Kenia Gascón revela que cuando estaba en Alcanzar una estrella intentaron violarla

Kenia Gascón, de 54 años, ha interpretado a muchas de las villanas más memorables de las telenovelas, y una de las más recordadas es “Deborah Lavalle”, de Alcanzar una estrella, que en 1990 la hizo gozar las mieles de la fama. Sin embargo, mientras vivía ese éxito, tuvo que afrontar en silencio una de las experiencias más difíciles de su vida: un intento de violación. Veintinueve años después, comparte por primera vez esta historia:

-Kenia, estás estrenando tu segunda novela, ¿cómo te sientes?

"¡Estoy feliz! Fue un proceso muy largo, la empecé en 2010, pero se metió un virus en mi computadora y se me borró. Tuve que volver a empezar de cero y cuando la acabé, me dediqué a pulirla, y ya por fin está a la venta en las librerías virtuales por un dólar (19 pesos)”.

-¿En qué te inspiraste?

“Estoy inspirada en el mundo chamánico, los nahuales y rituales místicos. Creo que todos nos identificamos con un animal que define nuestra personalidad”.

-¿Con qué animal te identificas?

“Con el jaguar; por un lado es muy tierno, y por otro, muy fuerte y feroz”.

-¿En qué momentos de tu vida ha salido el jaguar?

“Me identifico con este animal porque en muchos momentos de mi vida he tenido que sacar las garras, ya que se han querido aprovechar de mí, pero nunca he sido dejada; la verdad, tengo carácter fuerte y he tenido que aprender a darme a respetar”.

-A lo largo de tu carrera, ¿has sacado las garras para darte a respetar?

“Sí, creo que no hay persona, mujer u hombre, que en la vida no haya sufrido acoso. Yo desde chavita supe que había estos peligros, y dije: ‘A mí nadie me va a poner una mano encima’, y persona que se ha atrevido a hacerme algo, me le he ido a golpes... y sí, tengo una anécdota muy desagradable”.

-¿Qué te pasó?

“Hace muchos años, cuando grababa Alcanzar una estrella, el director de escena intentó abusar de mí. Yo estaba en mi camerino y me dijo: ‘Abre, porque te tengo que decir algo sobre el personaje’; cuando le abrí la puerta se me abalanzó y... ¡me quiso violar!”.

-¿Quién fue el que te acosó?

“Se llamaba Manolo García. Yo estaba bien chavita y a esa edad una es muy insegura, por eso no lo denuncié”.

-¿Cómo reaccionaste?

“Me defendí, me le fui a golpes y lo dejé con el ojo morado... ¡estuvo terrible!”.

-¿Pediste ayuda?

"¡Me fui corriendo! Mi camerino tenía un baño intermedio, así que me metí allí y salí por el otro camerino. Para esto, todavía no terminaba de grabar mis escenas, así que regresé a hacerlas”.

-¿Luego qué pasó?

“Fui muy tonta y cobarde porque pude ir a acusarlo y no lo hice, tenía miedo de que fuera a tomar represalias. Afortunadamente, este señor se asustó; al día siguiente llegó con su ojo morado, jamás me volvió a faltar al respeto. Años después resultó que este loco sí había violado a otras mujeres que también se quedaron calladas, y hasta tuvo problemas en Televisa”.

-¿Por qué tuvo problemas?

“Porque hubo una actriz que sí se atrevió a acusarlo, no como yo que me quedé callada, como muchas otras mujeres, por culpa de la educación que me dieron en mi familia”.

-¿Pues cómo fue tu educación?

“A mí me tocó una educación muy represiva, donde tenía que ser linda, buena y no causar problemas”.

-¿Quién lo acusó?

“Fue una actriz, pero ya no me acuerdo; eso me lo contó alguien, que no era la primera vez que lo hacía y que ya tenía su historial”.

-¿Se lo contaste a alguien?

“No se lo conté a nadie, hasta hoy. Tristemente esto no sólo me pasó en el trabajo, afuera de mi casa hay un loco que vive en la calle que me acosa desde hace 30 años, y no he podido hacer nada porque el acoso no es delito”.

-¿Cómo te acosa?

“Se para casi todos los días afuera de mi casa con un costal y me escribe cartas en sánscrito (lengua clásica de la India); me pone que soy suya, y cosas así”.

-¿Vives con miedo?

“Sí, a veces no puedo salir de mi casa porque ya está ahí afuera”.

-¿Lo has denunciado?

“Sí, lo he metido a la cárcel tres veces, pero siempre paga su fianza y sale; así es la justicia en México”.

-Ahora hay movimientos como MeToo, que le ha permitido a mujeres denunciar a sus acosadores, ¿qué piensas?

“No estoy tan de acuerdo en que haya una página anónima porque se presta a venganzas, de que porque terminé con mi novio me voy a meter a esa página y voy a decir que este cuate me violó. Esto se está prestando a que sea un movimiento antihombres, y así como hay tipos de ésos, también hay hombres maravillosos”, finalizó.