Raquel Bigorra habla de su experiencia modelando en el mercado de Chiconcuac

La cantante y conductora Raquel Bigorra fue invitada de honor para modelar en el ‘Chiconcuac Fashion Day’, conocido como el municipio que viste al mundo. Cientos de personas del lugar y turistas llegaron al evento.

La cubana estaba feliz, pues además de recordar sus inicios como modelo con Glenda Modelos y haber usado un suéter artesanal inspirado en el que usó Marilyn Monroe en 1962 en su última sesión fotográfica antes de fallecer, la gente le demostró lo mucho que la quieren y admiran.

Además, nos contó que le regalaron mucha ropa para su pequeña Rafaella, quien ya empezó a dar sus primeros pasos en el modelaje, y al igual que su mami, quiere ser cantante y ya se prepara para ello.

-Raquel, cuéntanos, acabas de estar en Chiconcuac para modelar la ropa que se diseña allá...
“Sí, estoy feliz. Yo me había quedado en que Chiconcuac era de jeans y playeras, y los suéteres típicos de ahí, pero ahora que fui me di cuenta, con todas estas cuentas de Instagram que es ropa de marca y los proveedores son de Chiconcuac. Yo cuando la vi, dije: ‘sí sé que ropa es porque yo me pongo de marca de aquí, que me mandan, y los fabricantes son ellos’.

- ¿Tienes una idea de cuántas fábricas de ropa hay allá?
“Son 2500 locales que fabrican y distribuyen la ropa”

-Y que los precios son increíbles...
“Hay de todo, yo quería todo, hasta para mi niña me vine cargada de ropa. Es increíble, es como si vas a las tiendas más caras en la CDMX, pero ellos son los proveedores, entonces imagínate; el colorido, los estampados, y además meterte a un tianguis de 2500 locales es una locura, pero aparte la experiencia ojalá la podamos repetir porque la gente muy cariñosa, son muy abiertos, no son discretos, rápido besos, abrazos, hicieron sus lives, ellos tienen sus seguidores de sus marcas. Y aquí estamos con la Bigorra, son muy extrovertidos”

-Para ti fue una experiencia nostálgica, sabemos que empezaste como modelo, aquí lo hiciste de nuevo, ¿qué recuerdos tienes de esos inicios?
“Ah, no, yo me sentía la reina. Yo modelaba con Glenda Modelos, pero te voy a contar, en mi época, pues ya hace casi 30 años, ahí por el 94, este tipo de pasarelas, que hice las mejores tiendas departamentales, las mejores, pero también me iba con los judíos a Izazaga, entonces me sentía como otra vez en Izazaga por los precios y en Chiconcuac más económico, yo modelaba muchísimo, así que yo me sentí la reina de la pasarela otra vez, disfruté muchísimo. Me encantaba porque el del micrófono me presentaba. Me daba una vuelta y cuando pensaba que me iba a bajar, me volvía a regresar, no me quería bajar”.

- ¿Cómo empezaste con Glenda?, ¿cómo la contactaste, es difícil o no el inicio?
“Fíjate que yo tuve mucha suerte porque llegué a Monterrey y allá contacté a una señora que se llama Rosina Ramón, ella tenía la agencia de modelos más top de Monterrey. Y yo le dije: ‘pero mi sueño es ir a la televisión y llegar a México’. Y ella, sin cobrarme ni un peso me dijo: “Pues yo te voy a acompañar a México y te voy a llevar con Glenda. Ella me llevó con ‘Glenda Modelos’, me contrató y ella me llevó al CEA de Televisa, sin cobrarme ni un peso ninguna de las dos. La de Monterrey me dijo: ‘cuando tu llegues a México, yo te alcanzo, yo te voy a acompañar con Glenda, sin cobrarme ni un peso. Me dijo: Mira, ella es Glenda. Ella me dijo: si te quiero en mi agencia, empecé con ella y después entre el CEA de Televisa a estudiar”

- ¿Fue difícil para ti llegar de Cuba a México?
“La verdad que cuando llegué a México, que estaba muy jovencita, con 20 años, ya antes me había ido a España y le hice gira a un cantante cubano y allá en España fue donde entré a una agencia de modelos y en un casting me quedé para hacer un programa de televisión que se llamaba Pasacalle en Madrid y entonces quieras que no, ya traía algo de experiencia, ya me había enfrentado a una ciudad como Madrid sin conocer a nadie, entonces de alguna manera cuando llegué a México llegué con mucho miedo pero con muchas ganas y dije: aquí la tengo que hacer, pero me fui abriendo el caminito, empecé a modelar”.

