Raymix, de 31 años, es el creador de la electrocumbia y se dio a conocer en 2015 con su tema “Oye mujer”, el cual se hizo viral y desde entonces ha alcanzado una gran popularidad. Actualmente participa en Las estrellas bailan en Hoy, y por su enorme carisma se ha ganado el cariño del público. El cantante nos recibió en su estudio, al poniente de la CDMX, y nos abrió su corazón:

-Raymix, dónde naciste...
“Nací en Tlalnepantla, Estado de México, el 17 de febrero de 1991, y crecí en San José El Vidrio, ahí hice la primaria en una escuela pública y la telesecundaria; fue hasta la preparatoria que me aventuré a viajar en camión y Metro para ir a la escuela en la CDMX”.

-Cuéntanos de tu familia...
“Mi mamá, María de Lourdes, es ama de casa, le encanta hacer zumba; mi papá Edmundo es músico, tenía un grupo musical y fue tecladista, todavía canta y me ayuda mucho; y tengo un hermano menor, Juan Pablo, que es production manager de mi show, lleva mis redes sociales y hace mis videos”.

-¿Cómo llegaste a la música?
“Empecé a tocar el teclado desde niño y me acuerdo que era muy fanático de Selena Quintanilla (q.e.p.d.), cantaba sus temas; grababa un casette y le agregaba con el teclado algunos arreglos”.

-Tu adolescencia, ¿cómo fue?
“Fue complicada, porque empecé a descubrir mi homosexualidad y se me vino un poco el mundo encima; no lo quise resolver en ese momento”.

-¿Y cómo te diste cuenta?
“Me empezaban a atraer los compañeros y me enamoré de mi mejor amigo, lo admiraba... Te empiezas a dar cuenta de esa manera”.

-¿Continuaste con tus estudios?
“Luego entré a la universidad y estudié Ingeniería Aeronáutica en el Instituto Politécnico Nacional. Después me invitaron a un programa de la NASA (National Aeronautics and Space Administration), ¡no manches, me volví loco! Estuve en el Centro Ames de California (EU), de 2013 a 2014, y participé en el diseño y construcción de un nanosatélite”.

-Después, ¿qué sucedió?
“Después regresé a México, trabajé en la industria Aeroespacial en San Luis Potosí fabricando un nanosatélite y un cohete sonda, pero me estresaba porque era demasiada presión sobre mis hombros, así que hacía canciones para relajarme”.

-¿Ahí nació tu música?
“Así es, un buen día de octubre de 2014, dije: ‘La cumbia me encanta, soy de pueblo’, le bajé la velocidad al punchis punchis a una de cumbia, empecé a crear ahí la electrocumbia y escribí ‘Oye mujer’; en ese entonces tuve problemas de ansiedad por el trabajo”.

-¿Qué te causaba ansiedad?
“Mi miedo era que el cohete explotara, ese proyecto costaba un millón de dólares y no podía imaginarme que explotara. Me salí de trabajar, y en 2015 regresé a mi pueblo con mi canción”.

-¿Y qué pasó?
“Me ayudaron mis amigos a hacer el video, se empezó a hacer viral; pero al mismo tiempo otra vez me empecé a enamorar muy cañón de mi mejor amigo del pueblo”.

-¿Cuál fue la reacción de tu amigo?
“Parecía que había cierto cariño mutuo, pero él me dijo que no, que yo estaba equivocado, me puse muy triste, y en medio de todo eso me fui de gira. En mi primer evento en Estados Unidos había 20 personas, incluyendo el staff y los meseros,empecé desde cero, y al final cerré en Nueva York con mil personas”.

-¿Te imaginaste el éxito de “Oye mujer”?
“No, fue una gran sorpresa y me siento muy contento; hasta la fecha ya tiene 800 millones de reproducciones al menos en YouTube, cambió mi vida esta canción, dio pauta para empezar mi carrera. Luego firmé un contrato con Universal y pasé por una depresión muy dura porque me llegó todo de golpe; el éxito me rebasó, enfrentarme a este mundo fue muy difícil y desarrollé aerofobia, subirme un avión es un terror para mí, y aunque es muy seguro y yo estudié eso, no me gusta”.

“Sentí felicidad, pero estuve muy abrumado porque muchas cosas me pasaron demasiado rápido”.

-Y ahorita, ¿cómo estás?
“Ya crecí, estoy más preparado; todavía cuando voy a Miami, como que no me gusta este rollo de falsedad. Sí me gusta vivir bien, tener una buena casa y un buen coche, pero mi vida no gira alrededor de lo material, hay otras cosas más importantes, pero me siento muy honrado con lo que he logrado con esfuerzo”.

-En la pandemia, también saliste del clóset, ¿qué te motivó a hacerlo públicamente?
“Hago las cosas con convicción propia: la música que hago me gusta, el mensaje y la imagen que doy soy yo, no tengo nada que ocultar. Para mí sí era importante que la gente que me admira o me quiere, supiera que soy gay, y les dije: ‘Soy gay, soy la misma persona, el mismo artista”.

-¿Perdiste seguidores?
“Sí hubo algunas personas que no simpatizaron, pero en general el apoyo fue mayor; la canción de ‘Llámame’, que lancé a la par, de dos amigos que se enamoran, fue tendencia en Twitter el vídeo y el más visto de YouTube”.

-Este amigo del que te enamoraste, ¿es a quien le dedicaste la canción?
“Sí, ‘Llámame’, y otra que se llama ‘Superstar’, de ahí nació, es una canción muy hermosa”.

-Tus papás, ¿cómo lo tomaron?
“A ellos se los dije hace cuatro años; mi mamá dijo: ‘¿Estás seguro?’, y respondí: ‘Estoy segurísimo’; y mi papá se tomó un año para procesarlo, no me hablaba y me quiso intimidar diciendo que era una vergüenza, pero después recapacitó y lo aceptó; y mi hermano se daba cuenta, como que decía: ‘Tal persona te atrae, ¿verdad?’”.

-Luego de este amor no correspondido, ¿has tenido una relación formal?
“Ahorita estoy saliendo con un chico, me gusta, nos estamos conociendo, yo soy de los que se toman su tiempo, soy primerizo en muchas cosas, a pesar de que tengo 31. Me gusta que las personas se cuiden física y mentalmente, que tengan algo que aportar”.

-¿Cuál es tu mensaje para los jóvenes que están pasando por lo mismo?
“Que la vida es corta y no vale la pena esconderse; ser gay no te hace ni bueno ni malo, fluye como tú quieras”.

-¿Hasta dónde te gustaría llegar?
“Siento que tengo mucho que decirle a los jóvenes. Ahorita doy conferencias en las escuelas sobre ciencia, tecnología, música, y la concientización del uso de las drogas, les aconsejo que estudien... en México es gratis estudiar y puedes hacer una gran carrera”, concluyó.