Natalia Alcocer demanda a su madre preventivamente: “Le preste dinero y ahora me amenaza con hablar mal de mí”

Natalia Alcocer, de 33 años, continúa con los procesos legales (penal y familiar) en contra de su expareja y padre de sus dos hijas menores, Juan José “N”, de 56; sin embargo, ahora la conductora y actriz también denunció a su propia madre, Gabriela “N”, de 57, a quien le prestó una fuerte cantidad de dinero, mismo que la señora, supuestamente se ha negado a pagarle e, incluso, esta supuestamente la amenazó con hacer declaraciones en su contra, lo cual podría afectar el caso que lleva con su ex.

En exclusiva, Natalia nos cuenta sobre esta nueva lucha y cómo va el proceso penal en contra de su expareja:

-Natalia, ¿es cierto que pusiste una denuncia en contra de tu mamá?
“Sí, pero lo hice de manera preventiva para proteger el caso, a mí y a mis hijas”.

-En redes subiste un video, diciendo que vivías con tu mamá...
“Sí, ahorita estábamos viviendo con ella; no llevábamos ni un mes”.

-¿Por qué te habías ido con tu mamá?
“Por muchas cosas, entre estas, el dinero, buscar seguridad, esta parte de estar en familia; la verdad es que tenía mucho miedo de volver a vivir lo que pasé con Juan José cuando me moví de departamento y no sabía dónde estábamos, porque me puso sensores
para seguirme en la camioneta, mandaba suseguridad, un día les marcó y estaba dentro de mi edificio, entonces me daba mucha angustia volverme a sentir perseguida”.

-¿Cómo es tu relación con tu mamá?
“La verdad es que tengo una muy buena relación con mi mamá cuando está bien (tiene una enfermedad de la que no quiso hablar), la quiero y la admiro, pero hay momentos en la vida donde no estamos bien”.

-¿En qué sentido?
“Siento que mi familia, tanto mis papás, como mi pareja (el modelo Michael Conh Del Real), hasta algunos amigos, sienten la presión de todo lo que estamos viviendo; esta violencia y este proceso es muy doloroso, muy desgastante. Esto no lo estoy pudiendo hacer sola, mi pareja se está aventando un paquetazo, está ahí al pie del cañón, no me dejar caer y mis papás también; entonces, obviamente esto es muchísima presión para cualquiera”.

-Decías que tu mamá te debe dinero...
“Ese dinero yo se lo di con todo el corazón para que le fuera bien, pero todo el dinero que genero con mi trabajo es exclusivamente para que mis hijas estén bien y a nadie nos gusta que nos quiten nuestro dinero; entonces, simplemente tomé acciones sobre esa
situación. Yo amo y respeto a mi madre y sé que no está pasando por su mejor momento (por su enfermedad), pero mejor las cosas en papel y claras, sea con quien sea”.

-¿Tiene mucho tiempo que te debe?
“No mucho, pero íbamos haciendo acuerdos y no me pagó en el tiempo que habíamos quedado”.

-¿Tienes la esperanza de que te pague?
“Lo pido todos los días”.

-¿Y si ella no te paga?
“Pues ya ni modo, ese dinero no era para mí”.

-Entonces, ¿qué es lo que quieres prevenir con esta denuncia?
“Lo que pasa es que mi mamá me amenazó con hablar de mí, dijo que iba a inventar cosas. Yo la amo y la respeto, pero no me gusta lo que me está haciendo a mí y a mis hijas, se metió con ellas y ese es un límite que no voy a dejar que pase absolutamente nadie”.

-¡Qué fuerte!...
“Entonces los estoy protegiendo y me muevo ahorita, antes de que esto avance y llegue un momento en que no podamos hablarnos. Agradezco la estancia que me dio, pero la gente confunde el ser agradecida, con decir ‘no’. Solo protegí el lado penal y sigo con mis casos”.

-¿Pero no la llevarías a un proceso legal?
“Claro que no, nada más me estoy cuidando de las amenazas”.

-¿De que vaya a inventar cosas?
“Exactamente”.

