Mauricio Islas revela cómo superó momentos complicados en su vida

Antes de que se suspendieran todos los eventos en el país, tuvimos la oportunidad de platicar con Mauricio Islas, de 46 años, en la presentación de la obra que protagonizará, ‘Distorsión: el juego de la mente’, y nos compartió que los momentos más difíciles que ha atravesado a lo largo de su vida, como la muerte de su hermana menor, la separación de sus padres y la pérdida de cinco bebés, lo han llevado a pensar en el suicidio, pero que afortunadamente, su esposa, Paloma Quezada, ha sido pieza fundamental para que siga adelante.

-Mauricio, ¿cómo te preparaste para hacer esta obra?

“He hablado y preguntado a psicólogos acerca de los trastornos mentales, y en especial he leído mucho sobre el trastorno de borderline, y me sentí identificado con la mayoría de sus síntomas, ya que es muy emocional”.

-¿Con qué síntomas te identificaste?

“El miedo al abandono, haber tenido relaciones intensas e inestables, gastar mucho dinero, y en algunos momentos pensé en el suicidio; también me identifico con el miedo a la separación, a la pérdida, al rechazo, al qué dirán; muchas veces me he imaginado cosas que no son reales”.

-¿Por qué dices que pensaste en quitarte la vida?

“Todo lo que me ha pasado ha llevado mi vida al límite y me han llegado pensamientos de ya no querer vivir, pero nunca lo he intentado”.

¡ENTRA AQUÍ!: Mauricio Islas y Joaquín Bondoni presentan la obra ‘Distorsión: el juego de la mente’

-¿Qué situaciones te han llevado a pensar en eso?

“El sufrimiento, el dolor, la soledad y el miedo a todo lo que pasaba en mi vida en esos momentos: no volver a ver a mi hija, y perder lo que había construido. Soy demasiado cobarde, pues desde que era pequeño pensaba que no quería vivir para no sufrir más”.

-¿Había mucho sufrimiento?

“Fueron muchos momentos difíciles. Uno de los más fuertes fue la muerte de mi hermana cuando yo tenía 10 años, y el divorcio de mis padres cuando tenía 14”.

-¿De qué murió tu hermana?

“Nació con el corazón más grande de lo normal y murió a las 10 horas de nacida. Yo tenía mucha ilusión de conocerla y además veía que mis papás se estaban llevando mejor; su nacimiento realmente iba a traer muchas cosas buenas a la familia, y tal vez mis padres no se hubieran divorciado”.

-Tu infancia fue difícil...

“Sí. Yo jugaba futbol americano, y era el único lugar en donde tenía estabilidad emocional, sin embargo, lo tuve que dejar por una infección en los ojos; eso fue otro duro golpe para mí”.

-¿En qué momento sanaste?

“Cuando encontré la actuación, pues mis talentos y mi pasión se juntaron, entonces era plenamente feliz, por lo que ya no podía pensar en cosas malas, todo estaba bien en mi vida”.

-¿Cómo te ha ayudado tu esposa?

“Ella es psicóloga y es una mujer muy inteligente. Siempre me contiene y me ha sabido guiar. Después de 13 años, hemos salido adelante juntos, pues hemos pasado por todo tipo de momentos. Ella es mi centro y mi balanza”.

-También han perdido a sus bebés...

“Hace más de ocho años perdimos a cinco, cuando estábamos en el proceso de inseminación artificial”.

-¿Cómo fue ese proceso de recuperación?

“Fue una prueba muy fuerte, pero salimos adelante como pareja gracias a que mi esposa es una mujer muy fuerte, y yo tuve un proceso que me ayudó a curar mis emociones. La verdad tardamos años en recuperarnos, pues sufrimos mucho, y llegamos al punto de querer adoptar, y ya estábamos en el proceso, sin embargo, un día soltamos esa parte de querer ser papás, y hasta ese entonces nos pudimos embarazar. Realmente ahora soy muy feliz con la hermosa familia que hemos formado”, finalizó.

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