- ¿Te haría ilusión volver a modelar o solo fue en esta ocasión especial?
“Fíjate que me encanta. Lástima que ya no tenga la talla de hace 20 años, sabes que veía a las modelos tan flaquitas y decías: ‘así estaba yo, ¿qué me pasó? Porque las modelos, cualquier trapito que les pongan se les ve divino porque traen cuerpazo, las flaquitas las veía y decía: ‘le voy a echar ganas y así me defiendo, no caminan como yo, pero sí las veía tan flaquitas, claro, es otra disciplina, otra edad, pues tienen 20 años, lo que yo tenía, ahora tengo 48, a los 48 no hay manera de tener la talla de los 20 y además te voy a decir algo, con las modelos si te conviene estar mínimo dos tallas abajo para que te quede todo y como artista, les gusta tantito la masita”

- ¿Podemos saber qué tallas eras antes y cuál ahora?
“Mira, cuando yo modelaba pesaba 54 kilos, y ahora peso 60. Si notaras la diferencia, cuando tienes esa edad y eres modelo, lo mismo modelas traje de baño que lencería, vestido de noche, entre más delgada estás, más te queda todo. Aquí tuve mucha suerte porque toda la ropa que me dieron, porque después de modelarla, me la regalaban, ya tengo mi guardarropa bien choncho, y la gente bien linda, se me acercaban, me mandaban hasta regalos para mi hija, por favor, llévale a Rafaella, fue algo tan bonito, yo creo que después de estos dos años de pandemia, eh, extrañamos tanto, en mi caso como artista el apapacho del público, es algo que es como si tú te salieras y te dieran un shot de vitaminas, la gente te hace sentir que te quiere. Yo recuerdo haber ido a Chiconcuac, no sé, quizá hace 20 años que no iba, alguna vez fui de compras y ya me empezaba a conocer la gente, ya me conocían que por Ritmoson, que las cápsulas de la lotería y tal, pero no como ahorita, ahorita fui y la gente se me dejó venir con beso, apapacho, me hacen sentir muy bonito”

-Un regalo al espíritu, a la autoestima
“Sí. Les subí todo a mis redes. Obvio me contrataron para hacer la pasarela, pero no tenía la obligación de subir a mis redes, pero yo les compartí, los arrobé, mencioné su marca, estaban muy agradecidos porque les falta difusión en el sentido de que como son proveedores, si viven de que cualquier persona vaya y compra una que otra prenda, pero viven de que las tiendas vayan a surtirse ahí. Darles la promoción son muy agradecidos”.

-Y que son gente honrada que se gana el dinero con su trabajo y esfuerzo...
“Honradamente y la mayoría de los que tuve que platicar, echándonos la torta y el chesco, estábamos en los locales, me decían que no sabían de la pasarela y me llevaban sus prendas para que me las pusiera y lo compartiera. Y me llevaban bolsas para mi niña. A todos les di mi teléfono, entonces todos me han escrito durante toda la semana y todos me escriben para darme las gracias por dar la difusión. Está todo muy tranquilo. Son las 3 de la mañana, agarran sus frazadas, se acuestan a dormir un rato y ya a las 5 están de pie otra vez para seguir vendiendo, no cierran en toda la madrugada, eso demuestra un México trabajador, honesto, emprendedor. La mayoría de los locatarios empezaron en medio de la pandemia porque se quedaron sin trabajo y ahora son fabricantes y les ha ido increíble. Son familias la mayoría. Algunos más prósperos que otros. Toda la familia vendiendo, ese es México. Sobre todo, con las imágenes que vemos, yo creo que este es el México del que hay que hablar, del que está chambeando, del que está sacando adelante a su familia, sin dormir toda la madrugada, vendiendo ropa, surtiendo, con un amor. Me sorprendió que a pesar de que es gente de mucho trabajo estaban felices y contentos, porque no duermen, no sé cómo le hacen”.

