Novio de Christian Chávez dejó todo por amor y terminó viviendo una pesadilla

Cuando Maico conoció a Christian quedaron flechados de inmediato, y tanto fue su amor por el actor, que decidió dejar su país y trabajo para venir a vivir en México, pero su historia de amor se convirtió en una historia de terror:

“Nos conocimos por amigos en común en octubre de 2018, en Ámsterdam, Holanda. Desde el momento en que nos conocimos hubo una atracción muy fuerte entre nosotros. A las pocas semanas ya éramos novios, y todo era maravilloso; viajamos a París, Estambul, Dubái... y teníamos planes a futuro”.

- Te llegamos a ver con él en la Ciudad de México...

“Sí, me vine a vivir con él a México en febrero de 2019. Me sentía enamorado tanto de él como de su país”.

- ¿Cuándo comenzaron los problemas?

“Las fricciones empezaron en agosto del año pasado, pues yo tenía unos problemas personales y debía regresar a Holanda, pero entonces comenzaron los abusos de él”.

- ¿Por qué?

“Él empezó a amenazarme; me decía que si yo me iba, lo perdería. Me dijo que no lo dejara”.

“Él me convenció de que los asuntos que tenía que arreglar no eran importantes, por lo que decidí no irme, pensé que aquí podría tener un buen trabajo”.

“Él sí, pero yo no, no me dejaba, me controlaba, me prohibía que saliera de la casa. Me revisaba mi teléfono, mis redes sociales y hasta me decía cómo vestir”.

- ¿Y qué sentías?

“Le dije que no me gustaba que me controlara, que yo no podía vivir así, pero él no entendía”.

- ¿Qué pasó después?

“Así estuvimos mucho tiempo, todo lo que fue lindo al inicio, había cambiado completamente. Ya no era el Christian que conocí. Yo ya no tuve trabajo, había perdido mi vida en Ámsterdam, perdí amigos, todo por estar aquí con él, no tenía a dónde irme”.

“Sí, pero Christian empezó a decirme que si yo lo dejaba, él se suicidaría. Luego comenzaba a llorar, me pedía perdón y me decía que no volvería a pasar”.

“Sí, se portaba lindo, diferente, pero sólo por unos cuantos días; después todo volvía a ser igual y quizá hasta peor”.

“Pues tenía que estar todo el tiempo con él, no me dejaba salir. No salíamos con nadie más, de hecho, ni siquiera me dejaba salir a hacer compras, si lo hacía, empezaba a gritarme; me daba miedo”.

“Sí, muchas veces le dije que yo no tenía nada que esconder, que estaba enamorado de él, que no me interesaba nadie más, que no entendía su comportamiento tan celoso, posesivo y manipulador”.

- ¿En qué momento le volviste a decir que ya no querías estar con él?

“Hace tres meses, ya la relación estaba muy desgastada, yo me sentía muy cansado, fastidiado, le repetía constantemente que quería dejarlo, y fue cuando me dijo de nuevo que se iba a suicidar si yo lo dejaba, se puso a llorar, se subió a la azotea y gritó: ‘¡Voy a brincar!’ Le pedí que por favor no lo hiciera, que lo amaba, y fue como se pudo controlar la situación”.

- ¿Qué pasó después?

“Le dije que había muchas cosas que yo necesitaba, que yo quería sentirme libre, pero no me dejaba hablar, no quería escuchar. En otra ocasión que le dije que ya no podíamos seguir así y que me iría, se puso peor”.

“No, me encerró en la recámara y me dijo: ‘No te vas a ir’, así que me dejó encerrado ahí durante tres horas”.

- ¿Cómo fue que saliste?

“Yo le gritaba a Christian que me dejara salir, que eso era ridículo. Ya cuando se tranquilizó, me abrió y me salí a la calle, no sabía qué hacer o con quién irme, pues mi teléfono lo tenía Christian y no conozco la ciudad, por lo que unos minutos más tarde regresé a la casa”.

- ¿Y qué te dijo Christian cuando volviste?

“Empezó a llorar, a pedir disculpas, me dijo que lo entendiera, que él tenía terror de que yo lo dejara”.

“Sí, me dijo que ya estaba en terapia y que todo cambiaría, pero la verdad yo no notaba cambios, se volvía peor. Un día le dije que tomaría mis cosas y me iría, así que esa vez se volvió a subir a la azotea y dijo que se suicidaría”.