-¿Sabes si ella tiene contacto con tu ex?
“No, conozco a mi mamá y no creo que tenga nada absolutamente que ver”.

-¿Tú decidiste irte de su casa o ella te dijo?
“No, ella nos dijo; eso fue el ocho de enero”.

-¿Y ahora te regresas a tu departamento?
“Mi pareja y yo lo estamos resolviendo; está cañón tener que resolver con horas contadas, con relojito”.

-¿Cuánto te dio de límite para salirte?
“Ni pensarlo, a sacarlo todo, se hizo una mudanza masiva. Pero de que lo resolvemos, lo resolvemos; vamos a estar bien”.

-Entonces, ¿dónde estás viviendo?
“Estamos trabajando en eso, pero las niñas están muy bien, sanas y salvas”.

-¿Qué te dice tu papá (don Eduardo)?
“Creo que se está manteniendo al margen, es muy difícil al final, pero yo creo que él quiere lo mejor para todos”.

-¿No te ha ofrecido su casa o algo así (sus papás están divorciados)?
“No, no me iría a su casa, por respeto a todo lo que ha hecho por mí en mi vida; aparte, confío en que vendrán cosas padrísimas este año, en que va a haber mucho trabajo”.

-¿Te duele que tu mamá no te quiera ver?
“No, porque entiendo que es un límite. Lo que más deseo es su paz y felicidad, y si eso implica no verme, está bien. Cuando ella me hable, ahí voy a estar, pero en este momento me toca proteger a mis hijas y a mí. A mi mamá la voy a apoyar siempre, lo único que quiero es que se mejore, que esté bien; sé que en estos momentos no es ella, pero no deja de ser mi madre. Yo sé que mi mamá está ahí, que ama a mis hijas y la amo profundamente, pero no está pasando un buen momento”.

-Respecto al caso contra tu expareja, acabas de tener una audiencia, ¿les dieron un mes más para recopilar pruebas?
“Sí, un mes más de prórroga para la investigación de la situación de violencia familiar que estoy llevando con él. Esta prórroga la pedimos, porque hay cosas que la fiscalía tenía ocultas y que estaba haciendo mal; se lo comprobamos a la jueza y por eso nos dieron tiempo para presentar más pruebas contra el señor que ejerce seis tipos de violencia hacia mí”.

-¿Cuáles son?
“Económica, emocional, sexual, física, y no me acuerdo de las otras dos, pero yo creo que con esas cuatro ya estuvo, ¿no?”.

-Ahora, ¿qué sigue?
“Estamos llevando nuevas pruebas, por ejemplo, el dictamen de cuando perdí al bebé y el área psiquiátrica, de cuando él hizo que llegara al psiquiátrico, porque dijo que yo me había intentado suicidar... es una historia que es común en la parte de la violencia, hacen pensar que la mamá está loca y que aparte tiene problemas psiquiátricos”.

-Tienes una nueva audiencia en el juzgado de lo familiar, ¿cierto?
“Sí, ahí se tiene que resolver el tema de paternidad y de los alimentos; es para llegar a un acuerdo, ya que él siempre en el acuerdo de lo familiar, quiere meter lo penal; dice: ‘Bueno, te doy tanto para su comida, pero quitas lo penal’, y una cosa no tiene que ver con la otra”.

-¿Qué importancia tiene para ti el apoyo de Michael, tu pareja?
“Mis hijas están muy bien, tomando este proceso en la familia, tratando de reírnos, de buscar lo mejor; tengo que darle el crédito a mi pareja, que no nos ha soltado. Es difícil levantarse y sentir que estás colapsando, pero que alguien se voltee, te abrace y te diga: ‘No te vas a caer, porque estoy yo aquí’, es algo que no se puede pagar con todo el dinero del mundo. Además, él trabaja, y para todos los que dicen que es mantenido, cada peso que genera se lo saca de la bolsa para dármelo a mí y a mis hijas, y me dice que mientras él viva, mis hijas van a estar bien. Quiero darle las gracias, porque es una pieza clave en este proceso y por algo el universo me lo puso en este momento en mi camino”, concluyó.