Maite Perroni, amante de un productor casado de TV

Apenas la semana pasada trascendió que Maite Perroni, de 38 años, había puesto fin a su relación de más de siete años con el productor musical Koko Stambuk, de 44, y aunque comentó que habían finalizado en muy buenos términos, la realidad es otra.

Y es que nos enteramos de que la exintegrante de RBD tenía meses engañando a su pareja con un hombre casado, y nos referimos nada más y nada menos que al productor de Sale el sol, Andrés Tovar, de 39, quien está casado desde 2019 con la actriz Claudia Martín, de 31.

Platicamos con un amigo de Claudia y Andrés, quien nos cuenta que ella ya los descubrió y puso fin a su matrimonio:

“Pues ya no le podemos llamar ‘crisis’, ésa la tuvieron meses atrás, pero hoy por hoy ya están separados”.

“Pues con el pretexto del trabajo, él estaba muy ausente y distante; decía que Imagen TV le demandaba mucho tiempo; y qué te puedo decir de ella, no detectó los focos rojos, porque también estaba trabajando mucho”.

“Así es; ella grababa mañana, tarde y noche Fuego ardiente, pero después sí empezó a notarlo extraño, frío, y bien dicen que ‘el que busca, encuentra’, y eso le pasó a Claudia”.

“Pues quería saber qué pasaba con él; sabía que no era una mala racha en su relación, sino que había algo más, porque él ya no estaba luchando por ella, por estar contentos, por viajar juntos y disfrutarse como pareja”.

“Pues un día en la madrugada, notó que el celular de Andrés estaba suene y suene porque le estaban mandando mensajes; pensó que quizás se trataba de alguna emergencia familiar o algo, y por la hora sí se alarmó”.

“Pues antes de despertarlo, quiso nada más ver en la pantalla del celular quién era y así saber qué tan urgente sería el mensaje, y se dio cuenta de que el número estaba guardado como ‘Maite P.’, y de inmediato se percató de quién se trataba. Pero ése no fue el problema, aunque de entrada sí está muy raro que alguien te escriba a esa hora”.

“Pues despertó a Andrés, y enseguida Claudia le dijo que creyendo que había una emergencia, miró su celular y que vio que Maite (Perroni) le había mandado mensajes. Le dijo que era obvio lo que había leído, pero que quería saber su versión, que lo que leyó era muy evidente y que algo le estaba ocultando; que quería saberlo por su propia boca y con sus propias palabras. Se contuvo las ganas de llorar, de gritar, aunque estaba muy sacada de onda y muy dolida”.

“Pues al principio trató de suavizar las cosas diciéndole que tenía que descansar, pues en unas horas se tenía que ir a trabajar, pero que en la tarde de ese mismo día le daría todas las explicaciones que merecía; pero obvio, Claudia le dijo que no se volvería a meter a la cama con él. Sólo le preguntó si era verdad, si se había acostado con Maite, y él le respondió que sí, y ya sabrás lo que se vino”.

“Claudia se fue al otro cuarto que tienen en el departamento donde hasta ese momento vivían juntos en Polanco, porque ella, obvio se fue, ya se salió del depa, pues ése lo paga él; y Andrés ese día se fue a trabajar y llegó hasta tarde, evadiendo su responsabilidad, supongo para saber qué decirle”.

“Puras tonterías; le dijo que ella era la mujer más hermosa, más tierna que había conocido; que en los dos años de matrimonio había sido el hombre más feliz del mundo, pero que no sabía cuándo se le acabó el amor, que lo disculpara; y que lo de Maite se había dado apenas unas semanas atrás, pero eso no es cierto, y claro que no le creyó”.

“Pues ella cree y nadie le quita de la cabeza, que lo de él con Maite tiene mínimo siete meses, si no es que más, que fue cuando empezó a notarlo extraño, cuando Claudia tenía que viajar a Guaymas, Sonora, para grabar la novela Fuego ardiente. Él a la distancia era el más presente y el más lindo, pero cuando Clau regresaba a casa, volvía a sentirlo extraño, distante y hasta molesto. Hasta Clau llegó a sentirse culpable, pensando que él estaba celoso o se sentía desplazado, pero ella siempre lo incluía en todo; de hecho, cuando Clau tenía días libres, organizaba salidas con él, pero éste nunca quería o nunca podía; luego hasta lo visitaba de sorpresa en Imagen TV, llegaba con regalos o flores, porque llegó a pensar: ‘Y si Andrés cree que el problema soy yo y que ya no lo quiero’; nunca imaginó que había una tercera en discordia”.

“No puedo decir que Claudia y Maite eran grandes amigas, pero tenían buena relación, se conocían por amigos en común, y Clau le llegó a presentar a Andrés en uno de tantos eventos sociales, y al parecer él cayó rendido a los encantos y coqueteos de Maite, porque así fue; fue Maite la que empezó a seducirlo, a metérsele poco a poco, y te lo digo porque todo el medio artístico sabe y conoce el modus operandi de Maite”.

“Supe que Maite después buscó en privado a Andrés con el pretexto de que los ayudara a ella y a los RBD para conseguir los estudios de Imagen Televisión para grabar el homenaje que hicieron de RBD, pero lo hizo sólo para estar en contacto con él. Pero te digo, así es Maite, se ha fijado en cuanto hombre se le ha puesto en el camino; de algunos nos hemos enterado, pero de muchos romances no”.

“Es muy astuta, peligrosa, navega con bandera de ‘soy una mujer seria y reservada’, pero recuerda que por allá en 2008 se metió con William Levy, ese chisme fue muy sonado y ella se metió con él sabiendo que Elizabeth, su pareja, estaba embarazada. Pero no nos vayamos tan lejos: a Koko, el último novio de Maite, también le puso el cuerno el año pasado, pero él ni se enteró”.

-¿Con quién lo engañó?

“Con Sebastián Zurita. Eso trascendió porque Sebastián no tuvo problema en contárselo a media producción, y fue ella la que se le metía en el camerino cuando les tocó viajar para grabar la serie El juego de las llaves”.

-Maite nunca habla de su vida privada, pero ya está diciendo que terminó con Koko...

“No es casualidad, lo está haciendo porque no sabe cómo vaya a reaccionar Claudia ante los medios. Además, está diciendo que tiene muchos meses separada de su pareja, pero no es cierto, apenas habló con su pareja, Koko, y lo terminó porque ya quería estar con Andrés”. “

“Pues a Clau le dolió mucho la infidelidad, pero están negociando un divorcio pacífico, viendo la posibilidad de dar una entrevista bonita y decir que todo está bien, que siempre se amarán, pero que van por caminos distintos, y omitirán este pequeño detalle de que hubo una tercera en discordia”, finalizó