- ¿Estaban felices de salir de lo cotidiano?
“Sí, y muy extrovertidos, eso me sorprendió. Hacían lives, tik tok, no podíamos ni caminar y me abrazaban y apapachaban con una gracia. Mi marido y mi hija iban a ir y a la mera hora no pudieron, pero me hubiera encantado que vivieran la experiencia y como Rafaella ya está haciendo comerciales la voy a llevar para que modele, quiero que viva esta experiencia de amor y también la quieren, la conocen desde que estaba en la barriga, me llevaron mucha ropa para Rafaella”

- ¿Tu hija ya te pidió ser modelo, actriz, conductora?
“Mira, ella dice que va a ser cantante, pero acaba de hacer una campaña para una tienda departamental, hace fotos, y toma clases de piano, canto, ya ha tomado de baile también, le gusta, entonces, yo le voy a dar todas las herramientas. A mi si me gustaría esto, tanto por mi experiencia como la de su papá. Fíjate que su papá y yo, tenemos grandes experiencias, el cómo productor y yo como artista, gracias a lo que hacemos tenemos todo en esta vida y sobre todo nos sentimos realizados, así que yo lejos de decirle no te dediques a esto, yo le ando cargando la bolsa y cuando hace sus comerciales soy su asistente, siento un orgullo que no sabes, porque no la dejamos solita”.

- ¿Vas a ser su representante?
“Pues quién sabe si quiera porque es bárbara (ríe). Yo la acompaño”.

- ¿Raquel decías que entraste al CEA para ser actriz, pero te has enfocado sobre todo a la conducción, cierto?
“Sí, pero sin embargo yo no entré al CEA para ser actriz, desde que llegué a hablar con el señor Cobo yo le dije: traigo mis videos de España, de lo que hice de conductora. Y él me dijo: si mi hijita, pero aquí te vamos a preparar para que seas actriz. Yo lo que hice, me sirvieron mucho las clases de actuación, después he hecho mucha comedia y teatro, pero en realidad yo no se había acabado la escuela y ya estaba en ‘Ritmoson’ de conductora, fui, me busqué la oportunidad de hacer el casting y buscar la oportunidad de cantar que es lo que estoy haciendo más con mi show. Yo creo que el medio artístico, la preparación, así como mi niña que ha tomado de piano, canto y ahora quiero que tome de actuación, hasta para cantar cuando sabes actuar interpretar mejor, entonces yo creo que todas las herramientas suman. Ya que al rato decida que se va a desarrollar mejor, pero mientras más armas tengas, de preparación, pues un artista más completo. Mira, ahora que me subí a la pasarela de Chiconcuac, si yo no hubiera modelado, me hubiera subido insegura, pero me subí con una alegría y lo hice mucho tiempo profesionalmente, entonces me siento como pez en el agua, me subí tan contenta a hacerlo. Yo creo que todo lo que es preparación y experiencia te suma. No les canté porque no me dieron chance, pero hubiera llegado con mi grupo y les canto ahí. Y esperamos volver porque la moda cada 3-4 meses cambia. Ahora habrá que ir por lo de invierno. Yo le dije a mi marido: vamos. Hay una anécdota muy padre, me dieron un suéter, que está hecho por artesanos de ahí, que es como originalmente Chiconcuac se dio a conocer, un suéter muy parecido al que le dieron a Marilyn Monroe, ella antes de morir, hizo una sesión fotográfica en Santa Mónica, en California , y la hizo con un suéter de Chiconcuac, entonces el suéter que a mí me dieron para modelar, el único de artesano porque todos los demás fueron de fabricantes, más comercial, el único típico de Chiconcuac, uno beige, es muy parecido al de Marilyn y me emocioné mucho, porque pensé que me iban a poner puros suéteres de fábrica y jeans y playeras, pero vi mucha moda, y dije: a qué hora me va a tocar el suéter, pero para cerrar si me pusieron un suéter como el de Marilyn Monroe. Vino a México a las pirámides, y le dieron este suéter, hay información de los artesanos que le dieron el suéter con la idea de que se lo pusiera y promocionara Chiconcuac internacionalmente”, finalizó.