Marcelo Buquet se casó en ceremonia secreta con su esposa de 27 años

Después de seis años de noviazgo, Marcelo Buquet, de 57, se casó con Priscila Cruz, de 27, teniendo como testigo al pequeño Marcel, de 11 años, quien es hijo del actor. La pareja se unió en una ceremonia realizada por lo civil, en Montevideo, Uruguay, en donde estuvieron acompañados sólo por sus familiares. Platicamos con Marcelo, quien aseguró haber vivido uno de los momentos más hermosos de su vida:

-Marcelo, nos enteramos de que te casaste...

“Sí, fue una boda secreta por lo civil, en Montevideo, Uruguay, pues yo soy de allá, aunque ya llevo años viviendo en México.Hasta ahora ha sido uno de los momentos más felices de mi vida2.

-¿Cómo tomó tu hijo Marcel la noticia?

“Está feliz. Él insistía mucho en que nos casáramos y desde el día de la boda le dice ‘mamá’ a Prix (como Marcelo le dice de cariño)”.

-Antes de casarse ya vivían juntos, ¿cierto?

“Así es, tenemos una relación desde hace seis años, y nos hemos apoyado en todo; aunque no me creía al principio, desde que iniciamos nuestro noviazgo le dije a Prix que quería que fuera mi mujer, pues tenemos una conexión increíble”.

-¿Quiénes estuvieron presentes con ustedes el día de su boda?

“Familiares, pero muy pocos; de hecho, no hubo fiesta, nos fuimos a comer y luego a un antro a bailar y a festejar. Después tuvimos una pequeña luna de miel en Punta del Este, que está como a dos horas de Montevideo; fueron días muy bonitos”.

-A pesar de la diferencia de edades, han logrado una relación estable...

“Ella es una mujer maravillosa y ha estado conmigo en las buenas y en las malas; siempre supe que ella era la persona que quería por el resto de mi vida. Hemos tenido una relación hermosa y somos muy felices”.

-Se complementan el uno con el otro...

“Así es. Además, ella es mercadóloga y me ayuda mucho en los castings porque lograba y lo edita. Nos apoyamos muchísimo, formamos una familia desde hace tiempo, pero ahora ya como casados”.

-¿Han pensado en tener hijos?

“Por el momento no está en nuestros planes, pero no quiere decir que sea definitivo. Ella ahorita está concentrada en sus estudios, y realmente ya es una buena mamá, porque siempre está al pendiente de Marcel, le compra los disfraces para sus festivales, le hace el desayuno, le arregla el uniforme de la escuela; hay mucho amor entre ellos”.

-Sin duda, Prix llegó a tu vida en un momento muy importante...

“Yo le pedí a Lore (q.e.p.d.), la mamita de Marcel, que me mandara a una buena mujer y me envió a un ángel, pues para mi hijo es una figura importante; de hecho, antes de que nos casáramos, Marcel siempre les decía a sus amiguitos: ‘Ahí viene mi mamá’, y él encantado, porque quería ser como los otros niños que tienen mamá y papá, entonces sin duda ella es un regalo del cielo”.

-¿Cambió en algo su situación, ahora que ya son formalmente marido y mujer?

“Se siente muy bonito, pues aunque regresamos a la casa como siempre, sí se percibe algo diferente porque ya somos marido y mujer”, finalizó.