabilitación y su muñón ya está bien; de hecho, primero se llevan una prótesis de prueba para ver si el muñón se está adaptando correctamente al socket, lo usa como un mes y medio, y una vez que vemos que ya se adaptó, hacemos un socket definitivo, que es el que tiene Juan Pablo”.

“La que tiene debe de pesar como dos kilos a lo mucho; sí es pesada, pero no lo siente tanto por el mismo movimiento”.

“Cada seis meses tiene que mandarse a una revisión y a servicio. Todos los mecanismos electrónicos que tiene por dentro, se tienen que mandar a ajustar para que sigan funcionando adecuadamente”.

“De hecho, se manda hasta Alemania, donde le hacen un chequeo completo a la rodilla; esto se tarda aproximadamente un mes y se la regresamos después. Todo se produce allá, y acá en México hacemos las valoraciones y el armado de los componentes para toda la prótesis”.

“No, tenemos unas rodillas para préstamo, se las colocamos prestadas al paciente en lo que mandamos la suya a revisión”.

“El viaje se hace en menos de una semana, pero la revisión sí es exhaustiva y profunda, nos aseguramos que todos y cada uno de los componentes estén perfectos, antes de regresarse; entonces, la revisión es cada seis meses y el chequeo de rodilla en Alemania es una vez al año”.

“Mira, hay una variación enorme; la de Juan Pablo es muy cara y puede rebasar a veces hasta el millón quinientos o los dos millones de pesos, pero tenemos prótesis muy baratas que cuestan hasta menos de cinco mil pesos; entonces, tenemos rangos muy amplios. Depende también de la amputación y el nivel que hubo; no es lo mismo que sea solo el pie o hasta la pierna” concluyó.