Paty Manterola se encuentra disfrutando de la mejor etapa de su vida

Sin lugar a dudas, Paty Manterola ha sabido mantener una trayectoria impecable, pues a sus 48 años ha logrado consolidarse tanto en la televisión como en la música. Además de haber grabado exitosas telenovelas, fue parte del famoso grupo Garibaldi y posteriormente se volvió acreedora a importantes reconocimientos internacionales por su carrera como solista. Actualmente disfruta de la mejor etapa de su vida, pues sin dejar de lado su trabajo, formó una hermosa familia junto a su esposo, Forrest Kolb, y sus tres hijos: Lucca, de 8, y Alesso y Matteo, de 6.

-Paty, ¿cómo fue tu infancia?
“Tengo recuerdos muy hermosos de mi niñez, pues aunque vivía en la ciudad, mi abuelo materno tenía invernaderos y ranchos a los que iba seguido con mis hermanos: Jorge, quien es 10 meses más grande que yo, y Michelle, quien es la más chica. Gracias a eso crecí entre la naturaleza, rodeada de animales”.

-¿Qué soñabas ser de grande?

“Desde niña siempre soñé con ser artista, cantar y actuar, por eso empecé muy chica haciendo Anita la huerfanita. Me acuerdo que en la escuela yo quería estar en las clases de arte y en todas las obras de teatro”.

-¿Cuándo entraste a la obra de Anita la huerfanita?

“Cuando tenía 7 años llegó a México esa obra de teatro; mis papás eran muy amigos de Carlos Amador jr., quien participaba en la obra, y él nos invitó a la función de estreno. Ese día me emocioné tanto, que le pedimos a Carlos que nos avisara si llegaba a saber si necesitaban a otra niña, y para mi buena suerte sí estaban haciendo audiciones, así que fui y le gusté tanto al director, que me quedé en la obra e hice varios personajes”.

-¿Entraste muy joven a Garibaldi?

“Sí, entré a los 17 años, sin embargo, antes yo quería entrar a Timbiriche. Recuerdo que en ese entonces salió Thalía y abrieron las audiciones para suplirla, así que fui a Televisa y pasé todos los filtros hasta llegar a las últimas cinco finalistas”.

-¿Por qué no entraste a Timbiriche?

“Lo que pasó fue que en esa audición estaba Luis de Llano y cuando terminé mi casting, él me habló y me dijo: ‘Paty, yo te veo perfecta para un nuevo grupo que se va a llamar Garibaldi y me encantaría que formaras parte de ese proyecto’. Aunque yo quería entrar a Timbiriche, me llamó la atención Garibaldi y no dejé pasar la oportunidad que tenía enfrente”.

-Y así nació Garibaldi...

“Sí, nuestra primera presentación fue en 1989 para el certamen de Miss Universo en Cancún, pues el grupo era el más moderno de México”.

-Con el éxito que tuvieron, ¿se te subió la fama?

“Te mentiría si te digo que no, pues cuando eres muy joven despegas un poco los pies de la tierra; sin embargo, después de lanzar mi primer disco y salir en mi primera telenovela (Alcanzar una estrella II), mi mamá me hizo poner los pies en el suelo, pues me dijo que estaba cambiando mi esencia”.

-¿Cómo era la relación entre los Garibaldi?

“Éramos como hermanitos, y aunque llegábamos a tener nuestros pleitos, nos cuidaban mucho; decíamos que éramos como muéganos, pues siempre estábamos juntos, incluso cuando no estábamos de gira”.

-¿Cómo fue para ti grabar Alcanzar una estrella?

“Fue mi primera telenovela, pero sólo hice una actuación especial y no estuve en toda la trama. Recuerdo que ahí tuve mi primera experiencia desagradable en el medio, pues había un actor, que no voy a decir su nombre, con quien tenía una escena de beso, y a pesar de que ya lo teníamos ensayado para que fuera de forma respetuosa, al grabar me besó de una manera muy agresiva, y aunque terminé la escena, me molesté y le pedí que me respetara”.

-Dinos, ¿cómo fue tu historia con Xavier Ortiz?

“Él y yo nos conocimos en Garibaldi y duramos 10 años de novios y cinco de casados. Sin embargo, nos divorciamos en 2004 como un acto de amor, porque sabíamos que nuestros caminos ya no iban para el mismo rumbo”.

-¿Fue difícil esa separación?

“Para nada, no tuvimos peleas durante el proceso de separación y hubo mucho agradecimiento por todo lo que vivimos”.

-Has madurado mucho como artista...

“Después del éxito de Garibaldi y de mi carrera como solista y actriz, en 2002 yo estaba en el pico de mi carrera, sin embargo, no era completamente feliz, pues sentía que tenía una depresión y me sentía vacía por dentro. Entonces tuve que reiniciarme y gracias a la meditación aprendí que la felicidad está en nosotros mismos y no en lo que tienes”.

-Años después llegó tu esposo Forrest...

“Sí, nos casamos en 2010. Recuerdo que la primera vez que vi su mirada parecía que lo conocía de siempre. Es el hombre más maravilloso que he conocido, 
pues además de ser mi compañero de vida, es mi maestro, me enamoré de él porque es un ser de luz, que siempre está enfocado en crecer en su espíritu y en su paz interior”.

-Él también estaba enamorado de ti...

“Un día por teléfono me dijo: ‘Sabías que eres la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida, ¿verdad?’ (ríe), y ya después formalmente me lo pidió en persona de la manera más romántica”.

-Luego llegaron sus hijos...

“Desde mi primera cita con él yo le dije que estaba en mis planes convertirme en mamá y él me dijo que también quería formar una familia, así que cuando nos casamos yo me dejé de cuidar desde la luna de miel y a los pocos meses tuve la bendición de quedar embarazada de mi primer hijo”.

-¿Cómo fueron tus embarazos?

“Mucho mejor de lo que yo me hubiera imaginado; mis dos embarazos fueron muy saludables, al grado de que tuve la bendición de tener a mi primer hijo, Lucca, en casa, pues nació en una tina con agua y tuve la bendición de sacarlo con mis propias manos y levantar su cuerpo para ponerlo en mi pecho. Fue un momento maravilloso. Mientras que mis gemelos sí nacieron en un hospital en un parto natural”.

-Por último, teniendo un cuerpo tan lindo, ¿qué opinas de las cirugías estéticas?

“Cuando era joven tuve cuatro fracturas de nariz y me tuve que operar, pues para cantar tenía que respirar por la boca y me cansaba muy rápido, ya que tenía bloqueados los conductos; sin embargo, actualmente no cambiaría nada de mi cuerpo, pues lo quiero, lo cuido y lo respeto; sin embargo, yo no critico a nadie, pues cada quien se hace lo que piensa que es necesario para ser feliz”, finalizó.

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