
Hace unos días platicamos con Adriana Fonseca, de 38 años, quien está de gira con la obra Hijas de su madre, y nos contó que ama tanto a su perrita de raza maltés mixto, de nombre Frida, que ya hasta está registrada como un animalito de apoyo emocional, porque le ayuda a controlar el estrés y la ansiedad que sufre cuando viaja en avión.
-Adriana, ¡bienvenida a México!...
“Gracias, estoy feliz de empezar el año trabajando. Vine sola, pues mi esposo, Iker Calderón (con quien lleva cinco años), se quedó en Los Ángeles, California, ya que tiene mucho trabajo. Sólo traje a mi perrita Frida”.
-¿La compraste en EU?
-¿Va contigo a todos lados?
“Claro, en Estados Unidos es muy fácil; la tengo registrada como un animalito de apoyo emocional, y con ella puedo entrar a cualquier restaurante, viajar a donde quiera y no pago nada. Ahora, antes de pensar en mí, pienso en ella. Es buen entrenamiento para cuando quiera tener hijos”.
-¿Cómo es que te ayuda?
"Frida me ha ayudado cuando voy en un vuelo y hay turbulencia, ya que cuando la acaricio, me tranquiliza. ¡Me cambió la vida!”, finalizó.
Hace unos días platicamos con Adriana Fonseca, de 38 años, quien está de gira con la obra Hijas de su madre, y nos contó que ama tanto a su perrita de raza maltés mixto, de nombre Frida, que ya hasta está registrada como un animalito de apoyo emocional, porque le ayuda a controlar el estrés y la ansiedad que sufre cuando viaja en avión.
-Adriana, ¡bienvenida a México!...
“Gracias, estoy feliz de empezar el año trabajando. Vine sola, pues mi esposo, Iker Calderón (con quien lleva cinco años), se quedó en Los Ángeles, California, ya que tiene mucho trabajo. Sólo traje a mi perrita Frida”.
-¿La compraste en EU?
-¿Va contigo a todos lados?
“Claro, en Estados Unidos es muy fácil; la tengo registrada como un animalito de apoyo emocional, y con ella puedo entrar a cualquier restaurante, viajar a donde quiera y no pago nada. Ahora, antes de pensar en mí, pienso en ella. Es buen entrenamiento para cuando quiera tener hijos”.
-¿Cómo es que te ayuda?
"Frida me ha ayudado cuando voy en un vuelo y hay turbulencia, ya que cuando la acaricio, me tranquiliza. ¡Me cambió la vida!”, finalizó.