Lucila Mariscal celebro su cumpleaños con su representante Elías

Lucila Mariscal se encuentra de manteles de manteles largos ya que cumplió 78 años de vida, y no dejo pasar su día desapercibido, pues lo celebró con su representante Elias Cañete y su hijo el actor Renato Cañete, quienes han estado muy cerca de ella en esta larga cuarentena y desde hace muchos años. Platicamos con la comediante y nos contó lo bien que se la paso:

- ¿Cómo se la paso en su cumpleaños?

“Muy bien, aquí los muchachos Elias Cañete y su hijo Renato, me trajeron un pastel de chocolate con fresa, que me fascina, y mi nieto Andrei me trajo otro que Renato fue a recoger a la calle; el pastel que me trajo era de arroz con leche, la cosa más rica que te puedas imaginar, entonces me atiborre de pastel cosa que no debe hacer, y apague una velita, porque poner 78 velas esta cañón (risas) y pedí tres deseos que espero se me concedan”.

- ¿Tanta azúcar no le hizo daño por la diabetes?

“Yo pensé, me iba a venir un subidón de azúcar de aquellas y no, además no estoy come y come pastel, fueron dos veces porque fue el día de mi cumpleaños y al siguiente día porque era dos pasteles los que trajeron”.

- ¿Cuales son sus tres deseos?

“Pues mis deseos no te los puedo decir porque si no me ceban (risas) pero fueron buenos, eso sí”.

- ¿Cómo se arreglo ese día?

“Me puse muy mona, me vestí de blanco para reflejar la pureza que quiero tener como persona, ser humano y en lo espiritual, me hice dos colitas, como ya tengo mi pelito más o menos larguito pues ya me salen, una de cada lado, como niña (risas) así como me peinaba mi mamá y todo con el mismo propósito de cambio”.

- ¿Qué le dijo su nieto?

“Me habló para felicitarme y me dijo que me iba a traer un pastel y yo pensé que iba a querer entrar aquí a la casa, pero no y dijo: ‘me da miedo que la vaya yo a contagiar’ porque ya ves que ahorita ya cualquier cosa te contagia y luego más si andas en la calle, ya ni sabes. Y fíjate que me criticaron algunas personas de los medios de comunicación por haber perdonado a mi nieto”.

- Pues era normal, es su nieto, ¿no cree?

“Claro, pero si yo ya no vivo con él y si yo lo perdoné yo no entiendo en dónde esta lo malo, yo no iba estar con el rencor toda mi vida. Él también la esta pasando feo con la pandemia encerrado y no es tiempo de rencores y de corajes con todo lo que estamos viviendo”.

- ¿Cuándo piensa reencontrarse con Andrei?

“Ahorita ha sido sólo por teléfono y no es que piense cuándo lo pienso ver, sino lo que pasa es hasta cuándo va a pasar esto de la pandemia, porque yo ya lo quiero ver, lo quiero mucho y se arrepintió tan fuerte que eso le da votos y bonos. Ya se dio cuenta de que su abuelita de verdad lo amaba y que hizo todo por él”.